El cuento de los cinco cerditos y el lobo feroz

Ya os sabéis el cuento de memoria, había cinco cerditos (PIIGS: Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y ‘Spaña) que habían construido una su economía sobre una montaña de deuda, tan inestable e inflamable como la casita de paja de aquel otro cerdito.

Entonces, llegó el lobo feroz del capitalismo internacional con el mechero y sopló, sopló y sus economías calcinó.

Fin del cuento.

Vale, ahora echad un vistazo a este gráfico:

En ordenadas, la deuda pública (relativa al tamaño de su economía) de cada Estado; en abcisas, la velocidad con la que ésta crece (déficit).

En el punto más alejado del eje de coordenadas, nos encontramos a nuestros pendencieros cinco cerditos, que han vivido por encima de sus posibilidades y ahora tienen que purgar sus excesos (se nota las raíces judeocristianas del pensamiento económico dominante). Así lo ha decidido el Dios del capitalismo que, así como el judío habla en hebreo, el cristiano en latín y el musulmán en árabe, el Dios de los mercados todos sabemos que se expresa en inglés.

La gracieta jocosa de los PIIGS es cosa de la anglosfera, que miran con condescendencia a dónde les han llevado a estos mediterráneos, periféricos, sus veleidades socialdemócratas y sus pretensiones de salir de la pobreza.

Bien, pues ahora propongo a mis queridos lectores un ejercicio. Ese gráfico está incompleto, faltan un montón de países. Vamos a completarlo, añadiendo los datos de deuda y déficit de los que parieron al lobo feroz: USA y UK.

Deuda USA: 65,2%
Déficit USA: 10,7%

Deuda UK: 59%
Déficit UK: 13,3%

Comparemoslo con nuestro humilde cerdito:
Deuda Spain: 41.6%
Déficit Spain: 8.5%

¿Sorprendidos? Nos llevan diciendo que la situación es gravísima, insostenible, que tenemos que hacer un esfuerzo o todo se hunde. Y, sin embargo, no sólo la situación no es tan mala sino que, además, estamos en mejor situación que los dos instigadores de esta cacería (en vez de zorros, ahora los nobles a caballo persiguen cerditos irlandeses, portugueses, españoles…). ¡Pero si el lord tiene aún más deudas!

Sin embargo, Fitch ha rebajado la calificación del cerdito español, y el Lunes el IBEX35 volverá a despeñarse, provocando un nuevo ataque de histeria en el gobierno, que correrá a arrojar otro pedazo más del Estado de Bienestar como carnaza para las hienas especuladoras, confiando que, esta vez sí, den saciado su apetito.

Por cierto, si consultáis la infografía de The Guardian, veréis que sólo hay dos países de la OCDE que esperan cerrar el presente ejercicio con superávit de las cuentas públicas (bolita azul). Uno es la economía más dirigida por el Estado de toda la OCDE: Korea del Sur. La otra gran bola azul es el país socialdemócrata por antonomasia, con fuertes impuestos que permiten un amplio Estado del Bienestar: Noruega.

Si consultamos el gráfico de la deuda pública, son más los países que presentan unas cuentas públicas en positivo:
Además de Korea y Noruega, los otros dos países escandinavos: Suecia y Finlandia. Modelo de políticas sociales, cohesión social y redistribución de la renta.

¿Cómo se explica, a la luz de estos datos, el empeño neoliberal del mínimo estado y recortes en prestaciones públicas, presuntamente inasumibles?

Y, sobre todo ¿Cómo se puede ser tan capullo de tachar a los demás de cerditos, cuando el barco en el que vas montado tiene una vía de agua aún mayor?

¿Ése es el modelo exitoso que nos quieren vender los liberales? Una protección social mínima y, a pesar de ello, una deuda pública monstruosa (ya que el dinero público no se invierte en la economía real, en los ciudadanos, que lo reintroducen en el sistema; sino que va a parar a los bolsillos de la banca, donde se le pierde la pista para no volverlo a ver).

Esa es la función del Estado liberal: robar a los pobres para dárselo a los ricos.

Quieren que creamos que no quede otra alternativa que rendirnos. Sin embargo…es el liberalismo económico el que está perdiendo la batalla de las ideas, son sus políticas las que sistemáticamente se muestran erradas por la vía de los hechos.

ES SU CRISIS, LA DEL CAPITALISMO, Y NO LA NUESTRA.