La mirada del mendigo

3 marzo 2024

Só muda a paisaxe

Filed under: Sociedad — Nadir @ 0:23

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11 febrero 2024

Los gorrones

Filed under: Ecología,Sociedad — Nadir @ 0:16

No existe otro sector, ni siquiera la banca o la energía, al que las administraciones mime tanto y riegue con tanto dinero como el sector agropecuario (insisto, la PAC supone la mitad del presupuesto de la UE). Y aún así, siempre están lloriqueando y pedigüeñando. Sus problemas, son de todos. Pero sus beneficios, sólo suyos.

No sé por qué maldita razón es aceptable que me compre un coche coreano y un móvil chino, pero sería una amenaza estratégica inaceptable que la leche o las naranjas vengan de otro país. Soberanía alimentaria, le llaman. Eso es una soberana estupidez: si algún día escasea el alimento en España y viene un extranjero y pone más dinero sobre la mesa, ése se lleva la partida y a los españoles les queda el hambre. Tener un fuerte sector primario no garantiza el pan en la mesa, como puede servir de ejemplo grandes potencias agrícolas y ganaderas como Brasil o Argentina.

Teniendo dinero, nunca faltará quién nos venda alimentos. Sin dinero…

Por eso llevo años reclamando acabar con la PAC y todas las subvenciones al garrulismo agroganadero, y dedicarlas a sectores de alta carga tecnológica y potencial. Son esos sectores que están en pañales a los que hay que apoyar, son el futuro que nos dará de comer, en vez de dárselo a industrias ya maduras que deberían ser competitivas por sí mismas o cerrar de una maldita vez si no lo son y dedicarse a otra cosa (ése es el problema, que quien se queda en el pueblo es porque no da ni para las cuatro reglas).

Si aún se abaratasen con ello los alimentos, pero todas esas subvenciones pasan íntegras al bolsillo de productores, mayoristas y detallistas, mientras que el precio será el que optimice el beneficio, el máximo que el consumidor esté dispuesto a pagar sin prescindir o reducir su consumo. Independientemente de que riegues con manguera al productor de subvenciones.

¿De qué me sirve subvencionar la producción de carne de vacuno, si luego no me puedo permitir comprarla más que en ocasiones especiales y fiestas de guardar?

Pero hoy quería tratar otro asunto acerca del sector ganadero, y en concreto esa ganadería extensiva que la neoizquierda adora y otra razón más por las que antes me pillaría el dedo meñique con la puerta de entrada que darles mi voto.

Los ganaderos de extensivo, además de lloricas y pedigüeños, son unos putos gorrones. Porque en la cría de ganado estabulado, el ganadero debe costearse la alimentación del mismo. En cambio, en extensivo, el ganado pasta en sobre el terreno. ¿El terreno del ganadero? No. Al menos en esta esquina noroccidental las cosas no funcionan así. El ganadero apenas posee una pequeña parte de las tierras que sirven para alimentar el ganado (y los urbanitas no comprendéis la enormidad de extensión que se necesita disponer para ello). El resto, son fincas que los vecinos del pueblo le dejan, generalmente a coste cero (por el horror del aldeano de ver sus fincas renaturalizarse, el paisano de pueblo tiene una aversión cerval a la vida salvaje). Otras, son las fincas del comunal que el ganadero del pueblo se apropia en exclusiva, también por lo general sin contraprestación. Y, finalmente, son los terrenos públicos, a veces incluso dentro de Parques Naturales, que no pueden dedicarse a su cometido de albergar vida silvestre porque el gran gorrón se los apropia para alimentar a coste cero sus reses.

Desde el punto de vista de un ganadero en régimen intensivo, esto es a claras luces una competencia desleal, porque la alimentación del ganado es una de las partidas más gravosas de la actividad ganadera y la ganadería tradicional se las ahorra a costa de gorronear tierras ajenas. Y ya no es que no paguen a sus titulares (otros vecinos, la comunidad de montes o la administración titular) por su aprovechamiento, sino que además imponen el modelo de paisaje que les interesa, por las buenas o por las malas (incendios para crear pastizales, caza o envenenamiento de lobos, eliminación del plástico que envuelve los bolos por el método de tirarlo al arroyo más cercano…).

Por mucho que al urbanita de turno le parezca pintoresco el paisaje de prados y vaquitas, un terreno dedicado a pasto alberga la misma biodiversidad que un cultivo de trigo, soja o remolacha, por poner por caso, o que el césped de un parque en una gran ciudad. La ganadería tradicional o en extensivo, lejos de ser «ecológica», adolece de un aprovechamiento ineficiente de los recursos, esencialmente tierra y agua. Y como no puede competir, pide subvenciones. Pues no estoy de acuerdo, con mi dinero, no. Si su actividad es naturalmente inviable, no competitiva, no mantengamos artificialmente actividades que son insostenibles, máxime cuando son lesivas al medio natural, que es patrimonio de todos.

Ni un euro de dinero público a sostener la industria agropecuaria. De todos los sectores económicos que merecerían tal trato de favor, el agropecuario debería estar en última posición, un sector maduro de bajo valor añadido que no aporta conocimiento (sino garrulismo) a la sociedad ni sinergias con otros sectores. Y, sin embargo, por motivos electoralistas (porque el voto rural está sobrerrepresentado), se les sigue cebando con dinero público. Los microprocesadores seguirán viniendo de Taiwan, las DRAM de Corea, los wafer de Japón, las baterías, células fotovoltaicas y todo lo demás de China, pero estaremos tranquilos, porque podremos comer naranjas ESPAÑOLAS.

Cada pueblo tiene ni más ni menos que lo que merece.

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29 enero 2024

Indefinido

Filed under: Sociedad — Nadir @ 10:34

Un breve apunte.

Es curioso cómo las nuevas ideologías, de forma sagaz, son inaprensibles y fluidas. Poniendo un símil, las viejas ideologías se nos presentaban en estado sólido, era un volumen con una superficie de intercambio más o menos permeable. Pero dejaban rincones de la habitación sin rellenar, precisamente por su estado de agregación sólido. Las nuevas ideologías son gases, ocupan de forma imperceptible todo el espacio.

Por ejemplo, antes uno podía ser cristiano, trotskista, carlista… Había una adhesión a un conjunto más o menos sistematizado de preceptos. Pero definir es limitar. Es reconocer que hay una ideología, pero ésta no es única, hay otras opciones. Por supuesto, que el feligrés cree que la suya es la verdadera, pero no puede dejar de reconocer que no es la única, aunque sólo sea para proferir invectivas contra las rivales.

Las nuevas ideologías son mucho más eficientes para convertirse, todas lo pretenden, en ideología única. No se nombran. Por ejemplo, se ha instalado en la sabiduría convencional la noción de un planeta finito al cual una población en continuo ascenso explota por encima de sus límites. Esta ideología tiene un nombre, neomalthusianismo (que tiene de neo lo mismo que el neofascismo, simplemente una actualización en la forma de presentar una vieja doctrina). Sin embargo, ese nombre nunca aparece. Nadie dice de sí o de sus ideas: soy afín al pensamiento de Malthus… Porque ya no es una opción, sino que lo abarca todo. Tardamos muchos milenios en ser conscientes del aire, en que tenía una masa y otras propiedades. Porque estaba por todas partes. Para entender lo que es el aire hay que imaginarse un no-aire, un espacio sin él, y no existía la tecnología para producirlo hasta tiempos históricos.

El caso más evidente y ubicuo es la concepción de la sociedad como unas categorías estipuladas (sexo, raza, y preferencia sexual, a las que el animalismo añade especie), relacionadas entre sí con relaciones de opresión que invariablemente se verifican en un sentido determinado. Esto tiene igualmente un nombre, postmodernismo social o French Theory, luego desarrollado por las teorías críticas de sexo y raza y la teoría interseccional. Pero no he oído a nadie decir de sí que es postmoderno, o que sigue las enseñanzas de Foucault, Lyotard o Darrida. Asume y reproduce los dogmas de su doctrina, como que la sociedad conforma todos los rasgos del individuo (constructivismo social) o que no hay realidad objetiva, sino sólo experiencia. A diferencia de pasadas ideologías, estos nuevos fieles conocen la doctrina (porque está en todas partes) pero no el nombre de sus profetas.

Y refiriéndonos a las doctrinas religiosas, éstas tenían un talón de Aquiles: poseen un cuerpo doctrinal estrictamente codificado, que son sus propios libros revelados (en el caso de las abrahámicas, el Talmud, la Biblia y el Corán). Es su gran debilidad, pues no pueden renegar de ellos; tienen que defender esos textos y, para ello, están forzados a hacer toda clase de piruetas dialécticas. No es el caso de las nuevas religiones, que constantemente se actualizan y reproducen en cada nuevo texto sin buscar una cierta cohesión con el corpus original. No hay un texto canónico al cual rebatir, es un conjunto de ideas (memeces) que permean, pringan, todo el pensamiento occidental.

Al agruparte bajo un nombre y presentar un cuerpo doctrinal estructurado, adquieres corporeidad y, por lo tanto, eres fácilmente atacable. Las nuevas ideologías han aprendido la lección y pretenden lo mismo que las viejas, la hegemonía, pero de forma mucho más sutil: intenta herir a un fantasma, cortar el aire.

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Quiero dedicar esta maravilla a los miles de niños… y de adultos, de un sexo u otro porque toda vida humana es preciosa, que han muerto en el bombardeo de saturación al que el sionismo está sometiendo a la Franja de Gaza en un intento de apropiarse de otro pedazo más de territorio palestino.

Por encima de la experiencia y el relato, existe la realidad positiva. Y la realidad es que más de 26.000 personas hoy ya no respiran; los que ayer vivían hoy yacen bajo tierra o, varios miles, pudriéndose entre los cascotes de sus propias viviendas derruidas.

También a todos aquellos despedazados por las bombas en el Donbass, la casi totalidad varones jóvenes y no tan jóvenes, en número que ya se va acercando al millón. Valdría la pena tamaña masacre para debilitar al enemigo estratégico y atar con correa corta a los europeos.

Ambas trituradoras de carne humana siguen activas, con las fauces abiertas. Y de ambas somos corresponsables, por acto u omisión.

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18 enero 2024

Superando los roles de género

Filed under: Sociedad — Nadir @ 18:01

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Nota: en realidad el género es un estereotipo o rol conductual asociado a un sexo determinado. Rol de género es una reiteración, igual que medio ambiente. Pero por usar la palabrería feminista al uso.

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13 diciembre 2023

Sabiduría

Filed under: Sociedad — Nadir @ 2:05

Uno de los pocos rostros conocidos que no me parece completamente gilipollas y, a ratos, puedo llegar incluso a respetar.

Le falta la cultura de Bakunin, pero como el ruso posee una poderosa intuición y una llama que le arde en el pecho.

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