Jeffrey Sachs

Estos últimos meses he ido subiendo artículos, entrevistas y conferencias de individuos con un amplio conocimiento acerca del conflicto. Pues bien, acaso de entre todos ellos, destaque el que presento hoy.

Jeffrey Sachs es un prominente profesor de economía que ha participado en la modelización de la transición al capitalismo de varios países del Este, entre ellos Ucrania y la misma Rusia. Es decir, no es precisamente un perroflauta antisistema sino todo lo contrario. Su nombre ya apareció por aquí hace tiempo en un artículo sin relación directa con el tema que nos ocupa.

Recomiendo encarecidamente escuchar el vídeo, al menos la primera hora que es la conferencia en sí, siendo la otra el turno de preguntas. Es interesante no sólo por el contenido relacionado con la propia guerra en Ucrania, sino alguna observación demoledora acerca de su propio país (es de Michigan, que no lo había mencionado).

Y luego, como siempre, sería de celebrar poder abrir aquí un coloquio sobre el contenido.

Por supuesto, en la red encontraréis mucho más material sobre él, de éste y muchos otros temas.

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Y ahora, un comentario accesorio. Igual que con la alimentación, existe en la información un amplio surtido a nuestra disposición. La más accesible, ubicua, es información de baja calidad. Junk info, podríamos decir. Es un periodismo de entretenimiento, al alcance intelectual del espectador más estúpido (Göbbels sigue bien presente). Se publica en medios muy poderosos de forma gratuita o de bajo coste, porque el objetivo es conformar la opinión pública. Su contenido está por lo tanto convenientemente pautado y sesgado para conducir al receptor por la vereda que conviene a quien controla el medio que la difunde.

Esta es la clase de basura que deglute la inmensa mayoría de la población. Quien tiene la formación y capacidad de ir más allá de esta verdad oficial, debe prepararse para un esfuerzo extra buscando esa información de calidad, acudiendo en cada caso a unos u otros especialistas en el tema en cuestión, a ser posible sustentadas sus afirmaciones con datos crudos (informes, legislación, estadísticas, hechos incontrovertibles…). El coste de acceder a información de calidad es alto (casi nadie está dispuesto a invertir el tiempo y esfuerzo que requiere), por eso sólo está a disposición de una élite cultivada e informada.

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