La mirada del mendigo

1 diciembre 2020

Juan Manuel Grijalvo – Patria y potestad – Alfonso XIV – Historia alternativa

Filed under: Historia — Juan Manuel Grijalvo @ 17:18

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No olvide usted que la realidad tiene siempre una estructura,
y que hay que atenerse a ella en lo sustancial


Torcuato Fernández-Miranda y Hevia

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Verá usted, ya ha pàsado un año desde la publicación en «La Mirada» de uno de mis modestos trabajos de Historia de estar por casa, el titulado «Patria y potestad». Resumiendo mucho un texto que ya es el resumen de otro mucho más prolijo, mi tesis es que las formaciones sociales se configuran siguiendo unos patrones que se van repitiendo desde la Antigüedad. Hay variaciones, por supuesto, pero los Poderes Que Son aplican la fórmula del Gattopardo: es preciso que todo cambie para que todo siga igual. Terminaba diciéndole que «otro día, si usted quiere, podemos hacer otro de estos pequeños ejercicios y ver cómo están las pirámides en los tiempos de Felipe V+I».

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Con la que está cayendo, hoy tampoco me apetece meterme en ese jardín, sobre todo porque nos han hurtado sistemáticamente cualquier información veraz sobre el asunto. Por eso le propongo, si le parece bien, que desarrollemos -mínimamente- otro de los temas que habíamos esbozado entonces:

«En 1969, Franco designó a Juan Carlos de Borbón y Borbón como su sucesor en la Jefatura de Estado. También nombró embajador en Suecia a su primo Alfonso de Borbón y Dampierre. Cuando se casó con una nieta del dictador, hubo quien dijo que Franco cambiaría de heredero para que la “nietísima”, Carmencita Martínez-Bordiú, fuera reina. Quién sabe… Es un buen POD para una Historia Alternativa».

Resumiendo mucho, la Historia Alternativa consiste en estudiar una sucesión de eventos («Our Timeline,» abreviada como OTL) y hallar alguno que pudo haber acabado de otra forma: un «Point of Divergence,» conocido también como POD. A partir de ahí, nos inventamos una «Alternate Timeline,» es decir, una ATL: una historia ficticia que es tanto más útil cuanto más lejos nos lleve de la realidad real del mundo mundial.

En principio, estas líneas de tiempo no tienen nada que ver con las «líneas de la vida» de la quiromancia. Es una técnica adivinatoria antiquísima y «funciona», igual que el horóscopo del diario, mientras nos dice lo que queremos oír: terapia de la conducta a precios asequibles, oiga. Bromas aparte, vale la pena que pensemos un minuto en la base experimental de la psicología, de la sociología y del resto de las disciplinas más o menos científicas que van a permitirme especular con algún fundamento sobre unos «hechos históricos» que sólo serán hipotéticos. Las líneas de la mano son un esquema de los elementos básicos de la personalidad: el corazón, la cabeza, Venus, Mercurio… y de los millones de imponderables que nos rodean desde que nacemos: la suerte, el destino, los viajes… En cuanto a la «línea de la vida», termina exactamente igual que OTL y que ATL: con la muerte.

A los de mi quinta no hace falta que nos expliquen quién es María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco. En los «felices setenta» del siglo pasado, ser hija de la única hija de Franco la clasificaba sin más como una de las Personas Muy Importantes del país. En cambio, Alfonso Jaime Marcelino Manuel Víctor María de Borbón y Dampierre no era especialmente famoso. Gracias a la publicidad que se dio a la boda, nos enteramos de que el novio era nieto del rey Alfonso XIII, y primo del sucesor designado por Franco: Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, que había aceptado el nombramiento ante las Cortes de la dictadura el 22 de julio de 1969. Después de la boda, empezó a correr el rumor de que el «Generalísimo», que ya contaba 79 años de edad, cambiaría de heredero para que la «Nietísima» fuera reina. Según la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, «aprobada» por las Cortes el 7 de junio de 1947, podía nombrarlo y revocarlo sin cortapisa alguna. Al parecer, la gran valedora de la operación fue María del Carmen Polo y Martínez-Valdés, más conocida como Carmen Polo de Franco.

Supondremos que Franco dio ese paso.
A partir de ahora, citaré al novio como Alfonso XIV.

El primer perjudicado hubiera sido, cómo no, el anterior «delfín».

El padre de Juan Carlos, Juan de Borbón y Battenberg, que fue más conocido como «el conde de Barcelona», era el tercer hijo varón de la esposa legítima de Alfonso XIII. Había llegado a ser su heredero porque el primogénito, Alfonso de Borbón y Battenberg, renunció a sus derechos dinásticos el 11 de junio de 1933. Quería contraer un matrimonio morganático y padecía hemofilia. El segundón, Jaime de Borbón y Battenberg, también había renunciado, el 23 de junio de 1933. Estaba sordo desde los cuatro años de edad. En realidad, tampoco estaban renunciando a gran cosa: el 14 de abril de 1931 se constituyó el Gobierno Provisional de la República, y la familia borbónica salió del país por tercera vez. Ser jefe de la Casa Real y nada, igual a equis: el tercer hijo legítimo nunca fue rey. Sólo fue el pretendiente «legal» al trono desde la renuncia de Alfonso XIII, el 15 de enero de 1941, hasta la suya propia, el 14 de mayo de 1977.

No sé si ha leído usted un libro de Kipling, titulado «The Man Who Would Be King.» Es una lección práctica sobre la «voluntad de poder». A mi juicio, es sumamente útil. 

Entrando en materia, empezaremos a enumerar los eventos de OTL.

El 8 de marzo de 1972 se celebran los esponsales
de Alfonso de Borbón y Dampierre y Carmen Martínez-Bordiú.

El 22 de noviembre de 1972, Franco concede por decreto el ducado de Cádiz al marido de su nieta. Es un título nobiliario que data de los tiempos de los Reyes Católicos. Dichos monarcas lo incorporaron a los de la Corona. A principios del siglo XIX, Fernando VII lo dio sucesivamente a dos hijos de su hermano menor. El primogénito, Francisco de Asís Luis Fernando de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, murió antes de cumplir los dos años de edad. El rey otorgó de nuevo el título al segundo hijo de su hermano, bautizado como Francisco de Asís María Fernando de Borbón y Borbón-Dos Sicilias.

El 10 de octubre de 1846 Francisco de Asís se casó con la hija y heredera de Fernando VII, su doble prima hermana María Isabel Luisa de Borbón, más conocida como Isabel II. Tal vez sea sólo un chisme sin fundamento histórico: lo que he leído por ahí es que la reina estuvo embarazada doce veces, pero nunca de su marido. El 17 de abril de 1902 el rey consorte murió en Épinay-sur-Seine, a los 79 años. Tras su muerte, el título volvió a la Corona.

Según el periodista Antonio Fontán Pérez, en 1972:

«Un enviado de Franco, persona del Gobierno y muy caracterizada, visitó a Don Juan Carlos de parte del General para que dijera a su padre que el Caudillo quería que se le concediera a Alfonso un título de la Casa Real con el tratamiento de Alteza. El Príncipe habló con su padre. Éste fue el que eligió el título de Cádiz».
A nivel de simple hipótesis, tal vez una de las razones le llevaron a decidirse precisamente por éste fuera el memorable matrimonio de Francisco de Asís con Isabel II. Por otra parte, Alfonso XIII lo había dado al Infante Fernando de Baviera y Borbón, que lo tuvo hasta su muerte, en 1958. Este señor tenía un sobrino, Fernando de Baviera y Mesía, que fue amigo de Carmen Martínez-Bordiú antes de la boda. Uno se pregunta si el conde de Barcelona lo sabía.

Ahora, el rumor aparece, negro sobre blanco, en un periódico serio.

En este país es bastante habitual el «fulanismo» político. Los partidarios de tal o cual persona adoptan como identificación un adjetivo que deriva de un nombre o de un apellido. En el siglo XIX tenemos a los carlistas, cristinos, isabelinos y alfonsinos. En el XX, a los franquistas, juanistas, juancarlistas, felipistas, etcétera. Los partidarios de Alfonso XIV se llamaban «dampierristas».

Teóricamente, la dinastía reinante encarna la unidad de la Nación. La realidad real del mundo mundial es que las discordias familiares, el «quítate tú que me pongo yo»,  han sido siempre la norma. A los partidarios de un candidato o del otro les importa entre nada y menos cuál de ellos tiene mejor derecho «legal» al trono. La única pregunta es «¿Qué hay de lo mío?», porque se trata de agruparse en gavillas para defender a los Hunos contra los Hotros. Son conflictos de interés. Punto pelota.

Durante el siglo XIX el conflicto principal lo protagonizan las clases terratenientes, id est, el clero y la aristocracia, contra el «Tercer Estado»: la burguesía. Es la «clase media» de artesanos, banqueros y comerciantes, los burgueses, unos «hombres libres» que están ahí desde que hay «burgos». No importa hablar ni poco ni mucho de los campesinos pobres, que en aquellos tiempos eran intrascendentes e irrelevantes.

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El 8 de marzo de 1972 se celebran los esponsales
de Alfonso de Borbón y Dampierre y Carmen Martínez-Bordiú.

He tomado esta fecha como POD porque la lógica de la Historia Alternativa me obliga a determinar uno, pero ya ve usted que el auténtico POD es el momento en que Franco reúne a los notables de su facción para comunicarles que ha cambiado de parecer y que su sucesor va a ser uno de los yernos del «Yernísimo», el Marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú y Ortega.

Con eso podemos plantearnos uno de los problemas insolubles de la Historia Alternativa: en qué medida puede cambiar la Historia la sustitución de un individuo por otro. Mientras no tengamos algún medio técnico para «viajar» al Universo paralelo que genera cada POD -y para volver a OTL, y comparar las notas- sólo podemos especular. Quizá es mejor hacer educated guessing. Así llaman los anglosajones al interesante ejercicio de usar la inteligencia para adivinar lo que pudo llegar a ser, partiendo de unas premisas tan ciertas como pueden serlo cuando nos movemos por un campo tan resbaladizo como una Historia cuyos hechos materiales ignoramos casi por completo. Lo normal es que sólo sepamos lo que nos han contado los vencedores: los vencidos, por lo general, están muertos, y els matats no parlen.

El ejemplo clásico es «the Baby Hitler». Alguien pone a su disposición una «máquina del tiempo» y una pistola cargada. Viaja usted hasta Braunau am Inn y mata a Hitler antes del principio de su brillante carrera política. La deducción fácil es que no hubiera fundado el NSDAP, no hubiera llegado a ser su líder, no habría llegado a canciller, etcétera. Peeero… la lógica más elemental nos dice que el partido ya estaba ahí mucho antes de que Hitler decidiera afiliarse, que la oratoria demagógica estaba inventada desde… desde que hay oratoria, y que nada nos hace pensar que toda la estrategia para tomar el poder en Alemania fuera idea de Hitler exclusivamente. Sin entrar en este POD, que ya ve usted que admite -literalmente- millones de desarrollos, procede que pensemos un poco en las diferencias entre Juan Carlos de Borbón y Borbón-Dos Sicilias y Alfonso de Borbón-Segovia y Dampierre.

Después de la boda, los recién casados se trasladan a Estocolmo
porque Alfonso XIV es el embajador de España en Suecia
desde el 5 de diciembre de 1969 hasta el 22 de diciembre de 1972.

El 22 de noviembre de 1972 nace en Madrid su hijo primogénito, Francisco de Asís de Borbón y Martínez-Bordiú. Un primogénito legítimo y varón es un heredero mucho menos problemático que, por ejemplo, Isabel II. Tiene como padrinos a su bisabuelo materno, el general Franco, y a su bisabuela paterna, Donna Vittoria Ruspoli.

El 9 de junio de 1973 es nombrado presidente del Gobierno de España el almirante Carrero. Es el valido de Franco, pero no ha llegado a serlo por ambición personal. De haber sido así, me parece probable que Franco lo hubiera apartado del poder, como apartó a todos los que podían pensar en quitarle el puesto.

El nuevo vicepresidente es Torcuato Fernández-Miranda y Hevia.
Sería muy útil saber si había hablado alguna vez con Alfonso XIV
y si hubiera podido hacerse «dampierrista».

El 20 de diciembre de 1973, el almirante Carrero muere en un atentado en Madrid, a los 69 años.

Sin entrar en más consideraciones, hay una pregunta: si Franco hubiera elegido como sucesor a Alfonso XIV en 1972, ¿ETA habría matado a Carrero en 1973? Mi respuesta es que sí. En su día, el objetivo prioritario de ETA no es el sucesor «a título de rey». Es el jefe militar que resulta ser el auténtico líder, aceptado como tal por las diferentes fuerzas del «franquismo sociológico». Tras su muerte, Arias Navarro desmonta el equipo de Carrero. Doce de sus ministros salen del Gobierno, y los «nuevos» cesan a más de seiscientos altos cargos, para sustituirlos por gente «suya».

A nivel de simple hipótesis, Franco habría designado a Alfonso XIV en algún momento entre la boda y la muerte de Carrero. Después, el desconcierto de los franquistas desaconseja un cambio de heredero que trae más desorganización: Alfonso XIV queda descartado.

En este momento conviene que haga usted una lista de las fuerzas sociales que tuvieron papeles importantes en la «transición». Con eso podrá asignar un peso político a las personas y a los grupos que aparecen entonces en la vida pública, aquella famosa «sopa de letras» que complicó tantísimo el panorama, después de las décadas yermas de la dictadura.

El 20 de noviembre de 1975 muere en el Hospital Universitario La Paz de Madrid Francisco Franco Bahamonde. A partir de aquí, a cada evento de OTL le corresponde otro de ATL.

El 22 de noviembre de 1975 las Cortes de la dictadura proclaman rey a Juan Carlos I.
<<< ATL – El 22 de noviembre de 1975 las Cortes de la dictadura proclaman rey a Alfonso XIV.

El 18 de noviembre de 1976 las Cortes de la dictadura aprueban la Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política. El 15 de diciembre de 1976 es votada en referéndum.
<<< ATL – Es de aplicación lo que nos dijo Fernández-Miranda sobre la estructura del poder: hemos de suponer que todo este proceso funciona exactamente igual con Alfonso XIV.

Alfonso XIV tiene una carrera académica bastante diferente de la de su primo Juan Carlos. Estudia Derecho en la Universidad de Deusto. Continúa cursando estudios en Valladolid y en la Universidad CEU San Pablo de Madrid. No tengo datos sobre su expediente, pero me parece obvio que sus conocimientos jurídicos habrían sido bastante útiles durante la compleja transición legal al post-franquismo.

El 21 de enero de 1977 es proclamado príncipe de Asturias Felipe de Borbón y Grecia.
<<< ATL – Es proclamado príncipe de Asturias Francisco de Asís de Borbón y Martínez-Bordiú.

El 14 de mayo de 1977 renuncia a sus derechos dinásticos Juan de Borbón y Battenberg. En otras palabras, abdica en su hijo y les dice a los «juanistas» que se hagan «juancarlistas».
<<< ATL – El 20 de marzo de 1975 había muerto en Sankt Gallen el infante Jaime de Borbón y Battenberg: sus discutibles derechos dinásticos no pasaron a su hermano Juan, sino a su hijo Alfonso XIV.

El 12 de febrero de 1981 asume el cargo de segundo jefe del Estado Mayor del Ejército el general Armada.
<<< ATL – El general Armada no es nombrado para ningún mando de importancia.

En OTL, mi hipótesis es que va camino de ser el valido del rey. Es una figura tradicional en la Corona de Castilla. Uno de los más antiguos es Álvaro de Luna, Condestable de Castilla en los tiempos de Juan II de Castilla, rey que fue desde 1406 hasta 1454. Los más famosos han sido el Duque de Lerma, el Conde-Duque de Olivares y Manuel Godoy. Tal vez se pueda decir que el general Primo de Rivera fue el valido de Alfonso XIII. El general Armada se ha ido haciendo, día a día, con el papel de edecán de Juan Carlos, desde 1955. Naturalmente, no puede mudar lealtades para servir a Alfonso XIV, ni éste lo aceptaría.

23 de Febrero de 1981 – Tejerazo

Sin entrar en otras consideraciones, sólo le plantearé una duda. El general Armada goza de la máxima confianza de Juan Carlos I desde 1955. ¿Le parece creíble, o posible, que hiciera nada -lo que se dice nada- de lo que dicen que hizo sin el conocimiento, y tal vez la aquiescencia, de Su Majestad? Hay un testimonio que nunca ha sido desmentido:

Recuerdos de Sabino Fernández Campo. Lo que pasó de verdad el 23-F.

<<< ATL – No hay Tejerazo… al menos, no el 23-F. Mi hipótesis es que la reacción franquista hubiera montado un «pronunciamento», el «cuartelazo» de toda la vida, en algún momento entre 1977 y 1981.

Para los de mi quinta, esto es evidente. El 11 de noviembre de 1978 se había sustanciado la «Operación Galaxia», una «charla de café» que los servicios secretos de la época se tomaron lo bastante en serio como para llevar ante los jueces a los militares que habían estado en la reunión. Uno de ellos era, cómo no, el propio Tejero.

El 19 de febrero de 1982 comienza el «Juicio de Campamento» ante el Consejo Supremo de Justicia Militar.

El 30 de mayo de 1982 ingresa en la OTAN el Reino de España.
<<< ATL – Exactamente igual: es un proceso que funciona fuera del ámbito de decisión de Alfonso XIV.

El 3 de junio de 1982 se hace pública la sentencia del «Juicio de Campamento». El general Armada es condenado a 6 años de reclusión.
El 22 de abril de 1983, el Tribunal Supremo revisa la sentencia y le aumenta la pena a 30 años, pero el 24 de diciembre de 1988, el gobierno socialista de Felipe González lo indulta.
El 1 de diciembre de 2013 muere en Madrid a los 93 años.
<<< ATL – ¿Quién hubiera sido el jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey?

El 28 de octubre de 1982 hay elecciones generales en España.
Las gana el Partido Socialista Obrero Español, o sea, «los rojos».
Ahora mismo, no hay duda de que es un partido dinástico, borbónico y defensor a ultranza del «statu quo». Tal vez el PSOE ya fuera todo eso en 1982, pero resulta más fácil «vender» la «legitimidad democrática» de un Juan Carlos casado con una princesa griega que la de un Alfonso XIV que ha llegado al trono mediante un matrimonio que lo emparenta con la familia de Franco. Tal vez fuera eso lo que disuadió a los muy monárquicos asesores de Franco de cambiar de sucesor en OTL: una esposa que resultaría ser una perfecta impresentable en las fiestecitas de la muy democrática realeza europea.

El 5 de Febrero de 1984 Alfonso XIV tiene un accidente de tráfico cuando vuelve a Madrid desde la estación de esquí de Astún, con sus dos hijos y la institutriz.
<<< ATL – Este accidente no se produce: todo el programa de actividades de Su Majestad el Rey hubiera sido diferente, como los medios de transporte, la protección de su seguridad personal y la de sus hijos… todo.

El 7 de febrero de 1984 su primogénito, Francisco de Asís, muere en Pamplona, a los 11 años de edad, a consecuencia de las heridas que sufrió en el accidente. Sin duda, este suceso trágico justifica por sí solo el epitafio de Jaime Peñafiel: “Ha muerto un hombre al que nadie ha podido envidiar nunca”.
<<< ATL – Por lo dicho, Francisco de Asís no muere ese día.

El 1 de enero de 1986 el Reino de España ingresa en la Unión Europea.
<<< ATL – Este proceso ha seguido exactamente los mismos pasos.

El 30 de enero de 1986, Felipe de Borbón y Grecia, a los 18 años recién cumplidos, jura lealtad a la Constitución y al rey en el Congreso de los Diputados, como sucesor de su padre en el Trono.
<<< ATL – Francisco de Asís cumple 18 años el 22 de noviembre de 1990. En esa fecha jura lealtad a la Constitución y al rey en el Congreso de los Diputados, como sucesor de su padre en el Trono.

El 16 de diciembre de 1986, Alfonso XIV y Carmen Martínez-Bordiú obtienen la nulidad eclesiástica de su matrimonio.
<<< ATL – Formalmente, siguen casados, pero sus dos hijos están internos en un prestigioso colegio privado en Suiza. Cada miembro de la real pareja hace su vida, en medio del clamoroso silencio de la prensa del régimen del 78: no ha dicho gran cosa sobre la, digamos, poco ejemplar vida privada del rey emérito durante décadas.

Tal vez las ambiciones personales de Carmen hayan jugado algún papel en toda esta historia: o reina, o nada. Al final, Duquesa de Franco.

Tal vez podríamos deducir algo sobre las inclinaciones amatorias de Alfonso XIV recordando las de sus ancestros. Él mantiene relaciones con varias actrices. La última, con la argentina Mirta Miller. En eso sigue los pasos de su padre: el 3 de agosto de 1949 se había casado en segundas nupcias con la cantante Charlotte Tiedemann. Y su abuelo Alfonso XIII tuvo al menos cinco hijos naturales. El más conocido es uno de los dos que tuvo con la actriz Carmen Ruiz Moragas: Leandro Alfonso Ruiz Moragas, autorizado por la justicia española a usar el apellido Borbón el 21 de mayo de 2003 como Leandro Alfonso de Borbón Ruiz.

Teóricamente, Alfonso XIV «sienta la cabeza» en la última etapa de su vida: dicen que tuvo una relación sentimental estable, con visos de acabar en matrimonio, con la archiduquesa María Constanza de Habsburgo, hija del archiduque Carlos Luis y de la princesa Yolanda de Ligne. Es una princesa de sangre azul, y hubiera sido un matrimonio «entre iguales» que no le habría impedido seguir aspirando al trono de Francia. O al de España, para el caso.

El 30 de enero de 1989, Alfonso XIV muere en un accidente mientras esquiaba en Beaver Creek, Colorado, Estados Unidos. Es el fin de su «línea de la vida» y el cierre de OTL.
<<< ATL – Esta muerte no se hubiera producido. Al menos, no en estas mismas circunstancias.

El final de todas las líneas de tiempo es el mismo que el de las «líneas de la vida» de los quiromantes: la muerte. Me parece posible, e incluso probable, que Alfonso XIV no viviera muchos años. Hay una cierta propensión familiar a las muertes prematuras, confirmada por el accidente de tráfico que le causa lesiones gravisimas y mata a su primogénito, y por su propia muerte: un accidente de esquí muy, pero que muy raro… que no se investiga. Parece más lógico pensar que alguien le rompió el cuello, le cortó la garganta, y después puso el cable en la pista. Si esto fue así, nos lleva a las preguntas clásicas de la investigación de homicidios:

¿Quién?
¿Cómo?
¿Por qué?
¿Para qué?

Si supiéramos las respuestas, también sabríamos si Alfonso XIV tenía un enemigo acérrimo que tal vez lo persiguió en secreto hasta matarlo.

En los años setenta del siglo XX el asesinato político no era nada excepcional. Por supuesto, tampoco era una práctica exclusiva de los activistas vascos. Las Fuerzas de Orden Público mataron al menos a 591 personas durante la famosa transición. Y esta cifra no incluye a las víctimas de los «incontrolados», y tampoco a las de unos mercenarios pagados con un dinero sobre cuyo uso nadie estaba obligado a dar cuentas.

Y ya ve usted que no he puesto en ATL un evento que, de haberse dado, hubiera cambiado mucho la Historia: una cantidad suficiente de ciudadanos plantea un referéndum sobre la abolición de la monarquía del 18 de Julio. Dependiendo del resultado, hubiéramos tenido Alfonso XIV para mucho tiempo, tal vez el suficiente para «pasar el testigo» a su heredero. O se hubiera abierto el famoso «melón»: tal vez una caja de Pandora que nos hubiera traído todos esos males que los reaccionarios atribuyen a la funesta manía de pensar.

Y tampoco me he salido por la tangente: bien fácil me hubiera sido postular que cualquiera de los numerosos grupos que manejan armas letales decide acabar con la vida de Alfonso XIV, en Estocolmo, en 1972. A principios de agosto de 1995, un comando de ETA equipado con un fusil de precisión pudo haber truncado la «línea de la vida» de Juan Carlos I en Palma de Mallorca de un solo tiro.

Por supuesto, no he sido el primero, ni seré el último, en elucubrar sobre la vida y la muerte de Alfonso XIV. En 2007, Xavier Casals i Meseguer escribió un ensayo titulado «Mucho más probable de lo que se ha creído: Alfonso de Borbón Dampierre y María del Carmen Martínez-Bordiú Franco, Reyes de España», que -D.m.- voy a leer después de dar por concluida la presente entrada.

Normalmente, se ha traducido «The Man Who Would Be King» como «El hombre que pudo reinar». En mi opinión, sería más correcto leer la frase palabra por palabra: «El hombre que quiso ser rey», cosa que corresponde mucho más exactamente al programa político de Daniel Dravot, o de Alfonso XIV, para el caso. Es un libro bueno, y breve: dos veces bueno. Naturalmente, cualquier parecido con alguna historia real es pura coincidencia.

Para concluir este ejercicio, tal vez procede que pensemos otro poco en las diferencias entre Juan Carlos de Borbón y Borbón-Dos Sicilias y Alfonso de Borbón-Segovia y Dampierre. Resumiendo mucho, se parecen bastante en la ambición monárquica, y más que bastante en casi todo lo demás. En la época que estamos estudiando, ninguno de los dos tenía un grupo de partidarios que fuera numeroso ni relevante. Tenían que captar adhesiones una a una entre los «poderes fácticos» -militares, curas, falangistas- y cultivar las relaciones con el «cuarto poder» de entonces: la prensa. Mi impresión es que Alfonso XIV habría maniobrado siguiendo poco más o menos los mismos rumbos que Juan Carlos I.

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Este ejercicio tiene una «etapa prólogo» titulada «Cronología biográfica». Tal vez sirva para aclarar, ampliar o concretar algunos aspectos de lo dicho más arriba.

Otro día, si usted quiere, haremos otro ejercicio de Historia Alternativa. ¿Se le ocurre algún POD que pueda interesarnos a los dos?

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7 comentarios »

  1. Saludos:

    A mi lo que me sorprende de esta familia real es las formas de morir tan heroicas que tienen. Por la patria, por supuesto. Un día te mete un tiro tu hermano, otro esquiando te encuentras «algo». Pero, mi ídolo, el hombre que dio de verdad su vida por la patria es don Jaime de Borbón, un mártir, la espichó en el hospital Cantonal de Saint‐Gall en Suiza el 20 de marzo de 1975 a raíz de una hemorragia cerebral producida por un «accidente» ocurrido el 25 de febrero de ese año, después de una disputa con su segunda esposa Carlota Tiedemman, quien le habría dado un botellazo, suponemos que de champán que son bien duras, en la cabeza. Eso es morir por España. La señora Carlota dio buena cuenta de otro putero de tan afamada familia.

    Comentarios por qatalhum — 1 diciembre 2020 @ 21:58 | Responder

  2. Para los aficionados a las ucronias :

    https://www.militar.org.ua/foro/viewtopic.php?t=36355

    Comentarios por Corvo do Anllons — 2 diciembre 2020 @ 22:36 | Responder

    • Cierto:
      «No tenía intención de escribir otra ucronía (menudo trabajo lleva)…»
      <<<
      He leído lo que dice Xavier Casals i Meseguer sobre Alfonso XIV
      y sus ideas divergen bastante de las mías. En Historia Alternativa
      es lo más normal: no sé de ningún "género literario" que dé
      tanta libertad a los perpetradores.

      Comentarios por Juan Manuel Grijalvo — 3 diciembre 2020 @ 18:54 | Responder

      • La primera parte de la ucronia es la que más se podría cumplir la segunda ya depende de muchos factores.

        Comentarios por Corvo do Anllons — 4 diciembre 2020 @ 19:30 | Responder


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