Por mucho que ambos son seres despreciables, y el planeta sería más feliz sin ellos y sus ministros ensuciándolo, me incomoda la injusticia de ponerlos al mismo nivel. Porque uno de ellos hay constancia de que ha procurado evitar esta guerra y agotar la vía de la negociación, mientras que el otro la ha fraguado, perseguido, promovido, auspiciado, financiado… hasta conseguirlo. Uno, porque iría en contra de los intereses de su país, el otro precisamente porque sería un enorme éxito para el suyo.
Al menos, reconozco en ambos que mueven sus piezas con mayor o menor destreza, promoviendo los intereses de los países que presiden, especialmente los de su clase propietaria. Luego está el payaso asesino, infame títere traidor a su patria y a la humanidad.
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Killing in the name of craziness
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A battlefield filled with fools Two thousand hearts lost in the dark
Como podéis comprobar, llevo tiempo desganado y mohíno, con pocas ganas de escribir sobre nada. Haré un esfuerzo por concretar mis divagaciones y fijarlas en estas hormiguitas negras.
Es clamorosamente evidente cómo el sistema, mediante su maquinaria político-mediática, instila ideas en la conciencia del ciudadano como ponzoña en el oído del rey de Dinamarca. Ideas que luego este individuo considera parte intrínseca de su ser, de su esencia, de su conciencia, de su, y ahora aparece la palabra clave, identidad.
Entonces, si en lo que creemos, lo que pensamos, aquello que somos lo somos por designio de la voluntad de otros, de un poder externo, no sólo cabe cuestionarse los límites de nuestra libertad, sino nuestra misma existencia como ente diferenciado y psicológicamente autónomo.
¿Somos sólo piezas en una maquinaria, abejas en un enjambre que sueñan con la unicidad? Como tal nos consideran los ingenieros sociales, como un organismo múltiple que puede ser reprogramado. Basta conocer el lenguaje de programación y tener acceso a la interfaz.
En estas condiciones no ya estocásticas, sino deterministas de control social, tratar de política (e incluso sociología) es tan impropio como hablar de amor entre una espumadera y un cucharón.
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Fito-me frente a frente
E conheço quem sou.
Estou louco, é evidente,
Mas que louco é que estou?
É por ser mais poeta
Que gente que sou louco?
Ou é por ter completa
A noção de ser pouco?
Não sei, mas sinto morto
O ser vivo que tenho.
Nasci como um aborto,
Salvo a hora e o tamanho.
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La música como refugio.
Acaso la canción más bella compuesta en el pedazo de tierra que cuelga de los Pirineos sea también la más simple. Sólo algo tan sencillo como una circunferencia, polígono de infinitos lados, puede ser perfecto. Aquí algunas versiones, ya contaréis cuál os gusta más o propondréis otras. Como ya había subido la de Luar na Lubre, me la ahorro.
Ésta es la que más respeta la sobriedad del original:
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Desde que abre la boca, el rapaz me sume en el desconcierto. Mi brújula musical empieza a girar como un molinillo.
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Normalmente los arreglos elaborados, la mucha condimentación, no le sientan bien a este plato que tiene en su insultante sencillez su principal valor. Pero como excepción, una interpretación que me ha dejado trastornado. El recurso final es tan sencillérrimo como sonora y plásticamente efectivo.
Vamos a relajar un poco el ambiente con un concursito.
Veréis, estaba escuchando al Lindemann cantando una canción rusa sobre aviadores de una peli de la época de la época inmediatamente anterior a la Gran Guerra Patria.
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Podéis comparar la dicción con el original:
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La cuestión es que el alemanote hizo otra versión, con avioncitos:
Y claro, cacharros voladores soviéticos de la Segunda Guerra Mundial… como que me tira. Entonces me picó la curiosidad de qué avión pilotaba el cantante de Rammstein. Era evidente que era un diseño de Yakovlev, inconfundible con sus formas esbeltas y suaves, pero ¿qué puto Yak era ese? 4 ametralladoras alares, otras dos en los pontones y un cañón axial. ¡Eso no lo llevó ninguno de sus diseños! Además, faltaban las tomas de admisión y los escapes estaban retrasadísimos, por detrás de la carlinga. ¿Una motorización experimental? ¿O sencillamente una chapuza de los asesores históricos? Pues no, ese avión existió y yo estaba metiendo la zoca hasta el fondo.
Si no es un MiG-3 porque en el vídeo se ve que el avión no tiene slats, el timón va más alto y… coño, eso no es un MiG; y Lavochkin por entonces usaba motores radiales. Entonces ¿qué rayos es?
Así que, a ver quien se gana ese sugus. ¿De qué avión estamos hablando?