Ofrecido por cortesía del Palurdísimo Concello de Verín.
Primero: se pide una subvención de unos céntimos menos de 20.000€ a cargo de los fondos europeos (la de imbecilidades que se han costeado con el dinero de Europa, cuya utilidad real es dar dinerito a los empresarios amiguetes).

Segundo: Con ese dinerito contratas a una empresa que desbroza toda una campa al lado del Tâmega y le pone un par de cientos de arbolitos (no me paré a contar) de buen porte, no precisamente baratos (si fueran para la casa del concejal del ramo, ya hubiera tenido buen cuidado de comprarlos más jóvenes, mucho más baratos y más sencillos de enraizar). Eran alisos y abedules para más señas.
Tercero: La empresa trae los árboles, un palo muy alto con poca raíz, y los deja días y semanas tirados a pleno sol de primavera, meses después de cuando es aconsejable la plantación. Ya ha asegurado el cobro así que le da bastante igual el futuro de esos árboles, y no hay nadie del consistorio preocupándose de que aquello llegue a buen puerto. Es sólo uno más de esos gastos absurdos para justificar la conciencia ecologista de los mastuerzos políticos.
Cuarto: Una vez plantados, a nadie del concello se le ocurre la genial idea de regarlos ese verano. Resultado: en un año la inmensa mayoría muertos. Eso sí, lo que no se les olvida es de regar todo el terreno de glifosato, no fuera a salir una brizna de hierba indebida.

Quinto: Pasados un par de años, con el paisaje deprimente de una campa llena de árboles muertos, el Concello ordena retirarlos todos, inclusive aquellos pocos supervivientes. El aspecto que ofrecía la última vez que pasé por ahí era el de un erial desolado.
Lo triste de todo esto es que, si en vez de gastar esos 20.000€ de dinero público en destrozar una finca, se hubiesen metido los dedos en el culo y la hubiesen dejado tranquila sin desbrozar ni envenenar, con el tiempo hubiera desarrollado una cubrición arbórea autóctona acompañada de un denso sotobosque que serviría de refugio de fauna.
Porque se me ha olvidado mencionar este detalle: esta cafrada se llevó a cabo en zona Natura 2000 y ZEPA (as beiras do Tâmega).
Y así es, queridos amiguitos, cómo hacer que 20.000€ de dinero público pasen a manos privadas obteniendo a cambio un deterioro ecológico y paisajístico respecto a la situación original (aunque en la mentalidad de palurdo local, al menos esa zona está «limpia», porque la vida natural es suciedad).
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NOTA: Esto es sólo un ejemplo en un tema que me entristece, pero esos 20.000€ de dinero público es calderilla en comparación con las necedades en que se gastan decenas de millones en el mismo villorrio. Ése es el mecanismo regresivo de la maquinaria fiscal en España: se extrae dinero de los trabajadores para dárselo a constructores promoviendo obras absurdas y superfluas que no mejorarán la productividad ni la competitividad de la economía en que se levantan. Porque no hay necesidades más acuciantes que atender. A Cidade da Cultura o el puerto exterior da Coruña eran paradigmáticos ejemplos hasta que a Ayuso le dio por levantar el Zendal.
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Lo que nos cuentas me recuerda algo que hizo con fondos europeos también el alcalde de mi pueblo (bueno el de mi familia). Aprovechando el día del Árbol llegó hace unos años el camión del ayuntamiento con arbolitos para plantar, de unos 2-3 metros de alto y poca raíz. La mayoría de ellos eran robles comunes, los plantaron con gran algarabía de niños y mayores en una especie de gravera en lo alto de un barranco, a las afueras del pueblo. Eso sí, les pusieron riego por goteo qué detalle. Un «pequeño» detalle climatológico: el pueblo se encuentra situado a 300 km del mar, en un clima mediterráneo continentalizado de interior, en plena Depresión del Ebro. Y repito, los arbolitos eran robles comunes.
Al año siguiente se habían secado casi todos ¡qué raro!
Hay que decir que al año siguiente plantaron para el día del árbol encinas, que al menos tienen más aguante contra la sequía. Aunque en un suelo tan calizo, crecen muy despacio por no decir que están enanas.
Comentarios por 1027a — 24 enero 2023 @ 13:40 |
Puto subnormal de alcalde.
El goteo es mágico, con goteo sacas adelante cualquier cosa. Si ni aún así se dieron los arbolitos, es que el clima/suelo es completamente adverso a esa especie. ¿Y pensaba dejar los goteros durante los siglos que puede vivir un Quercus? Que tampoco hay un roble «común», no sé si te refieres al Q.robur, pero no creo ni que el puto analfabeto hubiera podido encontrarlo en algún vivero de esa zona, supongo que le habrá vendido al muy imbécil Q.pubescens o petraea. La cuestión es que transplantar cualquier quercínea es una subnormalidad, porque rompes sí o sí la raíz pivotante, y con ella buena parte de las posibilidades de supervivencia. Y, de hacerlo, la planta crecerá «tullida», amputada. Muchísimo mejor sembrar bellotas recogidas en el entorno cercano (por preservar la variedad autóctona, aclimatada), por mucho que eso no case bien con los putos ciclos electorales.
Estoy asqueado con todas esas putas actuaciones de cara a la galería. Tirar el dinero y hacer el payaso.
Comentarios por Nadir — 25 enero 2023 @ 3:05 |
De plantas no entiendo mucho, pero las hojas eran de roble, grandes, por eso escribí lo de «común»; que a saber de dónde las sacó el ay-untamiento del pueblo. El sustrato del suelo no podría ser peor incluso para las encinas más resistentes, muy calizo y casi todo escombrera.
Comentarios por 1027a — 25 enero 2023 @ 10:18 |
Tampoco te creas que yo entiendo gran cosa. Hojas del Q.petraea:

Yo lo digo porque meter un Q.robur en ¿Zaragoza? es como plantar un limonero en Burgos: demasiado aberrante, y ni siquiera los viveros de la zona los tendrían. Para suelos muy calizos y pocas precipitaciones, el roble (Quercus de hoja caduca) más adaptado es el quejigo (Q.faginea). Pero si dices que eran de hoja grande, fijo que no eran, porque estos tienen las hojas pequeñas y puntiagudas, como un cruce de roble con encina.
Pero lo dicho, con la décima parte que se gastó la acémila del alcalde en esos árboles, siempre una superficie cien veces mayor de bellotas.
Comentarios por Nadir — 26 enero 2023 @ 3:58 |
Pues sí, me parece que las hojas eran como las de la foto que cuelgas.
Comentarios por 1027a — 26 enero 2023 @ 10:34 |
Te paso otras hojas:
https://cdn.webshopapp.com/shops/289005/files/322122889/660x900x1/eik-quercus-robur.webp
O esta:

Es jodido diferenciarlos por las hojas. Yo distingo el robur del pyrenaica, que son los que se dan en mi zona, por el tono más clarito del primero y la vellosidad del segundo (que también tiene el pubescens), pero tampoco lo tengo muy claro. Si a eso le añadimos que los Q. suelen hibridar, es jodidillo distinguirlos.
Comentarios por Nadir — 26 enero 2023 @ 18:14 |
Pues hombre vellosidad no tenía, lo sé porque vi un ejemplar y le toqué una hoja y estaba lisa. Igual serían algún híbrido salidos no se sabe de dónde…
Comentarios por 1027a — 26 enero 2023 @ 18:25 |