La mirada del mendigo

2 julio 2017

Islamofilia

Filed under: Religión — Nadir @ 18:12

Ya he tratado sobre el neologismo de moda: islamofobia, que presupone que todo el mundo debe amar esa religión de sabiduría y paz que es el islam y que, quien no se sume a la celebración, es sospechoso de racismo. La única posibilidad que existe de que alguien no reconozca las maravillas de esa religión, es que presente algún trastorno mental, una fobia, que induzca un odio o miedo irracional hacia esa religión.

No cabe en nuestra sociedad, por lo tanto, la capacidad de censurar ese credo desde el análisis de sus textos sagrados (Coran y hadices) y su jurisprudencia (fiqh). Toda crítica al islam es considerada irracional (fobia), originada por un racismo larvado. Lo cual acaba dando alas a precisamente las corrientes xenófobas y racistas de la ultraderecha, que son las únicas que visibilizan su enfrentamiento al islam, ya que son inmunes al reproche de racismo (ya que lo asumen e incluso lo llevan a gala).

Un ejemplo muy claro es el caso de Marine Le Pen, que está sacando un enorme partido a la actitud timorata del resto de partidos respecto a la defensa del laicismo, de los derechos de la mujer e incluso las minorías sexuales. La extrema derecha del Front National, les pieds noires, los más ultra y reaccionario de Europa, portando la bandera de las conquistas de la izquierda. No tengo palabras para expresar el brutal error estratégico, mortal de cara al futuro, de entregarle alegremente a la derecha y ultraderecha una parte fundamental de nuestro terreno de juego.

Velay un ejemplo:

Os presento la foto. Estamos en Villafranca del Penedès, en la comida del iftar (ruptura del ayuno del ramadán). El barbas con cara parvo es Enric Vendrell (UDC), director general d’Afers Religiosos de la Generalitat. Y en primer plano y encantadísima de conocerse, Montse Arroyo (PSC), la concejala de igualdad (Diplomada en Educación Social, ya os podéis hacer idea de su capacidad para procesar información compleja).

La única mujer en una mesa de hombres, porque las mujeres están relegadas a otra mesa en el otro extremo de la sala. Relegadas; las autoridades comen en la mesa principal, la de los hombres.

¿Sabéis de dónde he sacado la fotografía? Es evidente, de un medio de la derecha, que de estas inconsistencias saca oro. Lo cual no quiere decir, por supuesto, que la foto no sea real y que la contradicción ideológica no sea evidente. Gol por toda la escuadra.

Y en esas estamos, los fachas defendiendo la igualdad de la mujer, y los progres sonriendo a la cámara en un ágape discriminatorio y segregacionista. Y esto es sólo el principio del terremoto político que estamos viendo en otros países.

¿Cómo puede ser creíble un discurso de izquierdas contra la segregación sexual, por ejemplo, en la enseñanza (colegios del OPUS), si luego salimos tan sonrientes en una foto en una situación semejante?

Volvemos a lo de siempre, hay que tener unos principios éticos sólidos. Pero la progresía lo que tiene son modas a las cuales se apunta y abandona según viene pegando la siguiente temporada.

Otro ejemplo: hace tiempo, todo progre que se preciara debía tener un amigo gay. Aquí la definición de «amigo» se estiraba cual chicle para poder fardar de tolerancia y cosmopolitismo.

Pero esa moda ya ha pasado, y a nadie impresionas diciendo que tienes un amigo gay. Lo cual no deja de ser estupendo, porque implica finalmente la normalización de su situación: los homosexuales pueden ser criticados como cualquier otro colectivo. Me parece estupendo. Yo mismo he criticado aquí la deriva folclórica que está teniendo el Orgullo madrileño, que está muy bien el fiestote, pero no creo que la comunidad LGTB tenga derecho a olvidarse de su aspecto reivindicativo: hay compañeros que las están pasando muy putas en otras partes del mundo, como las pasaron aquí la vanguardia del movimiento durante la dictadura.

Como comentaba, hay en el movimiento LGTB un núcleo duro de activistas muy reivindicativo, y una enorme masa que pasa de todo y sólo se preocupa de su propio ombligo. La misma mierda que encontramos en el resto de la sociedad, de la cual no por nada forman parte.

Como veis, puedo ser muy crítico con el colectivo gay. Y mi crítica podrá ser más o menos acertada, pero yo creo que alguna base tiene.

Ahora bien, el colmo que he tenido que leer es este artículo que ha escrito un soberano imbécil: El racismo sale del armario.

El autor aplica de forma automática el esquema:
Crítica al islam –> islamofobia –> racismo

Si os leéis el artículo, veréis que no existe demostración de las flechitas, de cada uno de los pasos, sino simplemente identificación inmediata:
Crítica al islam = islamofobia = racismo

Claro, si no justificamos las hipótesis podemos extraer conclusiones a cual más estrambótica. Académicamente vale como abono para la huerta, pero sirve para colgarte medallas de multiculturalismo entre la caterva progre.

Conclusión del artículo: la parte de la comunidad LGTB que critica al islam, lo hace por su mal disimulado racismo.

No confundir cuando se enfrenta a la Iglesia Católica, que lo hace cargado de razones y como respuesta a una agresión eclesial previa. Sin embargo, que sea precisamente la religión musulmana la que más activamente promueve una ideología del odio a la homosexualidad, no es razón suficiente para que el movimiento gay se defienda y contraataque esta agresión (siempre en el plano verbal, no tengo noticia yo de grupos de locas radicales atacando mezquitas). Denunciar la criminalización de la homosexualidad que hace el islam, y su represión sanguinaria en muchos países donde es la ideología del Estado, no es legítimo. Y si insisten, se les tacha de racistas (curioso que sea la misma treta que usan los sionistas para cerrar la boca a todo el que discuta su derecho divino a la limpieza étnica).

La progresía ya tiene otro tamagochi, y los homosexuales ya han perdido su favor en beneficio de los de la chilaba.

Porque el objeto de deseo de la progresía no es el inmigrante marroquí que llega aquí y en unos años está integrado en nuestra sociedad, sin no por ello renunciar a sus orígenes y lo mejor de su cultura (que, por cierto, el islamismo pone en peligro, desde la música a la lengua amazigh). No, ese es un vendido al imperialismo y un traidor a sus ancestros. Lo cool, lo chupiguai es el exotismo follacabras, el sujeto refractario a la sociedad de acogida que pretende seguir viviendo en Europa como en su aldea. Este tipo de cabestro, más cerril y reaccionario que un Legionario de Cristo, tiene fascinada y absorta a la izquierda europea.

Por eso, así como rechazo la aplicación automática del término islamofobia a toda crítica al islam (parte serán debidas a una fobia, pero otras son perfectamente razonadas, argumentables y legítimas), propongo a su vez el término de islamofilia para describir la enfermedad que aqueja a buena parte de la izquierda. φιλία, como atracción irracional, pudiéndose considerar patológica. Porque entiendo que esta ola de ensalzamiento del islam por parte de la izquierda no responde a un razonamiento cabal, es decir, que de las premisas políticas de la izquierda se concluya que el islam es, no sólo tolerable, sino perfectamente compatible con ellas (incluso una superación, como propone el feminismo islámico). A diferencia del catolicismo que, este sí, está completamente pasado de moda, casposo, rancio y caduco, con el cual la izquierda es agua y aceite.

Una forma muy sencilla de percibir la inconsistencia de unos principios éticos es cuando devuelve respuestas diferentes a hechos análogos.

La discriminación de la mujer en el catolicismo es tratada de forma muy distinta (el machismo heteropatriarcal falócrata), diametralmente opuesta, a la discriminación de la mujer en el islam (es parte de una bella cultura que no supone discriminación, sino mayor celo en su custodia).

Las críticas del movimiento gay contra la Iglesia católica, consideradas muy justas por la beligerancia del clero contra este colectivo y la larga historia de estigmatización de formas diversas de sexualidad, no tienen nada que ver con las críticas de ese mismo movimiento al islam, que son debidas a impulsos irracionales promovidos por el racismo.

Semejantes contradicciones es el resultado de la pérdidas de principios y referentes teóricos de la izquierda, que acaba asemejando sus valores al escaparate de una tienda de Zara.

Un ejemplo: cuando estuve visitando Firenze (sí, me gusta usar la toponimia original siempre que puedo), a pesar de ser finales de Septiembre, hacía mucho calor. Después de esperar una larga cola, en el vestíbulo, un niñato meapilas le indicó a mi compañera que no podía pasar en sisas, y que debía ponerse un trozo de tela sobre los hombros. Inmediatamente me enfrenté a ese niñato, porque no consiento la humillación de que ni ella ni nadie tenga que enfrentarse a un examen de decencia por parte de un gusano de mente podrida. Como os podéis imaginar, tenía un gran interés en conocer el interior de la catedral, pero ni ella estaba dispuesta a someterse a presiones sobre un aspecto que es exclusivamente privado como la vestimenta, ni yo a pasar sin ella. Así que nos quedamos sin ver el monumento principal de la ciudad que queríamos visitar. Pero no nos sometimos (recuerdo una vez más que el significado de islam es exactamente ese: sumisión).

Seré un radical. Pero un radical con principios, no como Montse la zampabollos. Por eso nunca militaría en el PSC, ni me acercaría siquiera a diez cuartas a un local del P$O€ (yo no entro ahí ni con un traje NBQ, qué asco sólo de pensarlo). Y aunque no sea conveniente para prosperar en esta vida, pero mis principios no son moldeables para adaptarse a las modas. Contra el fascismo, el racismo y el machismo, allá donde se encuentre, adopte la forma que adopte, y le pese a quien le pese. Y nunca me importó no ser el más popular del insti por ello.

Otro caso de islamofilia es este mensaje del máximo dirigente del Partido Comunista Español, felicitando el Ramadan.

Vamos, no es que sea nada intrínsecamente malo lo que hace Albertito, pero ¿por qué cree que entra dentro de su responsabilidad institucional promocionar una religión? No dudo que da un toque muy tolerante y multicultural a su perfil de Twitter, pero ¿qué sentido puede tener? ¿a qué santo ese mensaje?. Alberto es malagueño de adopción, y no veo que tenga la necesidad publicar un mensaje con el comienzo de la Semana Santa (al tiempo…), que en Málaga tiene una enorme raigambre.

¿Por qué esa necesidad de la izquierda de alinearse con el islam? Mira que ha habido religiones en el mundo, e incluso de las que actualmente aún subsisten, hay alguna que tiene elementos ciertamente aprovechables incluso en el mundo de hoy. ¿No le podría haber dado a la izquierda por enamorarse del budismo, esta sí que realmente una ideología de paz? De las tradiciones religiosas panteístas andinas, con su reverencia por la Naturaleza, que comparte con otras como el taoísmo. No dejan de ser todas ellas supersticiones, pero al menos tienen una calidad ética muy superior al sectarismo criminal de la religión abrahámica (es una misma religión, de la cual surgieron varias adaptaciones culturales, variedades dialectales a lo largo del tiempo). ¿Por qué entonces, de todas las religiones que hay y ha habido, la izquierda se ha venido en enamorar de una de las explicaciones fantasiosas de la realidad más liberticidas y reaccionarias? Como no es lógico, entiendo que es patológico: islamofilia.

Volviendo al mensaje de Alberto, razonémoslo. El ramadán es una práctica de ayuno dura (no por el alimento, sino por los líquidos), especialmente cuando coincide en meses de estío en que los días son largos y el calor aprieta. Es dura en países musulmanes, en los que la actividad económica se adapta a los ritmos del ayuno, quedando el país en suspenso (la mejor manera de sobrellevar el ayuno es dormitar) hasta el iftar. Pero aquí, que las exigencias laborales no se ven reducidas durante el ramadán, es especialmente dura para aquellos que trabajan en puestos sedentarios, y sencillamente imposible si son trabajos que requieren esfuerzo al sol. Es, por lo tanto, una costumbre nociva para la salud de estos ciudadanos, que por una superstición ponen en riesgo su vida laboral y salud, si procuran seguirlo, o su equilibrio emocional y autoestima, si no. ¿Por qué razón cree el Coordinador General de Izquierda Unida que se deba festejar y saludar esta tradición? ¿Acaso cree que Allah existe y Mahoma es su enviado? Porque si no lo cree, los fieles que se automortifican durante el ramadán y la semana santa están haciendo el ridículo. Y si así lo crees, no estaría de más salir del armario del ateísmo y decirlo.

Estas prácticas religiosas suponen un obstáculo a la integración de la comunidad magrebí en la sociedad española, y en vez de argumentar contra ellas y desalentarlas, desde la izquierda se las celebra, haciendo un flaco favor a los que pretenden superar la coacción de su grupo y abandonarlas. Evidentemente, respetando la libertad de cada cual a autoinflingirse sufrimiento, sea con disciplinas, cilicios y demás penitencias (también presente en el islam chií, con la ashura), ayunos o autoestrangulamientos los más depravados. Cada cual con su cuerpo se lo tatúa, perfora y mutila como quiere.

Ahora bien, considero que una persona de izquierdas, de posicionarse, debería estarlo al lado de los compañeros de MALI (Mouvement Alternatif pour les Libertés Individuelles), un grupo laicista marroquí en el origen del cual está mi amada Zineb que, entre otras cosas, promueve la libertad de no respetar el ramadán (artículo 222 del Código Penal marroquí), convocando quedadas públicas para hacer picnic (y enfrentándose así a penas de cárcel).

Por supuesto, respeto a todas las personas. Pero si he de buscar mis compañeros, estaré con quien lucha por la libertad y el progreso y no con quien adora la sumisión y la irracionalidad. Nadie pretende prohibir el ramadán, pero ¿por qué Albertito tiene la necesidad de celebrarlo aquí, en vez de apoyar por los que luchan del otro lado del Estrecho porque no sea delito saltarse su cumplimiento? Otro tonto útil.

Claro, yo sé que apoyar a unos marroquíes que más o menos visten y se comportan como nosotros no da tanto lustre a las pretensiones de tolerancia y multiculturalismo. Lo chupiguai es fomentar el exotismo oriental, para satisfacer nuestra concepción colonial de cómo debe parecer y comportarse un moro. Y, ya puestos, también podemos ir a una reserva indígena a que bailen la danza de la lluvia. Lo que yo digo es que, si tan estupendas son las culturas tradicionales, dentro de las cuales la religión juega un papel principal ¿por qué coño hemos abandonado las nuestras? Volvamos nosotros también a la Edad Media, donde todo era tan emocionante, lleno de autenticidad. Lo libres que se iban a sentir las mujeres, lo estupendo que sería para todos volver a una teocracia feudal.

¡Ah! ¿No? ¿Muy bien para los magrebíes, pero para nosotros mejor las sociedades modernas? Un tanto hipócrita, este Albertito.

Pues no, la religión es una aberración racional que hay que combatir a un lado y otro del Mediterráneo, del Atlántico, del Pacífico y hasta del mar de Tetis. Libertad, progreso y democracia para todos los pueblos del mundo.

Creo que con el tema del islam existe un equívoco. Es muy simple, pero ya comprendí hace tiempo que estoy rodeado de imbéciles que sólo razonan con la brocha gorda. La cuestión se basa en distinguir entre personas e ideologías. Por ejemplo, al fascismo hay que aniquilarlo, pero no estoy proponiendo el exterminio de todo individuo de extrema derecha.

Un ejemplo aún más sencillo: detesto el catolicismo, pero no se me ocurre darle una paliza a una monja que pase por la calle. De hecho, si puedo ayudar a una persona, lo hago con todo el gusto sin importar que sea una mujer velada. Lamentablemente, mucha gente no comprende que se puede ser muy combativo con una idea, y respetar a quienes la profesan (mientras mantengan esa reciprocidad en el respeto, y aquí volvemos al fascismo).

La izquierda debe tener como objetivo irrenunciable la lucha contra la discriminación de cualquier persona, sin atender a su origen, condición sexual o clase social (su misma existencia ya de por sí supone una discriminación en el acceso a la propiedad, pero dejémoslo estar por ahora).

Contra toda discriminación, la del inmigrante magrebí en su acceso, por ejemplo, al mercado laboral.

Contra toda discriminación. ¿Sabéis cuál es la posición social de una madre soltera en un país musulmán? ¿y de su hijo?

Ya no vuelvo a mencionar a los homosexuales, ya que han dejado de estar de moda para la progresía, pero me surge una cuestión. ¿Quién sufre más discriminación, un musulmán en Europa, o un musulmán que decida dejar de serlo en un país musulmán, incluso moderado como Marruecos? Un apóstata se enfrenta a la muerte social. ¿Tolerancia?

¿Quién sufre mayor acoso, una mujer con chador en Europa o una sin velo en, por ejemplo, la Turquía rural?

¿Dónde tendría una empleada del hogar mejores condiciones laborales y más respeto, en Europa o en Qatar?

Finalmente ¿Quién tiene más facilidad de comunicar sus ideas, un musulmán en Europa, o un ateo en Bangladesh?

¿Quién es el intolerante?

Hay quien no reconocería el fascismo aunque lo tuviera enfrente de las narices.

La doctrina islámica hace de la intolerancia y el odio a la libertad un credo. Desde la izquierda, con el máximo respeto a las víctimas que han sido adoctrinadas en su cumplimiento, no cabe otra postura que defender la libertad. Eso lo hace Zineb, mientras que Albertito escurre el bulto. Por eso respeto a una y cada vez menos al otro.

Al islam, como al fascismo, hay que combatirlo y aplastarlo, al menos hasta que se convierta en algo con una peligrosidad social similar al cristianismo en los países socialmente desarrollados (entre los que obviamente no incluyo a los USA). Y no reírle las gracias.

Y aún diré más. En el s.XX han surgido dos amenazas globales que van a condicionar lo que queda del s.XXI y seguramente los venideros. Una es el cambio climático, y otra la extensión y radicalización del islam. Ambos son problemas muy serios y que no tienen una resolución trivial. De hecho, no consigo verles solución, porque ambos se retroalimentan. Según las necesidades ideológicas, cada cual niega una u otra amenaza. Pero hacer el avestruz ante la incapacidad de computar ese desafío en tu sistema ideológico (devuelve error) no hace, claro, que desaparezca. Sólo hace más complicada su resolución.

La finitud de los recursos materiales y los sumideros del planeta en un sistema de producción capitalista devuelve error.

La hipótesis de que no todos los rasgos culturales tradicionales, inclusive la religión, son compatibles con una sociedad (superficialmente) moderna, (políticamente) liberal y (muy limitadamente) democrática, en la ideología de Barrio Sésamo que informa a la progresía europea, devuelve error.

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24 comentarios »

  1. Albertito, ese admirador de George Soros (junto a su amigo Pablito)…

    Comentarios por Greg — 2 julio 2017 @ 22:31 | Responder

    • No, no es cierto. Las cosas como son. Conozco bastante bien su pensamiento económico y en modo alguno es admirador de Soros (de hecho, le admiro yo más que él, lo que hizo con la libra es propio de un genio).

      Pablo no tiene pensamiento económico, pero sí político, y tampoco tiene nada que ver con la línea de Soros. Podemos quizá sí.

      Comentarios por Mendigo — 2 julio 2017 @ 22:56 | Responder

      • Desconozco lo de la libra, pero ¿admirar al fabricante de revoluciones de colores y que ayudó a financiar el golpe de estado en Ucrania?

        Comentarios por Greg — 3 julio 2017 @ 11:56 | Responder

        • Sería muy triste que sólo pudiéramos sentir admiración por los que son de nuestra cuerda. Por ejemplo, siento una profunda admiración por el genio militar de Rommel. Y ya ves lo que puedo tener yo de nazi.

          Por otra parte, fíjate lo que estás diciendo. Una sola persona, aunque acaudalada, tuvo un papel determinante en varios cambios de gobiernos en Europa del Este y el Cáucaso. Por mal que nos parezcan, ¿no está hablando ese mismo hecho de la capacidad de esa persona?

          Yo es que tengo debilidad por la gente inteligente. Aunque sean mis enemigos… (que tampoco es el caso, es un actor más en el tablero)

          Lo de la libra. Te suena el Black Wednesday?
          https://en.wikipedia.org/wiki/Black_Wednesday
          Lo provocó Soros, cuando aún era un desconocido fuera de los círculos inversores. En principio, nadie puede apostar contra un banco central, porque tienen en teoría una infinita capacidad de fuego. Pues él lo hizo, se puso corto en la libra esterlina, vio que estaba sobrevalorada, aguantó el pulso (cuando cualquier inversor hubiera pensado que era un suicidio)… y acabó tumbando al Bank of England (y ganando muchísimo dinero con esa jugada).

          Es algo parecido a lo que comentaba en The Big Short. Para hacer algo así hay que tener la cabeza muy bien amueblada, y una seguridad en uno mismo de titanio.
          https://esmola.wordpress.com/2017/01/31/the-big-short/

          Lo podemos ver como «esos malditos especuladores». O también como «ya me gustaría tener gente así de inteligente en mi equipo». Si tuviéramos a dos o tres de estos en la izquierda, otro gallo nos cantaría.

          Comentarios por Mendigo — 3 julio 2017 @ 18:02 | Responder

  2. Saludos:

    A Albertito, a quien considero lo más presentable que hay en el congreso, habría que recordarle lo que sucedió con algunas organizaciones hermanas. Por ejemplo los miles de ejecutados del Tudeh (Partido Comunista de Irán). Es lo que pasa cuando se coquetea con los ayatolas. Algunos no aprendieron la lección.

    Sin duda la izquierda tiene un problema con el Islam. Quizá la causa sea el profundo desconocimiento del mismo, quizá el miedo a aceptar la realidad. Lo que me sorprende es que estén abrazando a sus verdugos. Cuando descubran lo que está ocurriendo será demasiado tarde.

    Respecto a sus aliados, Podemos, mejor no decir nada. Desde el primer día que escuché sus posiciones sobre la guerra de Siria perdieron mi apoyo. De buena gana les regalaría el billete de avión (de ida, sé que no saldrían enteros de allí) para que disfruten de lleno de las delicias de cualquiera de los follacabratos que hay en Siria. Van a conocer en sus cuellos la bondad de esos «moderados» que defienden.

    Comentarios por Vicente Millán — 3 julio 2017 @ 10:20 | Responder

    • Por supuesto, tanto Alberto, como Pablo, como Carolina (ya que empleo sus nombres de pila) me parecen de lo mejor de todo el hemiciclo (e incluso puedo meter aquí a Madina, Eduardo, que políticamente es infumable pero desde luego es un hombre inteligente). Ahora bien, no son superhéroes. Tienen grandes lagunas en muchos asuntos, por ejemplo en educación científica, con la magufada de la enfermedad del WiFi, que defendieron en el Europarlamento.

      Desde luego, su posición con el conflicto sirio era de EGB. No es ya que no supieran nada de ese conflicto, sino que evidenciaban que no sabían nada de conflictos. Era ridícula a más no poder.
      https://esmola.wordpress.com/2015/11/30/el-pensamiento-magico/

      Sobre el Partido Comunista iraní, podemos también recordar al Partido Comunista de Iraq, hasta no hace tanto uno de los más potentes de la zona, y hoy completamente desaparecido en la lógica sectaria que gobierna allí. Y por qué irnos más lejos, las esperanzas se abrían con el FLN argelino, el principal artífice de la independencia. O la tortura y asesinato de Ben Barka… Al mundo islámico no se le permitió tener la oportunidad de desarrollarse. Tantos sus élites como las nuestras lo querían sometido, y la religión ha sido el mejor invento. ¿Cuándo volverá Siria a levantar cabeza? En el mejor de los casos, tardará décadas en superar la destrucción material, y aún más todo el odio sembrado con esta guerra.

      Comentarios por Mendigo — 3 julio 2017 @ 18:25 | Responder

  3. El impetuoso Mustafá, ávido de conocimiento, le preguntó a su abuelo:
    – ¿cual es la luz que ilumina tu camino, cómo distingues lo justo de aquello que no lo es?
    – Ay hijo mío…. mis pasos son guiados por el contenido del Libro Sagrado.
    Nuestro joven amigo, feliz de hayarse tan cerca, prosiguió:
    – ¿Y qué contiene el Libro Sagrado?
    El abuelo, sonriente, burlón, tras una breve pausa respondió:
    – Una flor prensada y una carta de mi amigo Iskandar.

    Comentarios por Àlex — 3 julio 2017 @ 11:29 | Responder

    • Lo de «hayarse» es un atentato contra la RAE y el buen gusto, pero también un alegato en contra de la estandarización, normalización y encortesamiento de las lenguas.

      Comentarios por Àlex — 3 julio 2017 @ 11:45 | Responder

      • Sí, ahora búscate excusas. 😛

        Pues mira, yo también soy muy proclive a las confusiones de y/ll. Como soy yeísta…

        Comentarios por Mendigo — 3 julio 2017 @ 18:26 | Responder

        • ¿no ha colado? ke ke ke ke ke!!

          Comentarios por Àlex — 3 julio 2017 @ 20:33 | Responder

    • Qué bueno!

      Iskandar es el nombre persa de Alejandro. De dónde lo has sacado? Me encantan esas fábulas, tipo El Conde Lucanor.

      Mira, intentando encontrarla he encontrado esta página que tiene unas cuantas fábulas sufíes:
      http://nasdat.com/index.php?topic=4305.0

      Curiosamente, la última es muy apropiada:

      Érase una vez una cría de elefante que oyó a alguien decir: “Mirad, hay un ratón.” La persona que lo dijo estaba mirando a un ratón, pero el elefante pensó que se estaba refiriendo a él.
      Resultaba que había muy pocos ratones en ese país y, en cualquier caso, solían mantenerse en sus madrigueras, y sus voces no se escuchaban demasiado alto. Pero la cría de elefante iba como un trueno de un lado a otro, en un estado de éxtasis por su descubrimiento, diciendo: “¡Soy un ratón!”
      Lo dijo tan alto, tan frecuentemente y a tanta gente que –lo creáis o no- existe ahora un país entero en el que casi todo el mundo cree que los elefantes, y especialmente las crías de elefantes, son ratones.
      Es verdad que, de vez en cuando, los ratones han intentado poner reparos a los que mantienen la creencia mayoritaria, pero siempre se les ha hecho huir.
      Y si alguien quiere alguna vez volver a abrir de nuevo esta cuestión de ratones y elefantes en aquellos lugares, es mejor que tenga una buena razón, nervios de acero y medios efectivos de defender su causa.

      Comentarios por Mendigo — 3 julio 2017 @ 18:49 | Responder

      • Si, muy apropiado. Así funcionamos

        Comentarios por Àlex — 3 julio 2017 @ 20:35 | Responder

      • Es un cuento sufí que recuerdo haber leído hace mucho tiempo así que lo (mal)redacté de nuevo. Lo de Iskandar es pura casualidad, iba a poner Adbullah pero no me cuadró. En el original no se habla de Libro Sagrado si no directamente «de lo que contiene el Corán» (pero cualquiera sabe que la Biblia y la Torà son perfectos también para prensar flores o almacenar cartas, billetes….)

        Comentarios por Àlex — 4 julio 2017 @ 11:06 | Responder

        • Si te gustan este tipo de cuentos: Cuentos sufíes, de Rumí (un místico del s.XIII). Están sacados de otra obra mayor, el Masnavi, que es la obra maestra del sufismo (larguísima, esto ya para los campeones).
          https://en.wikipedia.org/wiki/Masnavi

          Comentarios por Mendigo — 4 julio 2017 @ 22:56 | Responder

          • Moltes gràcies, Mestre! Le echaré un vistazo

            Comentarios por Àlex — 5 julio 2017 @ 11:05 | Responder

          • Hablando de biblias y flores, Das Kapital me va perfecto para nivelar un sofá viejo al que le falta una de las patas. Agur!

            Comentarios por Àlex — 5 julio 2017 @ 11:09 | Responder

            • Pues ya debía ser larga, la pata de ese sofá. XDDDDDDDDDD

              Seguro que el sofá no se mueve, pero… ¿has leído el libro antes? La mayoría de la gente lo deja en los primeros capítulos, es un libro muy denso en el que Marx va demostrándolo todo paso a paso, a ritmo de apisonadora. Es quizá el ejemplo más opuesto a un libro sagrado, en el que la condición de veracidad es la misma afirmación: es así porque yo lo digo. En El Capital, esto es así porque esto, esto y lo otro, y esto porque esto y aquello y lo de más allá.

              Luego, cada cual puede estar de acuerdo o no, pero sin duda es un esplendido ejercicio de razonamiento inductivo. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada y ser muy generoso con el esfuerzo, para llegar a deglutirlo completamente (que no es mi caso, y eso que lo leí lápiz en ristre como hago como todos, y aún así tendría que leerlo un par de veces más).

              Comentarios por Mendigo — 6 julio 2017 @ 23:27 | Responder

              • Voy a ser sincero, no me he leído El Capital ni tengo perspectiva de leerlo dentro de los próximos cien años. No dudo de la buena fe de Carlos a la hora de desentrañar los entresijos de la historia pero pienso lo mismo que con el Cristianismo, en el nombre del marxismo (seguramente traicionando su verdadero sentido) se han cometido verdaderas atrocidades con el pueblo llano, los humildes, aquellos a los que parecía venir a salvar. Los partidos comunistas ejercen una muy buena labor crítica en la oposición, poniendo en evidencia la desnudez del sistema. Cuando toman el poder, son eso, Poder, nada más. Por otro lado la visión racional y cientítica de la Historia tiene sus propios límites y vergüenzas, aunque en estos momentos, al estar inmersos en dicha cosmogonía, no somos conscientes de que la vida, lo humano e incluso la historia no se pueden acotar con teoremas, teorías, hipótesis y método científico. Me refiero a que una cosa es llegar al desarrollar el Ciclo Carnot y otra muy diferente es pretender darle una explicación algebraica a la existencia humana y mucho menos a la naturaleza.

                Comentarios por Àlex — 8 julio 2017 @ 5:45 | Responder

          • Saludos:

            Alucinado me dejas. Si has llegado hasta el Masnavi es que conoces una de las partes más interesantes del islam. Si me lo permites me gustaría recomendarte una película, es de un director tunecino que tiene una relación con el islam un tanto peculiar; amor y odio. Hizo una magnifica trilogía sobre el desierto y esta es una de esas películas … sobre sufismo.

            Me encantaría conocer vuestra opiniones sobre la película.

            Comentarios por Vicente Millán — 6 julio 2017 @ 22:21 | Responder

            • No, no, yo no me he leído el Masnavi. Sólo sé de su existencia, ya digo, por esa colección de cuentos.

              Cuando el día tenga 80 horas, quizá me pongo, pero por ahora no doy abasto. Tú te lo has leído? Qué te ha parecido?

              La peli, esa sí, me pongo con ella. Le he echado un vistazo y promete, y horita y media sí que puedo tener disponible. Cuando has dicho lo de director tunecino, me he acordado de Kechiche, pero no, es de Nacer Khemir.
              https://www.filmaffinity.com/es/film761497.html

              Pues mira, hace un momento estaba buscando música de otro tunecino. Jazz con regusto magrebí. A ver qué te parece…

              Comentarios por Mendigo — 6 julio 2017 @ 23:18 | Responder

            • Mi ignorancia es inmensa (y mucho mas que la pienso seguir implementando), es por eso que me atrevo a afirmar que el sufismo no necesita del Islam si no que supo amoldarse a la venida del mismo. No veo nada del mensaje del redactor del Corán en los textos sufís, nada. El sufismo no necesita ni tan solo de llamarse a si mismo sufismo y podría existir perfectamente dentro del cristianismo o de cualquier otra institución religiosa. Comunión directa con lo Sagrado mas allá de cualquier dogma o manual de usuario.

              Salud!

              Comentarios por Àlex — 8 julio 2017 @ 5:53 | Responder

            • Vista.

              El mensaje es a veces un tanto vago, también es cierto que me faltan referencias culturales. Pero visualmente es un encanto, con una fotografía a veces exquisita. Y lo mismo con la música, una preciosidad. Como producto estético, una joya. En cuanto a la historia (o las historias, hay 3 hilos principales), me gustaría que estuvieran más perfiladas.

              Hay escenas, como la del viejo haciendo sus abluciones con arena, que son de una hermosura abrumadora. Hermosura ante la que hay que estar alerta, ya que también eran bellas las producciones de la Riefenstahl, como puede ser bello el Duomo de Milano o la Capilla Sixtina. Por encima de lo bien que se venda una idea, hay que analizar objetivamente su validez ética.

              En cualquier caso, muchas gracias por la recomendación. Ha sido una de esas películas de las que dificilmente te olvidas.

              Comentarios por Mendigo — 31 julio 2017 @ 13:57 | Responder


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