Un buen ejemplo de alarmismo magufo.
Han descubierto que el agua de un río argentino tiene tritio (el isótopo del hidrógeno con tres nucleones, un protón y dos neutrones) y, por lo tanto, es radioactiva. Ese tritio viene de la captura neutrónica por parte del deuterio, que actúa de moderador de un CANDU, un tipo de reactor «rarito» moderado por agua pesada.
Como detalle, da la medida de la radioactividad de ese agua: 154 Bq/l. La mayoría de los periodistas ni hubiera llegado a tanto: tiene o no tiene, y ahí acaba la comprensión de un fenómeno.
Los números importan, aunque es difícil explicarlo en una sociedad anumérica.
La medida de actividad que menciona el artículo es muy baja aunque hablásemos de agua de consumo. Para que nos hagamos una idea, la radioactividad en el agua de algunos balnearios españoles:
La Hermida (Cantabria) = 2.273 Bq/l
Arnedillo (La Rioja) = 1.530 Bq/l
….
(radioactividad que, además, es presentada como poseedora de efectos terapéuticos, lo cual es una solemne estupidez).
Para situarnos, el límite legal en agua para consumo humano en España es de 500Bq/l, y habrá muchas personas (gallegos, salmantinos, abulenses, granadinos…o malagueños) que estén consumiendo agua cerca de esos valores de radioactividad sin saberlo. Y a nadie le parece alarmante, porque no es provocada por una central nuclear sino por la naturalísima presencia de radionucleidos (de nuevo, el radón, pero también radio, uranio, polonio o torio) disueltos.
Por cierto, todos los reactores de Europa occidental están moderados por agua ligera, que es lo que se usa en los nuevos diseños. Luego si no hay deuterio, no hay producción de tritio (o esta es minúscula, a partir del protio).
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La mirada del mendigo 
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