La mirada del mendigo

3 octubre 2014

L’Ariège III

Filed under: Fotografía — Nadir @ 12:08

+
+
+
+
+
+
+
+

Aprovecho unos días de tranquilidad para ir sacando parte de la carga almacenada de fotos. Estas son de la zona oriental del Ariège, que nos quedó pendiente de la última vez por estar el Col d’Agnés cerrado.

Por cierto, ésta es una Nymphalis antiopa, una amiga de las montañas nevadas.

+
+
+
+
+
+
+
+

Étang d’Izourt…

…que tiene de étang lo que yo de obispo. Quizá algún día lo fuera, pero ahora es un embalse.

+
+
+
+
+
+
+
+

De estas montañas he subido tropecientas fotos. Es el Port d’Envalira (2408m) que para nuestra sorpresa lo habían abierto (otros de 1500m estaban cerrados), y aprovechamos para llenar el depósito de gasóleo barato y darnos este paseíto con las raquetas.

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

Este riachuelillo alimenta el barrage de Laparan.

Fue un día muy curioso, ya que teníamos una nube cubriéndonos. Esto provocaba que la luz llegase difuminada, desde todas las direcciones, y no hubiera sombra ninguna. Según subimos, metidos en la nube y rodeados de nieve, sin la referencia de un árbol o una piedra, sólo nieve y nada más que nieve, el sentido de la vista dejó de tener mucha utilidad. Simplemente, todo era blanco. El mismo tono de blanco, sin ninguna información sobre el relieve o la textura. Era como andar por una nube. Tanto, que en una ocasión me falló el pié y rodé unos metros por la nieve, porque no era capaz de ver que estaba al borde de un desnivel, y el siguiente trozo de nieve estaba unos metros más abajo. Con pequeños desniveles y la nieve amortiguando, la cosa hasta tenía su gracia. Yo me levanté riéndome. Pero también creaba una sensación extraña, de desorientación. Pero no desorientado en la gran escala, más o menos sabía por dónde estábamos, por eso no había problema, y para eso estaba la brújula (y su escóbula). Desorientado en el entorno inmediato, no sabía si unos pasos más allá subía, bajaba o todo lo contrario. Era como estar flotando en un tanque de leche, pero con los pies apoyados sobre algo firme y frío. Lo dicho, una sensación curiosa.

+
+
+
+
+
+
+
+

Desde Mérens les Vals hacia el Étang de Comte. Ya sin tiempo, y yo bregando con un bonito resfriado que traía de casa y algunas decimillas, no pudimos llegar.

+
+
+
+
+
+
+
+

Se empezaba a fraguar una tormenta.

+
+
+
+
+
+
+
+

Encántanme os bidueiros. Prantei uns vai dous anos nunha leira asolagadiza que tiña, na que non medra outra cousa mais…o ano pasado arderon. Pena, agarraran e estaban moi repoludiños.

Na Galiza é imposible facer nada. Así é imposible, con incendios ano sí ano tamén, non paga a pena nin molestarse.

+
+
+
+
+
+
+
+

A lobita rematando de subir. Eu xa cheguei a unha zona algo máis chaira e, namentres os collóns baixaban da gorxa ó seu sitio acostumado, saquei a cámara.

Un pouco antes estabamos alí abaixo, no regato (é o mesmo da foto de antes, chámase Aston). Nun intre gañamos douscentos metros, pola faldra arriba. Unha escorregada, e o hostión é de campionato.

+
+
+
+
+
+
+
+

Bajando del Étang de Peyregrand

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

Detrás de ese pico están los Étangs de Fontargente

+
+
+
+
+
+
+
+

La vallée de Vic de Sòs desde el castillo de Miglos.

+
+
+
+
+
+
+
+

Dormimos un poco antes de Port de Lers, cuando la nieve cerró la carretera, y a la mañana siguiente intentamos ver hasta dónde podíamos subir.

Y aquí dijimos, ya está bien. El deshielo estaba provocando pequeños pero continuos aludes por todas partes (pequeños, pero que no te pille uno por delante), y seguir era francamente arriesgado. Por el camino nos encontramos con dos montañeros franceses que también decidieron que ya era suficiente por ese día y con los que compartimos un pequeño repelón libre de nieve para comer y descansar un rato. Por cierto, traían una especie de salchichón casero, receta occitana, que estaba de putísima madre.

+
+
+
+
+
+
+
+

¿Algún herpetólogo aficionado que me ayude con la identificación? No es la bermeja, ni la pyrenaica (con la ilusión que me hacía), ni la temporaria. Desde luego no la ibérica.

¿De qué carallo se trata, entonces?

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

L’Artigue; tienes varios caminos que seguir. Por el río, el camino acaba desapareciendo en un hayedo precioso.

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

+
+
+
+
+
+
+
+

Y final de la tanda. Esto es Tarascon, la villa de referencia de esta zona de Piris, camino de Foix.

Por si os suena de los cuentos de Alphonse Daudet (yo los leí cuando era muy crío), advertir que no es de aquí su protagonista, sino del otro Tarascon a orillas del Ródano.

+
+

5 comentarios »

  1. Insisto, te odio porque consigues con las mariposas lo que no logro yo, ¿no serán de esas desecadas de colección?.

    Mucho blanco visteis en este envite. A veces las camiatas son cansadas y difíciles pero cuando llegas a ciertos parajes ves que ha valido la pena.

    Esa fragoneta vuestra ha visto más mundo que yo la condenada 😉

    Comentarios por Javi — 4 octubre 2014 @ 21:43 | Responder

    • Tronk, pues no estoy de acuerdo. Mira, ya no es cazar la mariposa, sino hacerlo ADEMÁS en un emplazamiento y con un buen fondo. Y hace tiempo que no saco una de ésas. Sin embargo tú, ya van varias que sacas con un bonito bokeh de fondo.

      Por cierto, una igualita a esa se me posó cuando llegamos de una caminata, en la bota. Me las había quitado, para que se oreasen mientras descansábamos los huesos, y se subió en el borde. Pues ahí estuvo un buen rato, dejándose fotografiar. Le había cogido cariño (para mí que es la sal del sudor, en Eslovaquia se me subió una al sombrero, y ni a posta lograba que se fuera).

      Y, por cierto, no tienes perdón. Estás a medio pasito de Irún. Nosotros estamos en el saque de córner. Lo tienes todo mucho más cerca! Nosotros sólo tenemos cerca Portugal y…pffff. Si Galicia está mal, Portugal es simplemente deprimente. Se lo han cargao a conciencia.

      Comentarios por Mendigo — 4 octubre 2014 @ 23:20 | Responder

  2. Lo que no te perdonaré es que hayas estado a tiro de piedra de Toulouse y no hayais pasado a duchados y compartir una tortilla de patatas u lo que fuera menester.

    Comentarios por Aurora — 5 octubre 2014 @ 9:09 | Responder

    • La piedra, tirada con un tirachinas, una honda o una catapulta? Cerca, cerca…

      Pero vamos, sí, que tampoco estábamos tan lejos, es cierto. Te ruego nos disculpes, somos unas pedazo de ostras (yo sobre todo).

      Entiendo que la gente cuerda no lo comprenda. Mira, te explico. Nos pegamos panzadas para estar en mitad de la nada. Ya ves, Piris en pleno invierno, lo más lejos de las estaciones de ski. Nadie, son días enteros sin ver a nadie. Y es maravilloso, porque no va a venir nadie a joderte el día. Sólo dependemos de nosotros mismos, y eso es estupendo. Lo que te ocurra, bueno o malo, es responsabilidad exclusivamente nuestra. Ahí arriba no hay cobertura de móvil, estamos aislados. Y es estupendo que sea así.

      Entiendes un poco más en el plan en que vamos? Entrar a una gran ciudad, importunar a alguien a quien respeto, a saber si ese día tenía mejores cosas que hacer…

      Comentarios por Mendigo — 5 octubre 2014 @ 19:45 | Responder

  3. […] Y por aquí, llegaríamos al Étang de Peyregrand donde estuvimos el año anterior. […]

    Pingback por Andorra I | La mirada del mendigo — 7 febrero 2016 @ 4:08 | Responder


RSS feed for comments on this post. TrackBack URI