La mirada del mendigo

8 May 2018

Este es el nivel de la educación primaria en España

Filed under: Sociedad — Nadir @ 22:24

Patio de un colegio gallego, mostrando con orgullo las actividades que realizan los niños. Si no fuera porque viene de alguien que ha cursado magisterio, pensaría que se trata de un chiste.

Pero no es lo grave que un docente no tenga ni puñetera idea de inglés (ni de gallego, por cierto). Lo grave es que esta persona ni siquiera sabe que no sabe, y no sabiendo se atreve a enseñarlo. No es un problema de conocimientos, sino de ética. Y aún más grave es que no haya nadie en el colegio que tenga nivel como para detectar la metida de zoca y retirarlo inmediatamente.

La inmensa mayoría de los diplomados en magisterio nunca debieron haber cursado el Bachillerato, y mucho menos haber accedido a la universidad.

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33 comentarios »

  1. ¿Y crees que realmente la culpa la tiene ese profesor o profesora que no sabe inglés y no la falta de recursos de la enseñanza pública que obliga a los centros (y reitero lo de “obliga”) a poner a cualquier profesor a dar cualquier asignatura aunque no sepan de qué va?

    Un fallo lo tiene cualquiera, y eso no es más que un fallo por desconocer el idioma. El problema aquí no es no saber inglés.

    Comentarios por @beoxman — 9 May 2018 @ 8:01 | Responder

    • Hombre ir a google translate y poner judias y ver q sale jewish y no mirar nada mas, no creo q sea falta de medios, si no de interes. Es como si dices q un maestro de lengua no sabe una regla de tres, es q vamos Como si en una empresa privada no te mandaran cosas q no sabes hacer y te tienes q aprender por tu cuenta, lo q falta es interes y ganas

      Comentarios por Emilio Fernandez — 9 May 2018 @ 8:25 | Responder

    • Pero es que no hay excusa para que un docente no tenga un nivel mínimo de un idioma extranjero. Si no llegas a ese nivel, es que debes dedicarte a otra cosa en la vida y que entre alguien competente.

      Por supuesto que tienes toda la razón, de cómo el profesor de Historia acaba dando Literatura y barbaridades así, pero eso es más propio de secundaria. En primaria, se supone que con un bachillerato decentito es más que suficiente para tener nivel más que de sobra para dar clase a niños pequeños. Y ése es el problema, que la inmensa mayoría de maestros no tiene nivel intelectual ni cultural para acceder a la universidad, mucho menos para diplomarse.

      «Un fallo lo tiene cualquiera» –> Yo no. En mi trabajo, no puedo tener fallos. Y para eso contrato un seguro de RC. Hay muchos trabajos en los que no son admisibles los errores ¿por qué en la enseñanza sí? A quien lo cometa, de patitas en la calle y contratamos a otro que no los cometa. De todas formas, no es un desliz puntual en una clase, sino un trabajo que se expone de cara a la vía pública precisamente para mostrar la calidad de la educación en ese centro. Es el equivalente a tener faltas de ortografía en tu tarjeta de visita, o en la publicidad de tu empresa.

      El problema aquí es:
      1) no poseer unos conocimientos mínimos de lengua extranjera
      2) no tener la honestidad mínima para reconocer que no se sabe, y aventurarse a enseñar una materia de la cual se desconoce absolutamente todo

      Comentarios por Nadir — 9 May 2018 @ 13:04 | Responder

      • Pero ¿qué podemos esperar? Si el presidente de este país no sabe ningún idioma, y el suyo propio lo habla rudimentariamente y con problemas de pronunciación.

        Comentarios por Greg — 12 May 2018 @ 21:13 | Responder

        • En el fondo quizá sea ese el más básico de los problemas: no tenemos respeto por el conocimiento.

          Si lo tuviésemos, no elegiríamos como líderes y lideresas a verdaderos mastuerzos. De hecho, si el conocimiento ocupase el lugar en la sociedad española que ahora ocupa el furbo, no necesitaríamos de líderes y lideresas, pues tendríamos los rudimentos básicos para tomar decisiones directamente. Y sería una gran ventaja, porque sobornar a la mayoría de 350 gañanes sale barato (en realidad, basta sobornar a quien decide el sentido del voto de estos simios amaestrados), pero sobornar a la mitad de una sociedad de 46 millones sale mucho más caro.

          Comentarios por Nadir — 12 May 2018 @ 22:22 | Responder

    • Cierto, el grave problema, lo que evita aprender, es no saber que no sabes

      Comentarios por Roberto — 9 May 2018 @ 13:44 | Responder

      • O sabiéndolo, disimularlo y tirar recto con desparpajo (desvergüenza).

        Comentarios por Nadir — 9 May 2018 @ 21:48 | Responder

  2. El uso del Google translator tiene sus riesgos.
    Pero no demos toda la culpa a los profesores, lo que falla es el sistema. Para dar clase de un idioma debería exigirse la licenciatura en filología. Pero si ponen al profesor de literatura castellana o de geografía – disculpad si no acierto con los nombres de las asignaturas hoy en día, yo estudiaba en la época de EGB y BUP, lo de la ESO me queda lejos, y los nombres de las asignaturas que se ponen hoy en día me suena a chino – a dar clases de asignaturas que desconocen ocurren cosas como llamar «jewish» a la judías, en lugar de «beans».

    Comentarios por yeagov — 9 May 2018 @ 11:47 | Responder

    • Acabo de hacer la prueba, y el Google Translator (y WordReference, y Collins) devuelve «beans». Así que ni idea de dónde lo habrá sacado el mastuerzo de turno.

      Por cierto, que el femenino de jewish es jewess.

      Y es un colegio de educación primaria, son maestros diplomados en magisterio. Se supone que es suficiente para enseñar a niños hasta los 12 años. Por supuesto, hay especialidades como música o inglés.

      El sistema será lo que quieras, y puede tener razón como dice Beoxman, pero depende de la integridad del docente negarse a dar clase en una materia que no domina, siquiera al nivel ínfimo para dar clase a niños pequeños. Yo no lo haría. De hecho, a mí me han ofrecido dar clases sobre materias de las cuales tenía conocimiento, pero no al nivel que estimaba debía tener (se trataba de enseñanza universitaria) y decliné la oferta. Esto es ser honrado, para empezar con uno mismo.

      Comentarios por Nadir — 9 May 2018 @ 12:57 | Responder

    • Para dar clase de un idioma no hace falta tener la carrera de filología. Los niños de cualquier país del Este de Europa aprenden inglés en 3 meses, viendo vídeos de youtube o dibujitos animados.

      Comentarios por Greg — 12 May 2018 @ 21:16 | Responder

  3. Es sólo un ejemplo ,pero detrás tiene muuucha enjundia. Estábamos disertando sobre la capacidad de la empresa pública para competir en un mercado abierto, y ahora hablamos de si es posible- y cual es la fórmula para hacerlo- fomentar la excelencia y profesionalidad en los servicios públicos. Las dos cosas pasan por lo que ya hemos dicho más veces: una democracia mejor para, a partir de ahí, construir una administración libre de corrupción y de complejos, que permita exigir cuentas a sus empleados y muy particularmente a sus gestores.

    El ejemplo de Nadir no me produce tristeza por el profesor incompetente o desmotivado que pueda haber detrás, sino por un sistema que no es capaz de ponerle a funcionar de forma competente, o bien echarle a la calle. En una organización saneada y eficaz se debería seleccionar personal adecuado, fomentar y alentar su compromiso con el trabajo, generar un entorno adecuado y establecer pautas docentes compartidas por el conjunto del claustro escolar, tutelar su formación continuada, supervisar el desempeño y primar o penalizar en consecuencia. Absolutamente ninguno de estos puntos se da en la escuela pública española.

    Si la gestión de los recursos humanos es de importancia crítica, y estamos de acuerdo en la necesidad de establecer métodos de auditoría y rendición de cuentas…sólo falta que detallemos cómo ha de llevarse a cabo. Yo establecería un sistema de puntos, o valoración de desempeño, tanto de los técnicos como de los gestores. Todos los usuarios de un servicio público estarían OBLIGADOS, a cambio del derecho a recibir este servicio, a cumplimentar un cuestionario anónimo que se volcaría en una base de datos. El maestro sería puntuado por sus alumnos, por los padres de estos, y por sus propios compañeros (una competencia fundamental del trabajador es su capacidad para trabajar en equipo y para aportar recursos y feedback a los demás). En función de sus puntuaciones recibirá más salario y tal vez la posibilidad de asumir mayores responsabilidades, si es su deseo. Al director del colegio le puntuarían todos los trabajadores del colegio, posiblemente también padres y alumnos, y también sería último responsable de los indicadores generales de funcionamiento del colegio. Acabo de enterarme de que el ejército español hace algo parecido, a través de cuestionarios, de forma rutinaria. El desempeño de todos los militares está valorado por su superior. Esto no tiene, por lo visto, consecuencias en su nómina pero sí en sus posibilidades de carrera profesional.

    Comentarios por abeja encoronada — 9 May 2018 @ 12:21 | Responder

    • Yo no he dicho que ese colegio sea público…

      Lo es, pero podría no serlo. De dónde crees que salen los maestros de la enseñanza privada? De las mismas facultades de magisterio en las que se aprueban asignaturas con la asistencia y presentando un trabajo.

      Sobre la necesidad de evaluar a los docentes, y a cualquier otro empleado (exterminando la idea de «funcionario» hasta que no queden ni las ascuas), totalmente de acuerdo. El método que propones, sin embargo, discrepo. En lo posible hay que evaluar acorde al cometido principal del puesto, de la forma más directamente posible. ¿Cuál es el cometido de un docente? Enseñar, o más bien facilitar el aprendizaje. Bien, pues evaluando a los alumnos, estamos evaluando al profesor. Pueden haber correcciones estadísticas para hacer los datos comparables, pero si los alumnos de un profesor en un colegio sacan sistemáticamente peores notas que los alumnos de otro profesor en ese colegio, o de los alumnos de un colegio próximo, y se cambia al profesor de colegio y se siguen repitiendo los mismos resultados, el momento idóneo de despedir a ese docente es YA.

      Sí, póbrecito fulano. Pero de la misma forma, póbrecito del aspirante que está en el paro estando más capacitado e ilusionado, y cuyo puesto está ocupando el incompetente. Y, sobre todo, póbrecitos los niños que no están maximizando sus capacidades de aprendizaje. Y esto es gravísimo, las consecuencias sobre el futuro de la sociedad de un profesor gandul o analfabeto son terribles.

      Los trabajadores públicos deben estar al servicio del Estado, y no al revés. El Estado hoy en día, en el caso de los funcionarios, es un empleador con las manos atadas, ante lo cual muchos funcionarios patrimonializan su puesto de trabajo, poniéndolo a su propio beneficio, ante la ausencia de un control efectivo sobre su desempeño.

      Comentarios por Nadir — 9 May 2018 @ 13:13 | Responder

      • El tema, repito, tiene mucha tela que cortar.

        ¿Es mayor la calidad en la privada que en la pública? No lo sé. Conozco colegios privados que contratan maestros en condiciones precarias y masifican las aulas para trincar pasta. Pero también he tenido oportunidad de conocer un colegio americano, fuera de España, con una educación a mi juicio muy buena, pero muy elitista y al alcance de muy pocas familias. Yo, de mano, terminaría con el sistema de los conciertos. La educación debería ser laica y sostenida con fondos públicos. El que quiera una educación elitista y segregadora que se la pague, pero el Estado no le debería destinar ni un euro, ni concederle ninguna ventaja fiscal.

        No veo nada claro lo que propones de evaluar a un profesor según los resultados de sus alumnos. Esto dependerá, para empezar, de las edades. En etapas de infantil y primaria, incluso en la ESO, entiendo que la educación del futuro (la que aún está por venir en este país) debería potenciar las aptitudes individuales de los niños, en toda su pluralidad, para que desarrollen sus inquietudes y habilidades accedan ellos solos, si bien con ayuda, al conocimiento. Deben aprender a pensar. Los niños deben ser acompañados en un proceso de autoaprendizaje, mediante el cual podrán conocerse mejor y decidir a qué quieren dedicar su vida, de forma consciente. Hay diversas teorías de pedagogos y psicólogos sobre la curiosidad innata de los niños y la necesidad de protegerla a toda costa (ej. Malaguzzi). El sistema escolar actual machaca esta inquietud obligando a todos a adquirir los mismos conocimientos, de la misma forma y al mismo tiempo. Nos uniformizan tal que moldeándonos para ser un futuro eslabón en la economía de mercado despiadada que tanto criticamos. Sin embargo, cada persona somos un mundo, tenemos capacidades diferentes y nos desarrollamos a distinto ritmo. Y debe haber sitio para todos. No todos tienen que ser excelentes en matemáticas para probar que el maestro es competente enseñándolas. Habría que medir, más bien, la cantidad de estímulos aportados y preguntas planteadas por ese maestro a lo largo del año, para que adquieran autonomía y se interesen por el mundo que les rodea, para hacerles PERSONAS LIBRES, acostumbradas a plantearse cosas e informarse, acostumbradas a pensar. Justo las antípodas de lo que ahora ocurre. El momento de contrastar los conocimientos tal vez vendrá más tarde, en Bachillerato.

        Habrás visto un dibujo en el que un maestro reúne a sus alumnos (no recuerdo qué bichos eran pongamos un elefante, un caracol, un cocodrilo y un mono, éste último con seguridad…). La prueba para el aprobado era subirse a un árbol.

        Veo que parte de la comunidad está en contra de tanta evaluación a edades tempranas. Yo estoy con ellos. Como te decía, creo que los conocimientos vienen a posteriori. Necesitamos crear una escuela que ayude a los niños en su proceso personal de desarrollo. Ya vale de adoctrinamientos y de educación enlatada y uniformizadora.

        Comentarios por abeja encoronada — 9 May 2018 @ 14:34 | Responder

        • Buen comentario. Efectivamente, cuando más temprana sea la edad, más difícil la labor de evaluación. Por lo demás, sobre teorías pedagógicas… me parecen muy bien, mientras funcionen. Es decir, que el resultado sea que el niño aprenda. Por lo tanto, si estamos hablando de pedagogía (conocimiento científico), habrá de ser evaluada su eficiencia, y descartadas aquellas contraproducentes. Si no se produce este análisis empírico, no estamos hablando de ciencia sino de charlatanería. Y sobre ello no pierdo ni un minuto.

          Comentarios por Nadir — 9 May 2018 @ 21:47 | Responder

          • LA educacion no solo es cosa de los maestros, a edades tempranas es tan importante o mas lo que hay en casa. El mi crio hace 18 meses este mes y lo comparas con crios de 2 años y les da mil vueltas. (seran los genes ;)). Desde el primer momento, tras consultar a la pediatra, lo ponia erguido, mas a delante a caminar con los dos brazos agarrados con uno (no sabeis los dolores de espalda que tenia), ahora anda solo, vamos a los sitios y va cogido de la mano andando lo dejamos sueltos, lo dejo q este a su aire con vigulancia claro, intentamos no coartar su innata curiosidad. Es muy pesao, no puedes despistarte ni un segundo, pero uno cuando tiene un hijo se espera estas cosas, o al menos eso creia yo, pq el otro dia con otros padres me dicen, «es q eso de que anden es un rollo es mejor q esten en el cochecito paraos, asi puedes tomar algo tranquilamente», quede consternado, q tu hijo es un rollo?, pues no haberlo tenido que creiais q era una peli de Disney?
            Toda esta anectodota para en resumen, q si tus padres pasan de educarte, seguramente, por muy buenos profesores que tengas seras un zote.
            Saludos

            Comentarios por Emilio Fernandez — 10 May 2018 @ 14:59 | Responder

            • Completamente de acuerdo, tronk. Pero por eso mismo el Estado debe aportar ese extra de educación cuando falta en casa. E ir elevando el nivel de educación general para que cuando esos críos devengan en padres, eduquen a sus hijos de mejor forma que lo hicieron con ellos.

              ¿De qué forma? Pues no lo sé, supongo que con clases de refuerzo, haciéndoles pasar más tiempo en la escuela y menos en su casa, y sin que ello parezca un castigo, sino todo lo contrario. Cuando veo a algunos padres, me aterroriza pensar en lo que están aprendiendo de ellos sus críos. Están perpetuando el palurdismo.

              Comentarios por Nadir — 11 May 2018 @ 7:06 | Responder

  4. Ja, ja, ja, yo las he metido muy gordas con lo de los idiomas, pero esta es de juzgado de guardia: como un sionista pase por ahí la acorazada Brunete de la justicia les cierra el colegio. Lo peor no es cuando «no sabes que no sabes», sino cuando te importa un carajo no saber y encima lo exhibes sin pudor. En fin, lo dejo ahí que esto da para mucho. Después de tantos años fuera yo sigo trabajando con el diccionario a mano, cada vez lo uso más, incluso en castellano. Es solo para intentar no decir la barbaridad de mi primera cerveza en Francia: habiendo aprendido leyendo a Asterix en francés, se me ocurrió pedir «une cervoise»; el camarero no movió una pestaña, me trajo una caña que me supo a gloria de la carcajada que me pegué con él cuando me dijo todo serio: «monsieur, la prochaine fois il vaudra mieux demander une pression».

    Comentarios por Aurora — 9 May 2018 @ 17:42 | Responder

    • Une pression! Mais… je ne le savais pas. Bien sûr que je ne vais pas à prendre des verres quand je suis en France, la plus part de temps je suis à la montaigne. C’est bien de le savoir…

      🙂

      ¿Y cómo pedirías un botellín, en vez de una caña? A decir verdad, ese vocabulario cervecero también varía dentro de un mismo Estado: en Madriz tenemos quintos, tercios, botijos, minis, tanques, litros… En otras partes tienen chivecas, cachis…

      Comentarios por Nadir — 9 May 2018 @ 21:43 | Responder

  5. Vaya, Loris Malaguzzi, » a hundred ways; a philosophy that hinges on the belief that children are powerful and capable individuals, with the ability and desire to construct their own knowledge»
    Pues si ,coincido en muchos aspectos con la abeja encoronada.
    Librepensadores, primero libres y luego pensadores.
    Se pueden hacer las dos cosas:
    1.- Dotar a los niños de una estructura que les permita bucear cómo y donde quieran para alcanzar conocimiento y
    2.- Darles los guías necesarios que sepan,agiten, estimulen, pero dejen proponer hipótesis, curiosear, investigar,probar y llegar.
    Esa estructura requiere un horizonte abierto sin barreras y sin planes educativos para borregos que se doblega a modas efímeras que llegan , se instauran con gran estruendo en aulas, despachos y cursos de formación y que un día son sustituidas por otras y vuelta a empezar. Necesita además un entorno plural, cívico, rico en estímulos, veraz, curioso. Una familia facilitadora y una administración decente, honorable, no clasista, justa, igualitaria que no quiera borregos sino niños libres y pensadores. ¿ Conocéis algo que aúne todo eso?
    Y si, los guías, maestros, profesores whatever… deben saber, saberrrrrr. Tener un escandaloso currículo y ser escandalosamente buenos como agitadores y estimuladores. Y tampoco eso es fácil de conseguir.
    Nuestras aulas son una vergüenza, todas nuestras aulas de abajo a arriba. Y para llegar a lo más alto lo cierto es que no se necesitan ni aulas.
    Mendigo, ¿ qué es lo que se supone que hay que evaluar? ¿ los conocimientos básicos que deben adquirir los pequeños borreguitos que van a las aulas? ¿ las destrezas adquiridas delante del televisor? ¿ a los docentes sin preparar, a los preparados, a los vagos, a los currantes, a los listos, a los mediocres, a los intrépidos , a los acojonados, a los artistas, a los horteras, a los ignorantes, a los genios? ¿ a los padres, que saben de todo, a los que no saben de nada, a los que confían, a los que están dando por culo a diario? ¿ a los ilustrísimos que elaboran esos planazos sin jamás darse una vuelta por esas aulas que diseñan?

    En fin, disertaciones sobre un tema que me toca y me envenena.

    Por cierto aparte de beans faltan patacas en el huerto.

    Comentarios por Amor — 9 May 2018 @ 22:11 | Responder

    • Nosotros tuvimos lío un año que en la asignatura de «organización de sistemas informáticos» (estaba estudiando informática) los pusieron de profesora a una chica que creo estaba licenciada en HISTORIA, y jamás había tocado un ordenador. ¿Cómo es posible? Pues vaya usted a saber.

      Se pasó casi todo el curso enseñándonos el estatuto de los trabajadores…

      Comentarios por marcostonhin — 11 May 2018 @ 0:37 | Responder

      • Ahora que dices de organización, yo en «Organización Industrial» tuve que aguantar a un catedrático que, menos de organización industrial, hablaba de todo. Yo no sé qué habría estudiado ese pollo, si es que había estudiado algo. Además, el muy bastardo iba de progre.

        La cuestión es que en la muy autoritaria enseñanza universitaria, los alumnos (quienes contratan la educación) no pueden quejarse del desempeño del trabajador y forzar a que lo pongan de patitas en la calle y sea sustituido por otro.

        Comentarios por Nadir — 11 May 2018 @ 7:00 | Responder

    • Amor, si yo tuviera hijos, no pisarían la escuela. Eso lo tengo claro. Ni pisarían la escuela ni verían la televisión, pues no quiero traer nuevos borreguitos a este mundo. Ahora bien, con una docente como tú, sí que estaría confiado que aprendieran. La cuestión es que no cabes ni a empellones en la máquina fotocopiadora. Quizá suena un poco engolado decir lo de que contigo rompieron el molde, pero al menos que tú debías ser una excepción en la facultad, lo tengo bien claro.

      Cambiando de tema. Yo no sé nada de pedagogía, y ya bastante habla la gente de lo que no sabe así que procuraré cerrar la boca. Pero sí que sé del mundo al que se van a tener que enfrentar esos críos, y por mucho que considere importante enseñarles a pensar antes que empujar contenidos en su cabeza, recuerdo que van a tener que competir en un mundo global con críos que se están machacando desde pequeñitos (especialmente en Asia). Así que algo habrá que enseñarles, además de darles las herramientas. Que, de todas formas, no deja de ser una falacia: si el jovencito tiene que llegar por sí mismo a descubrir el cálculo infinitesimal o la estructura del ADN, llegará a viejo y no habrá siquiera comenzado.

      Por lo demás, de las condiciones en las que trabajáis algo sé, y de cómo os han ido convirtiendo de docentes en burócratas, perdiendo el tiempo rellenando papeleo. Pero la detestable estructura no borra el pecado original: la bajísima preparación intelectual Y ÉTICA del claustro, que en primaria es algo asombroso. Con trabajo social, magisterio recoge a lo que no ha tenido cabida en el resto de facultades. Hay que pagaros más y exigiros más. Es una necesidad imperiosa subir el nivel del profesorado en toda la educación, y muy en especial en primaria y la universidad, que no sé cuál está peor. La universidad, me temo. Es que en eso se cifra nuestro futuro.

      Comentarios por Nadir — 11 May 2018 @ 6:54 | Responder

  6. Comentarios por Miguel — 12 May 2018 @ 21:04 | Responder

    • No conocía la peli, muchas gracias (al serón de la mulita que va). Muy buen monólogo, especialmente brillante el final.

      Por cosas así merece la pena tener un blog. No sé si lograré explicar algo, pero aprendo un cojón frito de vosotros. 🙂

      Comentarios por Nadir — 12 May 2018 @ 22:29 | Responder

  7. No sé por dónde empezar. Si fuera una anécdota, podría hasta sonreír. Pero no lo es. Y en primaria, menos. Si quitamos el chiste de la «educación infantil» (aparcamientos hacinados para niños abandonados durante jornadas de hasta 12 horas para mayor gloria de los emprendedores que explotan a los progenitores en jornadas inacabables para que puedan comprarse un segundo coche), el panorama educativo español es aterrador.
    El recurso fácil de justificar todo con los recortes es una prueba más de la desvergüenza del colectivo docente (me refiero al funcionarial, único que me importa y único que debiera estar sostenido con dinero público. Que los partidos supuestamente progresistas y los 2.0 no digan ni pío de procurar eliminar la financiación pública de las sectas educativas ya da una idea de dónde estamos y adónde vamos).
    Lo más grave no es que haya un zoquete que ha acabado el bachiller, cursado un grado y superado una oposición sin tener ni puta idea de inglés (eso sí, con su flamante B2 «cifu style»). No. Lo más grave es que el medio en el que se desenvuelve (una escuela sostenida con fondos públicos) no desentona lo más mínimo. O son igual de ineptos, o les da igual o no vamos a pisarnos la manguera entre sinvergüenzas acomodados.
    A los padres tampoco les importa mucho, que solo temen que los recortes afecten a la extensión horaria de las actividades que permiten seguir aparcando al retoño de 7 de la mañana a seis de la tarde (once horitas, para que se vayan acostumbrando a las jornadas laborales que les esperan). Lo importante es que sea bueno regateando al fútbol, que a cagarse en la madre del árbitro en inglés ya aprenderá en Youtube.
    Secundaria es la etapa donde hay más posibilidades de encontrar docentes con mejor preparación académica, menos acomplejados y más capaces de transmitir algún conocimiento/ habilidad a los educandos. Dudo mucho que el bochorno del cartelito pueda darse tan fácilmente en un instituto (aún elevando el nivel proporcionalmente).
    De la universidad, qué voy a decir, si hasta los anticasta 2.0 callan como tumbas y, tan hábiles que son detectando contubernios, no dicen ni una palabra en sus programas electorales. Yo, que no soy un aspirante a catedrático chusquero, me atrevo a decir que la universidad española es la casta por antonomasia. Yo creo que hasta la policía y el ejército resisten la comparación para ver qué institución sigue más rancia y más anclada en un funcionamiento manifiestamente predemocrático.
    Mi etapa de estudiante queda ya lejos. No saco de ahí mis impresiones. Mucho más recientemente tuve relación profesional (no docente) con la educación pública no universitaria y ahora asisto con sudores ocasionales al periplo de mi hijo (escolarizado cuando no quedó más remedio) por el maravilloso mundo de la educación española.
    Y no puedo quejarme personalmente, que en primaria tuvo suerte y de los seis cursos solo tocó docente manifiestamente incompetente en uno.
    Pero no querría acabar sin hacer alguna referencia a los que debieran ser los principales preocupados por el asunto: los padres. Debiéramos tener un triple interés en que la enseñanza pública fuese excelente: la sufren nuestros hijos, la pagamos y sus resultados los vamos a sufrir como ciudadanos. Pues mi impresión es que lo que más importa es: 1) más horario y más servicios para desentenderse de las crianças; 2) obtener título habilitante (universitario, of course) como sea; 3) que los recursos se empleen de la manera que más favorezcan a MI hijo (o sea: si es lento, que se jodan los listos y si es listo, que se jodan los que tienen problemas).
    Todo muy español. Por eso también desconfío (es por ser suave) de la presencia de los padres en los colegios. No creo que su participación en los consejos escolares haya servido para nada útil, más bien al contrario.
    España está llena de bares y de campos de fútbol (y de basura por todas las esquinas). Sería más fácil y menos peligroso cerrar todas las bibliotecas del país que un campo de fútbol de tercera regional.
    Por último, una anécdota del estilo de la de las judías, que define a un sistema educativo y a una sociedad: coles de primaria y cadena de supermercados que patrocina una actividad «ecológica» de reciclado de pilas usadas (no vamos a amargar la vida de los nenes recordándoles evitar usar pilas si no es imprescindible); gana el que más pilas recoja durante el curso escolar. ¿Quién ganó? el cole que recaudó más dinero para comprar pilas y tirarlas- usadas o no- en el contenedor facilitado por el súper. En honor a la verdad, hay que admitir que hubo algún profe y algún papi que hicieron alguna observación sobre lo delirante del proceder, pero fueron convenientemente acallados por la inmensa y gritona mayoría de sus respectivos colectivos. Que lo importante es ganar el concurso y que se vea lo comprometidos que estamos con el medio y que a ecológicos no nos gana nadie. Que para las pilas hay dinero.

    Emigrar no siempre es tan malo como lo pintan.

    Comentarios por Javi-C — 15 May 2018 @ 11:00 | Responder

    • ¿Lo de las pilas es cierto?

      Me has dejado helado. Estaba disfrutando de tu comentario, incluso en la comparación cuartelaria de la universidad española, pero la anécdota final es terrorífica por lo que comporta: la absoluta falta de sentido común del grueso de lo que ahora se llama «comunidad educativa».

      No sé qué más contestar, me has dejado perturbado. Si ése es el medio en el que los niños aprenden, casi mejor que estuviesen subidos a los árboles o haciendo cabriolas por el campo que dentro de semejante escuela.

      Comentarios por Nadir — 15 May 2018 @ 12:17 | Responder

      • Lo de las pilas es un hecho real. Fui testigo (lo supe porque -no recuerdo si en un consejo escolar o alguna otra reunión- alguien se atrevió a sugerir que tal vez el proceder no fuese ni el más limpio, ni el más comprometido con el medio… y obtuvo el resultado normal en los países habitados por animales de carga con corbata: risas e indiferencia. Lo que no sé es si hubo más centros en los que se hiciese así abiertamente (y estoy casi seguro de uno donde no se habría permitido semejante comportamiento, desde ninguno de los puntos de vista). Y no hablamos de un municipio de la Galicia profunda. Hablamos de uno periurbano, con renta y nivel educativo muy por encima de la media (gallega y nacional). Hace de la anécdota unos 10 años. Lo que no conseguí saber es si la brillante idea partió de un niño, de un progenitor o de un docente. Pero, todos a una.
        Por eso no hay que desesperarse demasiado con el sistema educativo, que es un hijo perfectamente reconocible del país que lo produce.
        Pero, vamos, que vi cosas peores en el mismo entorno, supuestamente muy civilizado, muy culto, muy moderno y muy sobradamente preparado. El fútbol (en edades escolares tempranísimas) también me permitió ver algún espectáculo bochornoso (lo peor no es que un niño de 10 o 12 años deje inconsciente a patadas en la cabeza a otro del equipo contrario; lo peor es la que se montó cuando llegó la sanción al niño y al club y los papás del equipo del agresor comenzaron una campaña, a la que pretendían que se sumaran las autoridades locales, protestando por la severidad del castigo -deportivo, claro- y lo injusto de truncar la temporada del tuercebotas).
        Con estos mimbres pocos cestos se pueden hacer. Y con los de hacer con la lavadora o la nevera cinco o seis veces la distancia al primer contenedor o al punto limpio para tirarla en el monte, tampoco.
        Y todos votan (en las elecciones, en los consejos escolares y en las comunidades de vecinos).
        Cuanto más viejo me hago y más mundo tengo, menos entusiasta soy de la democracia y de la educación (sigo pensando que la opción B en ambos casos es peor, pero no tanto como creía cuando era más joven y había visto menos homo sapiens en acción).
        El gremialismo y las redes clientelares lastran profundamente todo el sistema educativo (y muchos otros, públicos y privados). Y no veo yo mucho rechazo social (yo veo más ansia de ocupar posiciones que permiten saltarse las normas que interés en que se exija el cumplimiento a todo el mundo).
        Será la crisis de los 40 (y ya poco me falta para la de los 50). Tal vez lo que necesito es una Harley o un todocamino.

        Comentarios por Javi-C — 16 May 2018 @ 11:27 | Responder

    • Es terrible ver como algunos padres azotan a los crios en las aulas, y como los que los educan son los abuelos y no sus padres, abuelos que consienten de todo a los crios ( para eso estan) y luego paso lo q pasa. YY despues del colegio futbol, actividades de todo tipo, todo ello para tener al crio ocupado q y q nos deje en paz
      Aun me queda mas de un año para mandar el mio al colegio y ya nos surge la duda de donde mandarlo, aun privado/ concertado ni de coña y eso q la famila nos insiste en mandarlo a uno privado (incluso uno que dice q es de IU), pero vamos q ni de coña. La duda es si mandarlo al colegio del pueblo de abuelos donde nos aseguamos clases casi personalizadas (hay 7/8 alumnos x profesor), o mandarlo donde vivimos, desventajas del pueblo pues q esta a 4/5 km y habria q estar coche «pa rriba» coche «pa bajo», y entra la pereza q nos da coger el coche y lo q significa cogerlo, no sabemos muy bien q hacer. Aparte en secundaria ya tendria q venir al pueblo grande, y claro si no coincide con los que fue a primaria, y si no conoce a nadie. Con la pila de hijos de putilla q hay a esa edad…
      Joer aqui contando mi vida, jaja no os aburro mas, lo que queria decir es q hay padres q no piensan ni el mes q viene, y yo ya estoy pensando donde mandarlo al colegio.
      Lo de las pilas no me sorprende, es uno de los paradigmas de este pais, gnanar de cualquier modo, el «pelotazo style»

      Comentarios por Emilio Fernandez — 15 May 2018 @ 16:47 | Responder

      • Creo que la enseñanza no es obligatoria hasta los 6 años. Y realmente, antes, lo único que va a hacer el crío es jugar al «tú la llevas» con todos los virus y bacterias que ronden por ahí. Una alternativa sería crear un grupo de padres que alternasen el cuidado de sus hijos. Por ejemplo, tal semana te toca a ti cuidar de tu crío, y de los de otras 5 parejas más. Y en ese ambiente, irles ya enseñando de todo, además de estimulando sensorialmente, etc. Lo que me cuentas del colegio del pueblo, pues está muy cerca de ese ambiente.

        En general, como hijo de docentes, te recomiendo el ambiente que hay en los pueblos. En general, es más sano.

        Luego también hay cooperativas de enseñanza y proyectos más raros, para cuando cumpla esos 6 años y te exijan escolarizarlo. Incluso, dependiendo de la disponibilidad de tiempo vuestra o de los abuelos, os podéis plantear el homeschooling. Se trataría de matricularlo a distancia en el sistema educativo inglés, usamericano… de esta forma, te cubres las espaldas porque tu hijo está escolarizado, te sirve de guía pedagógica, y puedes ir dándole a tu crío una enseñanza a la medida de sus capacidades. Cuando veas que el nivel ya te supera en alguna asignatura, o contratas alguna clase privada, o ya lo escolarizas. Aunque realmente, lo más importante que le puedes enseñar a un crío es a leer. Una vez que sepa leer, la educación se base en encontrar buenos libros, y raro será el profesor que pueda aportar un conocimiento o motivación extra. De hecho, yo sostengo que la mayoría de docentes son contraproducentes, y si dejaran al crío con un buen libro/bibliografía, aprendería más. Eso sí, hay que estar encima para asegurarse que se esfuerza.

        En España suena raro, pero en las unis americanas se rifan a estos críos: generalmente han tenido una educación muy esmerada (son padres muy implicados, porque lógicamente exige de ellos mucho esfuerzo, es mucho más sencillo delegar la educación en otros).

        Comentarios por Nadir — 15 May 2018 @ 21:48 | Responder

  8. La opción de escuela en casa es sin duda la mejor. Respecto a cubrir espaldas desgraciadamente no es tan sencillo, pero hay que intentarlo. Queda dentro del limbo de lo alegal, pero puedes tener algún problema si la inspección quiere tocar los huevos. En Madrid hay una comunidad amplia de homeschoolers y son crios mucho más motivados y alternativos. Eso si, hay que tener claro que esa es la opción que de verdad queréis. Supone entrega y búsqueda constante. Aunque la verdad es que los chavales homeschoolers tienen la curiosidad inalterada y en casi todos los casos caminan solos. Yo he tenido la suerte de conocer ese mundillo y lo elegiría sin duda. Socialmente es un coñazo porque como dice Mendi muchos hablan de lo que no saben o controlan y empezarán a decir chorradas como:¿ y la socialización? ¿ títulos? ¿ reconocimientos? Si la matrícula se hace fuera eso se puede solventar ,pero el camino es largo y hay q saber aguantar el tirón. Hay subnormales que hasta denuncian si les parece que haces dejación como padre y no llevas al niño 27 horas al día al cole. Y si, en general los padres homeschoolers son padres muy implicados y muy convencidos de que el sistema es una gran mentira.
    Se mencionó a Malaguzzi, la premisa para saber es querer hacerlo y en un contexto de libertad suprema un niño estira su curiosidad hasta límites que la mayoría no saben que existen. Y su cantidad y calidad de conocimientos y destrezas son insuperables por ninguno de mis borreguitos
    Hay mucha información publicada al respecto . Ojo ,también algún foro patético.

    Comentarios por Amor — 16 May 2018 @ 22:36 | Responder

    • Por ponerle un pero a mi propia idea: también he visto que es una opción que adoptan algunos padres fundamentalistas para que si niño no reciba información sobre temas que puedan cuestionar su fe, como la evolución, historia natural, filosofía, etc.

      Por eso, soy el primero que considera que la educación de ese crío debe estar controlada para asegurarse que sus padres no le están sometiendo a un lavado de cerebro. Por lo demás, dónde adquiera los conocimientos, si en el cole convencional, una cooperativa educativa o en casa, debería ser indiferente.

      Comentarios por Nadir — 17 May 2018 @ 0:01 | Responder

  9. Luego cuando quieran estudiar cálculo infinitesimal elegirán el sitio adecuado y pasarán la prueba de turno porque superarán con creces a sus compañeros curriculares . Lo que no sé es si sus profesores tendrán bonitas piernas. 😉

    Comentarios por Amor — 16 May 2018 @ 22:49 | Responder

    • ¿Por qué no? Lo cortés no quita lo valiente. De hecho, esa profe fue de las mejores que tuve en la carrera. No era guapa, pero era joven, tenía buen tipo y, lo que es mucho más raro, sabía de su materia y la sabía transmitir. Lo que no puede decirse de otros que tuve, catedráticos inclusive.

      Comentarios por Nadir — 16 May 2018 @ 23:56 | Responder


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