Yasmeen Amina Olya

¿Qué puedo contar hoy?

Para qué voy a hablar del indulto a Alfredo Sáez. Ni siquiera necesito poner enlaces, ya que es comentado en toda la blogosfera. La bofetada final del P$O€ a toda una ciudadanía. Podían haberlo hecho antes de las elecciones, ya, total, qué más da. Los millones que aún después de todo lo ocurrido han votado al P$O€ son de la misma casta que los que votan al imputadísimo Camps. Los van a seguir votando aunque les escupan en la cara. Así pongan a un mono con unos platillos de candidato, seguirán votando por los colores de su equipo (me gustó la imagen). Viva er Beti manque pierda.

¿De qué puedo hablar entonces?

¿De un tema que me llevo toda esta semana guardando, no vaya a ser que suelte demasiados disparates y acabe metido en un buen lío?

Pacientes en paro hallan sus tarjetas sanitarias bloqueadas

Y parece que cunde el ejemplo en Murcia. No sólo eliminan el derecho a las consultas médicas, sino también a las recetas.

Si a mi compañera, que dentro de unos meses se le acaba la prestación, le niegan la asistencia sanitaria, la respuesta no va a ser ponerme a despotricar en el blog, como siempre. Esto ya es demasiado.

Ninguna agresión sin respuesta

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Entonces, como no me gusta perder el tiempo comentando lo obvio. ¿De qué podemos hablar?

De belleza.

Si, bueno, la verdad es que la chica es muy guapetona, pero no la traigo aquí a colación por eso, sino por…

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Pero no sólo canta, sino que también toca el arpa. De hecho, la encontré por casualidad hace unos días vagabundeando por la red, en este vídeo en la plaza de la Catedral de Straßburg:

El sonido tiene una calidad de mierda. Y aún así… Yo me preguntaba, qué sonaría si registraran en estas condiciones la voz de los mierdas que pululan en las radiofórmulas, sin sus estudios de grabación y sin sus ingenieros de sonido.

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Ah! Ya sé cómo llegue a ella. Venía de buscar la versión que Luc Arbogast tiene de una canción que puse aquí hace unos cuantos años: entre moi et mon amin.

Aquí la tenéis en versión de estudio, y desde ella podéis escuchar algunas más. Quería mostraros ese vídeo porque se aprecia el detalle de las tobilleras con cascabeles. Algunos de sus temas ya son conocidas aquí, como el Palästinalied.

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¡Eh! Que dajaba olvidada a la chica, y eso que esta entrada quería tratar de ella. En la red hay más vídeos, yo os propongo esta canción como muestra:

Como él bien sabrá, ésta es la estocada que le tiro en el duelo musical que nos traemos. Cada uno, con sus armas. La cuestión es que fue el mismo Aurora quien me la recordó, al mencionar al arpista de San Gimignano.

Aps, un enlace que creo que viene a cuento, después de escuchar lo anterior.

La música es la flauta del diablo

Que horrible sería la vida sin música. Si entre los restos más antiguos de nuestra especie ya se encuentran toscas dulzainas de hueso. La música nos ha acompañado desde que nuestra inteligencia floreció y se abrió al universo de las ideas. Sin música, mi vida se me antoja un desierto. Un desierto como el que vio nacer sucesivamente a la religión hebrea y sus desviaciones heréticas cristiana y mahometana.

A la inteligencia, la religión de ese sanguinario Dios de los desiertos es como sembrar de sal los campos.

¿La música es la flauta del diablo? Sea. ¡Pero cuán preferible es ese ángel caído, tan humano, a su feroz Yahveh!