La mirada del mendigo

26 marzo 2020

De profesión, escritor

Filed under: Arte — Nadir @ 2:22

En la orilla del río algunos aldeanos esperan la barca sentados sobre la yerba a la sombra de los verdes y retorcidos mimbrales. La ventera busca sitio en el corro, y Ádega, algo más apartada, quédase al cuidado del rebaño. Un ciego mendicante y ladino que arrastra luenga capa y cubre su cabeza con parda y puntiaguda montera, refiere historias de divertimiento a las mozas sentadas en torno suyo. Aquel viejo grosero tiene un grave perfil monástico, pero el pico de su montera parda, y su boca rasurada y aldeana, semejante a una gran sandía abierta, guardan todavía más malicia que sus decires, esos añejos decires de los jocundos arciprestes aficionados al vino y a las vaqueras y a rimar las coplas. Las aldeanas se alborozan y el ciego sonríe como un fauno viejo entre sus ninfas. Al oír los pasos de la ventera, interroga vagamente:
– ¿Quién es?

[…]

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Estaba leyendo un cuento tan breve como delicioso de Valle-Inclán, con ese estilo arcaizante tan peculiar. Y al goce cada vez menos frecuente de disfrutar de la literatura, falto de tiempo, se sumó la pesadumbre de comprender que es un arte, otro más, sumido en la decadencia.

Hoy, el oficio ha dado paso a la genialidad, ahorrándose el duro camino del aprendizaje. Así, encontramos una miríada de artistas que ni tienen don, ni tienen oficio. Y eso que la escritura, por su carácter elitista (hay que hacer el esfuerzo de leer), no es de las artes más arruinadas.

En fin, no me quiero extender más, para qué. El mundo seguirá loando la desnudez del monarca. Sólo quería añadir un comentario más que me surge a la lectura de este libro: es terrible que el autor de Vilagarcía tuviera que recurrir a un idioma extranjero para expresar y ver publicado su mundo interior, pues según avanza la lectura se percibe claramente que está transformado mentalmente a formas castellanas un cuento que por su naturaleza debería desarrollarse en gallego. La historia está escrita originalmente en un castellano forzado, de chico de aldea en la capital, en el cual las formas gallegas de llamar al mundo están constreñidas y pugnan por liberarse.

Una pena que alguien tenga que renegar de su cultura para ganar relevancia. El castellano, antaño ejecutor, hoy está en la lista de las víctimas de la diglosia, como idioma de pobres que se avergüenzan e identifican la lengua de sus padres con pobreza y atraso. Sobre el viejo conquistador hoy de hinojos avanza, a ritmo lento pero implacable, la lengua bárbara.

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8 comentarios »

  1. Tengo otra memoria literaria.
    Creo que es de Valle-Inclán,
    pero no he sido capaz de localizar la cita.

    Un personaje le pregunta a otro:

    ¿Me hace vuestra merced el favor de su gracia?

    La primera pregunta es si ahora se entiende
    lo que está preguntando… Un estilo arcaizante, sí.

    >>>

    Comentarios por Juan Manuel Grijalvo — 26 marzo 2020 @ 3:19 | Responder

    • La ruta es -> El Ruedo Ibérico 1-> Libro cuarto:» El coto de los Carvajales»-> Cuarto capítulo

      Curiosamente es un dialogo que transcurre en gran parte en el interior de un tren de aquellos de banquetas de madera lo que imagino es un plus en su caso Don Manuel 😉

      —————

      »
      —¡Argamasilla de la Orden! ¡Diez minutos de parada! Los Civiles cambiaron algunas palabras:
      —¿Qué tiempo ha dicho?
      —Diez minutos.
      —Siempre serán veinte.
      —Y te quedas corto.
      —Podemos pasar el oficio.

      Recogieron las carabinas y se apearon. En la mesa del jefe de estación adobaron el parte: Lacónico, claro, veraz, como previenen las ordenanzas del Benemérito Instituto. La Pareja había sorprendido a una cuadrilla de gente sospechosa que viajaba sin billete. Intimada la rendición, unos se dieron a la fuga y otros hicieron armas. La Guardia Civil, forzada a dispa-rar, los puso en dispersión, viendo caer a uno de los que tenían opuesto mayor resistencia. El hecho había ocurrido entre los kilómetros 213 y 214. Un escrúpulo de conciencia les llevó a escribir las cifras en números ará-bigos y en latino alfabeto. El Guardia Orbaneja, que tenía la pluma, mur-muró, dejándola en suspenso:

      —¿Se aducen testigos?
      —Siempre es bueno.
      —¿Qué testigos?
      —Con tres hay suficiente. El revisor, el cura y la señora que le acompaña.
      —Hay que saber los nombres.
      —Espera, que voy a preguntárselo.

      El Guardia Romero, en dos zancadas, llegó al vagón.

      —Señor Cura, ¿me hace el favor de su gracia?
      —Torcuato Valentín, párroco de Los Castriles.
      —¿Y la señora?
      —Soledad Reina.

      Se sofocó el ama, porque no quería andar en declaraciones. El Guardia Romero la tranquilizó:

      —No habrá caso. Se ponen testigos por mero trámite, pero es más que suficiente para la declaración de la Pareja. No pasen ustedes cuidado. Gracias y hasta luego.

      El Guardia Romero volvió a la oficina del jefe de estación, soplándose la escarcha del bigote:

      —Escribe, Orbaneja.

      El Guardia Orbaneja requirió la pluma y esperó con ella en alto:

      —¡Acaba de parir!
      —Don Torcuato Valentín, Cura párroco de Los Castriles, y Soledad Reina.
      El Guardia Orbaneja escribió los nombres y rasgueó el Dios Guarde. Después presentó la pluma al Guardia Romero: Era el más antiguo y su firma debía de ir la primera, como previenen las sabias ordenanzas del Benemérito Instituto. El Juzgado ya podía levantar el cadáver.

      —¡Señores viajeros, al tren!…

      La Pareja de Civiles se apresuró a montar., y con las últimas estrellas, ensuciando de humo los albores del páramo, entró el convoy en la estación de Los Pedrones.

      ————-

      Soy fan de Valle Inclán al que, por cierto, nunca note un uso forzado de la lengua. En fin, cosas veredes amigo Sancho.

      Por otra parte le confieso Don Manuel que me tiene intrigado usted con tanta cita literaria. A veces lo imagino en su enorme biblioteca personal armando maquetas de maquinas a vapor en batin de seda y pipa de espuma de mar en la boca tal que una especie de Hugh Hefner ibicenco. Y sepa que para mi Hugh Hefner es Dios.

      Por cierto disfrute mucho su última entrada. Al final nos va a acabar infectando, en el buen sentido, de su afición.

      Saludiños

      Comentarios por Javitxu — 26 marzo 2020 @ 10:12 | Responder

      • Um.
        Gracias mil.
        Es una cita estupenda, desde luego, y me encanta, pero… no he leído este libro,
        y la pregunta que recuerdo le da una vuelta más: ¿Me hace *vuestra merced* el favor…?
        Mi biblioteca personal no es enorme, y está en vías de reducción y extinción.
        La voy sustituyendo por el extraño artefacto informático que es el site.
        Esta bitácora ya es mi segunda casa en Internet.
        La presente serie de ferrocarriles ya se me ha ido de las manos:
        habrá al menos otra entrada sobre canales navegables,
        y tal vez dos, porque necesito explicar bien explicado el Canal de Castilla.
        Tengo trenes eléctricos, pero hace décadas que no armo las vías.
        Gracias de nuevo.

        Comentarios por Juan Manuel Grijalvo — 26 marzo 2020 @ 16:36 | Responder

  2. iste pequeno conto do Valhe-Inclam , bem poder-se-ia atribuir sua autoria, à Pardo Bazam ( em realidade se lèmos os de ambos são no fundo intercambiaveis) . O Poder da Lingua do Império sobre os paises minus-valorados e ainda alienados, produz estos resultados que ainda perduram até dia hoje.
    meus cumprimentos e que » a vida destes tristes dias nos seja leve».

    Comentarios por ramom — 26 marzo 2020 @ 11:22 | Responder

    • Cal de Pardo Bazán? Teño lido cousas dela, pero non lembro un semellante. E xa que o dis, e agora que temos máis tempo, gustaría de lelo e comparar.

      A levalo o mellor que podamos, e extremar as precaucións para que, se a infección progresa, que non sexa pola nosa culpa. Polos nosos vellos. Hoxe máis que nunca: saúde!!!!

      Comentarios por Nadir — 26 marzo 2020 @ 12:29 | Responder

      • «La codicia se la disfrazaba de humanidad»
        Es de un cuento de Pardo Bazán. Tiempo de ánimas.
        Me he acordado de esta frase al ver como se venden respiradores al mejor postor.😓

        Comentarios por erebiagorge — 26 marzo 2020 @ 15:49 | Responder

  3. pois mire eu não lhe sou de muita literatura ( mais bem pra minha desgraça de muito pouca) . mas podo-lhe recomendar pra ler neste dias de enclaustramento. Obrinhas muito curtas da Pardo Bazam:
    La Companha
    Georgicas
    El encage roto
    Los buenos tiempos…

    Há do pouco que tenho lido . Esquecia-me do Venceslão Férnandez Flórez que como não ía sere menos ambienta em castelhano no seu Bosque animado , o curtinho conto » El clan de los gatos». Sáudos e cumprimentos.

    Comentarios por ramom nogueira — 26 marzo 2020 @ 20:21 | Responder

    • Eu de mozo era de moita lectura, polo pracer de ler. Pero agora, cada vez teño menos tempo e, cando remata o día, xa teño os ollos cansos. Tomo nota das súas recomendacións, non será moi difícil atopalos. Moitas grazas. 🙂

      Comentarios por Nadir — 28 marzo 2020 @ 21:42 | Responder


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