Me pareció interesante, sencillamente. Máxime sobre un tema en el que la ignorancia es generalizada.
Relacionada con la entrada sobre el radón: habitar una casa con un contenido de radón en el límite legal de 300 Bq/m³ equivale a una dosis de 17 mSv al año. Pero el problema son las centrales nucleares y sus residuos. La incultura científica, el analfabetismo, como causa radical de cuando menos buena parte de los males que nos aquejan.
Vamos a realizar uno de estas entradas que con un poquito de aritmética desmontamos mitos sólidamente consolidados en el imaginario común (el analfabetismo científico deja la puerta abierta a la manipulación).
A ver, os lanzo la pregunta a bocajarro ¿dónde pensáis que estaríais más expuestos a la radioactividad, viviendo en Pripiat, la ciudad adyacente a la central nuclear de Chernobil (3km desde el centro de la villa al edificio del reactor); o en un pueblo de la montaña salmantina, lejos del mundanal ruido y de las maléficas centrales nucleares? Digo Salamanca por decir algo, como podría preguntar por cualquier otra provincia atravesada por el plutón granítico del Sistema Central, Ávila, Cáceres, el Norte de Madrid o la Beira Alta portuguesa. O buena parte de Galicia, pero por no caer en el ombligocentrismo.
Paseando por las calles de la ciudad fantasma de Pripiat (hay compañías que hacen viajes turísticos) estaríamos sometidos a una dosis media de unos 0,6 μSv/h. De residir allí, lo cual es imposible porque está dentro de la zona de exclusión, estaríamos sometidos a esa dosis de radioactividad, la 24 horas del día, todos los días del año. Es decir, recibiríamos una dosis anual de 5,25 mSv.
Por el otro lado, residir en una vivienda unifamiliar en, por ejemplo, Ciudad Rodrigo, supone estar expuesto a concentraciones de radón que pueden rondar los 300 Bq/m³ (límite legal para viviendas de nueva construcción, aunque realmente el problema lo tienen las viviendas al envejecer, cuando empiezan a aparecer microfisuras en el solado que aumentan la permeabilidad al radón).
Aquí tenemos un problema de unidades. El bequerelio es una unidad de actividad radioactiva, cuentas por segundo; mientras que el sievert es una unidad de dosis de radiación absorbida por el organismo. Tenemos que poner en relación ambas, y no es complicado. Según el ICRP, en el caso de la exposición al gas radón en edificios residenciales, una concentración de radón de 300 Bq/m³ equivale a una dosis de 17 mSv al año.
Una radiografía de pecho supone someterse a una dosis de 0,1 mSv.
Por supuesto, la presencia del radón es un fenómeno natural originado por el decaimiento del uranio contenido de forma naturalísima en ciertas rocas. Y, como todo lo natural, no sólo es inocuo sino que benéfico. Mientras que la presencia de radionucleidos en Pripiat es culpa de la soberbia del hombre que juega a rivalizar con Dios tras comer el fruto del conocimiento, paradigma de cómo el desarrollo tecnológico sin alma nos conduce al colapso civilizatorio, et caetera, ad nauseam.
¿Conclusiones? Yo he presentado los números, luego que cada cual saque las suyas. La de la sociedad a tenor de sus acciones es que sólo la radioactividad de origen humano es peligrosa (peligrosérrima), mientras que el peligro de la radioactividad natural es desdeñable. Esto no es muy científico que digamos porque cuando se fisiona un átomo no pregunta qué es lo que le mueve a hacerlo, pero es la certeza que opera en las cabecitas de la gente.
La cuestión es que si le preguntamos a un habitante de la villa salmantina de Ciudad Rodrigo, si estaría dispuesto a ir de visita al entorno de Chernobil, la práctica totalidad se negarían aterrados. Cuando, irónicamente, dicha excursión supondría un descanso en la exposición radioactiva a la que están sometidos a diario.
Transcribo el contenido de un escrito que presenté en un ayuntamiento de la montaña ourensana acerca del peligro a la salud pública que supone las concentraciones tan altas de gas radón en viviendas. El radón es un problema de las regiones de rocas plutónicas, básicamente circunscrito a Galicia y el Sistema Central en la Península Ibérica.
Entró en el registro hace más de medio año mas no he recibido contestación, así que es fácil adivinar lo que habrán hecho con ella. Puse un par de anuncios más para alertar a la población, porque es un asunto muy grave, pero sé bien que en una zona rural, despoblada, con la mayoría de la población sin siquiera la educación primaria terminada, no pueden percatarse del peligro de un gas que es inodoro e incoloro, y cuyos efectos sólo se pueden determinar de forma estadística, con la mayor propensión de la población a ciertos tipos de cáncer.
Así que, para que al menos pueda servir a gente de otras partes de la Península que pueda estar también afectada, subo el escrito que remití. En mi caso, adquiriré por mi cuenta un equipo de medida para determinar si la vivienda de los padres de mi compañera está afectada, y luego supongo que lo procuraré revender.
En cuanto al resto de vecinos, avisados quedan. Su alcaldía ni se digna en interesarse sobre el particular. Qué se puede esperar por otra parte de una gestión que dedica buena parte del presupuesto municipal a jolgorios y cuchipandas, siendo uno de los concellos más envejecidos y empobrecidos de Galicia. ¿Promover la actividad económica de forma que se pueda fijar población y revertir el proceso de despoblación? Ni aunque supieran por dónde empezar: eso no da votos. Lo que quiere la gente es nuevos uniformes para el puto entroido. Pues bien, cada pueblo tiene, ni más ni menos, que el gobierno municipal que se merece, además por una absolutísima mayoría del 80% de los votos.
NOTA: El alcalde en cuestión es médico jubilado, así se le presuponen conocimientos para al menos entender parte de lo expuesto.
NOTA II: Los enlaces formaban parte del documento en cuestión. Esto implica que he aportado documentación científica suficiente para dejar claro que no es la opinión de un particular sino que lo que afirmo es positivamente cierto, científicamente irrefutable (la ciencia, fuera de la cual sólo existe ignorancia y bestialidad, permite ser así de categórico, así de chulo). Y si está demostrado científicamente el peligro, la inacción de las administraciones es incompatible con la ética, el honor y la bonhomía. Las exigencias de la ética son tan tajantes como las leyes científicas, y fuera de ella sólo hay rufianes, canalla. Si se avisa que existe un peligro a la salud de la población, aportando pruebas, y no se toma ninguna medida, esta inacción es incluso criminal.
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Expone:
El Concello de O Bolo es uno de los lugares de mayor exposición al gas radón en domicilios, con un valor medio de 450 Bq/m3 (el tercero más alto de Galicia, y por lo tanto de España) según datos recogidos por el Laboratorio de Radón de Galicia, organismo dependiente de la Universidade de Santiago de Compostela.
El radón (concretamente el isótopo 222Rn) es un gas radioactivo que proviene de la cadena de desintegración del uranio (238U) presente en las rocas de nuestro Concello, que se acumula en espacios cerrados como las viviendas y otras edificaciones.
El radón es un peligro reconocido para la salud humana, ya que al ser inhalado se convierte por decaimiento α (un núcleo de helio 4, la actividad radioactiva más energética que existe) en polonio (218Po).
Este proceso tiene lugar en nuestros pulmones, aumentando el riesgo de cáncer de pulmón, lengua y laringe.
Asimismo, el 218Po decae rápidamente a 210Pb (un isótopo radioactivo del plomo), en un proceso que se relaciona con tumores cerebrales (según artículo adjunto publicado en la revista Nature). [N.d.M: esta chusma no ha pasado de ojear las páginas centrales del Interviu, como para sentirse impresionada por una cita en Nature]
La legislación europea fija el límite de exposición en viviendas ya construidas en 400 Bq/m3 de aire, mientras que el Consejo de Seguridad Nuclear califica de alto riesgo las viviendas que superen los 200 Bq/m3. El estudio más amplio en la materia observó un incremento de un 16% en el riesgo de cáncer pulmonar por cada 100 bequerelios/m3 de exposición domiciliaria (Darby S, Hill D, Auvinen A, Barros-Dios JM, et al. Residential radon and lung cancer:detailed results of a collaborative analysis of individual data on 7,148 subjects with lung cancer and 14,208 subjects without lung cancer from 13 epidemiological studies in Europe. Scand Work Environ Health 2006; 32:suppl 1:1-84.).
Una directiva europea más reciente (2013/59/EURATOM) establece el límite de 100 Bq/m3 a partir del cual existe un incremento estadístico significativo de padecer cáncer de pulmón, y en 300 Bq/m3 para lugares de trabajo.
Abundando en la cuestión, y según documentación de la OMS, una exposición de 300 Bq/m3 es equivalente a una exposición anual de 10mSv. Es decir, el equivalente a un TAC de abdomen y pelvis. Al año. O siete radiografías de columna. Cada año. Tal es el nivel de radiación al que se ven sometidos los vecinos sólo con habitar sus viviendas.
Permítanme insistir: la media geométrica de las mediciones realizadas en viviendas de este Concello alcanza los 450,4 Bq/m3, lo cual constituye un problema de salud pública de primera magnitud en este Concello que obliga al consistorio a tomar medidas.
Solicita:
Por todo lo anterior, considero que el Concello debería estudiar un plan de actuación para paliar este problema. En primer lugar, adquiriendo un aparato de medida que permita evaluar el peligro en las distintas parroquias del Concello. Y, en aquellas entidades de población que se revelen como más afectadas, la toma de valores domicilio por domicilio, informando a sus moradores de los riesgos y soluciones constructivas que permitan reducir la concentración de 222Rn (básicamente, impermeabilización y ventilación, natural o forzada).
Atentamente,
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Y, para quien no tenga la mala suerte de vivir en una zona afectada, que no salga de esta entrada sin llevar algo de provecho:
El drama que narra no es tan ajeno a la situación de miseria y emigración de la Galicia interior a la que hace referencia el anterior escrito.