La mirada del mendigo

19 agosto 2020

Aranceles de carbono

Filed under: Economía — Nadir @ 9:28

Ya sabéis lo ufano que me siento cuando el tiempo reivindica mis juicios. Pero esta vez mi satisfacción no tiene nada que ver con mi ego. No sé si alguien recordará una entrada que realicé, para mí una de las más importantes de este espacio (y ya van unas cuantas), proponiendo la que a mi juicio sería la vía más efectiva para lograr una reducción de emisiones de dióxido de carbono globales: La política fiscal, la teoría de juegos y el cambio climático.

Pues bien. Parece que han tenido la misma idea en Bruselas. Este concepto, el carbon border adjustment mechanism o, más simplemente, carbon border tax, normalmente asociado a los derechos de emisiones (ETS), hacía tiempo que se había propuesto pero hasta ahora ningún país se había decidido a adoptarlo.

Todavía está todo por definir y, sin duda, una tasa así tiene grandes dificultades por delante, desde definir la intensidad de carbono de cada importación o determinar su cuantía, a aplicarla en un escenario de guerra arancelaria descarnada (USA, con una intensidad energética que es el doble de la europea, podría tomar represalias). Ya sabéis que yo no me quedo en los titulares ni me sumo a la satisfacción oficial como por ejemplo con la Cumbre de París, que fue una completa patochada de cara a la galería, por mucho que los periodistas, analfabetos, transmitieran a la ciudadanía el júbilo por los no-compromisos de los próceres mundiales.

Esta iniciativa, de llegar a buen puerto y no aguada por los cabilderos comme d’habitude, tiene la capacidad de suponer un punto de inflexión determinante en la producción de emisiones de efecto invernadero. Emisiones globales, porque hasta ahora estábamos limitados por el unilateralismo: un estado o supraestado puede tomar una vía de descarbonización, pero no podía forzar a los demás. Y, de hecho, tomando esta vía podía dañar la competitividad de su industria, obligada a incurrir en inversiones que la competencia podría ignorar, sacándola del mercado. La necesidad de unanimidad, para que el estado que se desmarque no obtenga una ventaja competitiva de su falta de compromiso, es lo que tiene bloqueado el esfuerzo diplomático hacia la reducción de emisiones. Máxime desde que USA, con la llegada de Trump, decidió romper la baraja, lo cual movió a China a rebajar sus objetivos de descarbonización. O todos o ninguno.

Pues bien, la tasa de carbono es la solución a este problema lógico. La UE no puede forzar a terceros países, pero sí tiene competencias para determinar la política arancelaria, así que puede hacer valer su condición de segunda potencia económica mundial en volumen de importaciones para forzar comportamientos en sus proveedores. No obliga a nadie, pero el estado/industria que justifique su descarbonización (¿auditoría ambiental?) podrá entrar en el mercado europeo sin la carga añadida de esta tasa. E incita a otros estados, sectores industriales y bloques económicos a adherirse al acuerdo para intercambiar bienes (y acaso servicios, pues muchos también tienen una notable huella energética) libres de la tasa de carbono, lo cual aceleraría el cambio y la adopción mundial de medidas de descarbonización, para no quedar como un estado-paria, excluido de los mercados internacionales.

Ya a mayores, como decía en el artículo: sería interesante aprovechar la oportunidad para tomar en cuenta no sólo las emisiones de efecto invernadero, sino el impacto ecológico en su conjunto (hay más agresiones al medio natural que el cambio climático) y, ya puestos, las condiciones laborales. Una forma de nivelar el terreno de juego; si un producto foráneo quiere competir con un producto europeo, tiene que equilibrarse el precio según las condiciones en que ambos han sido producidos. De esta forma no sólo estaríamos promoviendo la descarbonización de la economía mundial, sino también la protección de los ecosistemas en su conjunto y el respeto de los derechos laborales (además de la protección de la industria europea de la competencia ilegítima).

Sabéis que no suelo echar las campanas al vuelo, y siempre he defendido que el problema de las emisiones de efecto invernadero era mucho más complejo que una cuestión de compromiso voluntario, en general cosmético, movido por el exhibicionismo progre. Precisamente por comprender la dificultad de superar el equilibrio de Nash que subyace en los compromisos de reducciones de emisiones. Pues bien, sólo la intención de establecer estas tasas al carbono son una excelente noticia, el mayor avance desde Kyoto para la reducción efectiva de las emisiones. Ahora toca ejercer presión social para que esta iniciativa (ahora en proceso de consulta a la ciudadanía, en el cual podéis y debéis participar) no acabe descafeinada u olvidada en el trámite por los pasillos de Bruselas.

Al menos hoy, hay una esperanza cierta de detener el calentamiento global que ayer no teníamos. Esto sí que es una iniciativa seria, con verdadera potencialidad transformadora, no becerradas de cara a la galería. Ahora, a defender con ahínco su aplicación rigurosa.

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9 comentarios »

  1. Por cierto, para que comprendáis las infinitas implicaciones de una iniciativa así. Por ejemplo, a la hora de importar petróleo a la UE, el petróleo ruso o nigeriano estaría gravado con más intensidad que el saudí, que es menos costoso energéticamente de extraer. Por otra parte, en las importaciones de gas natural, el gas ruso transportado por gasoducto tendría ventaja sobre las importaciones de LNG qatarí y, ni que decir tiene, del shale licuado gringo, que quedaría completamente fuera de juego. Mucho ojito a las repercusiones geoestratégicas de implementar algo así. A Trump, si aún sigue en el puesto, no le va a hacer ni puta gracia.

    Comentarios por Nadir — 19 agosto 2020 @ 10:36 | Responder

    • La iniciativa me parece bien, pero como dices, Nadir, podria acrecentar aun mas las desigualdades entre paises exportadores, ya que en este caso, Arabia Saudi se veria menos perjudicada por los nuevos aranceles que Nigeria, solo por tener la suerte de situarse geograficamente en ahi.

      Comentarios por Celia — 21 agosto 2020 @ 9:32 | Responder

      • Buenas, Celia.

        Pero es que, realmente, refleja las emisiones asociadas a producir ese petróleo. Aquí no estamos haciendo más que imputar esas externalidades, ese CO2 que ahora se libera «gratis» a la atmósfera. Si el petróleo saudí es más barato, en términos de emisiones, de explotar que, por ejemplo, el shale oil de la Permian, es procedente que la retribución por barril lo refleje. Ya no es que me caigan mejor los saudíes que los texanos, que ya ves.

        De todas formas, el petróleo es sólo una de las importaciones de la UE, una muy importante en monto, sin duda. Pero podemos hablar de bienes intermedios como bobinas de acero, o finales como televisores. Pongamos que hay dos foundries que producen el mismo chip para instalar en una tele europea. Una está en un país con una red eléctrica alimentada fundamentalmente con carbón (pongamos China), y la otra es servida por una red eléctrica basada en nuclear y ciclos combinados (pongamos Corea, simplificando mucho). Es oportuno que el chip chino entre en Europa con un precio suplementado con una tasa, que impute ese CO2 extra que ha sido emitido en su fabricación respecto al coreano. Míralo de otra forma: esas emisiones nos están haciendo un daño que debe ser compensado. Probablemente las emisiones imputadas no saquen al chip chino del mercado, pero le metan una mordida a su margen de beneficio. Esto será un acicate para que las empresas chinas presionen a su gobierno para que cambie a un mix eléctrico más descarbonizado, para no tener que competir en el mercado con esa desventaja de partida.

        Sí, ciertamente, hay desigualdades que son propias de su localización geográfica. Por ejemplo, a las empresas suecas les viene de puta madre, porque su sistema eléctrico está basado prácticamente todo en hidro, con cero emisiones. Y a una empresa polaca, que su riqueza es el carbón, le va a costar competir con la sueca. Nadie dice que el reparto de la riqueza natural sea justo, simplemente fuentes de riqueza como el carbón que antes eran más valoradas, ahora lo serán menos, para imputar la externalidad negativa asociada a su combustión.

        Comentarios por Nadir — 21 agosto 2020 @ 17:34 | Responder

  2. Um. Veo que necesitaré la lupa gorda…
    para entender muy poco, como de costumbre.
    Estoy juntando ladrillos para montar
    las hijuelas de «Patria y potestad».
    Y es que prometo más que los políticos.

    Comentarios por Juan Manuel Grijalvo — 19 agosto 2020 @ 12:28 | Responder

    • Has demostrado de sobra que cumples y, cuando lo haces, la producción es de mucho mayor valor.

      Comentarios por Nadir — 21 agosto 2020 @ 17:18 | Responder

  3. Pero emisión de carbono también se produce con los miles de incendios en la Amazonía para plantar soja, o en las selvas de Indonesia para obtener aceite de palma, y mucha. Y no sólo por incendios, sino simplemente por talar el bosque y arrasar el suelo. No sólo los coches emiten CO2. ¿Van a ponerle impuestos a la soja o al aceite de palma, del que dependen muchas multinacionales europeas?

    Comentarios por Greg — 21 agosto 2020 @ 19:10 | Responder

  4. Desde el punto de vista ambiental, estoy totalmente de acuerdo, es lo que habría que hacer. Dicho lo cual, esto es justo lo contrario a la globalización que llevamos empujando desde hace tiempo.

    Resulta que lo suscribo. Sin embargo, recomiendo intentar elucubrar las implicaciones de todo esto. Me temo que son harto desagradables, al menos a medio plazo.

    Inflación galopante y pobreza por doquier al laminar aún más un poder adquisitivo ya de por sí en el borde de la solvencia.

    Y sin embargo, lo sigo suscribiendo.

    Comentarios por Beamspot. — 26 agosto 2020 @ 19:24 | Responder

    • Inflación galopante y pobreza por doquier –> Bueno, bueno, ya te pones catastrofista. Trump ha metido unos aranceles draconianos en buena parte de sus importaciones, y no vemos ni una cosa ni la otra en gringolandia.

      Comentarios por Nadir — 28 agosto 2020 @ 9:57 | Responder

  5. […] no le conviene por todo lo antedicho y, por lo tanto, tened por seguro que no se hará. De hecho, la propuesta europea se encuentra bloqueada durmiendo el sueño de los […]

    Pingback por Perded toda esperanza | La mirada del mendigo — 6 agosto 2022 @ 20:56 | Responder


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