La mirada del mendigo

4 junio 2015

¿Renta básica o trabajo garantizado?

Filed under: Economía — Nadir @ 12:57

Creo que cualquiera que tenga interés por los temas sociales estará familiarizado con ambos conceptos, así que me ahorro presentarlos. Para quien quiera profundizar más en ellos, sugiero la visita de:
Red Renta Básica (tenéis también el enlace en la columna de la derecha, desde los tiempos en que este garito estaba alojado en Blogger)
Saque de Esquina (el blog de Eduardo Garzón, que aquí en España es, que yo sepa, el economista que más ha desarrollado este concepto; por cierto, una carta ganadora para IU si la jugase inteligentemente…cosa que conociendo el historial de IU…).

Es obvio, ambas propuestas me parecen interesantes, mas en ambas encuentro peros. Con la poca modestia que me caracteriza (como ya sabemos, la virtud de quien no tiene otra), creo que la solución de ambos conceptos es otro nuevo que, a partir de los anteriores, los supere. Dialéctica pura.

Expongo mi alternativa, como combinación de las dos anteriores: Se trataría de un sistema de renta complementaria, de cobertura universal, cuyas cuantías estarían referenciadas a la disponibilidad de prestar un trabajo. Lo desgrano, para que vayan apreciándose las ventajas sobre sus donantes.

Todo ciudadano, por el hecho de serlo, independientemente de cualquier otra consideración (origen, legalidad de su situación, situación familiar o cualesquiera otras circunstancias) tiene derecho a un mínimo vital, que consiste en alimentación, vestido y cobijo, atención médica y acceso a la enseñanza. Con esto, ponemos a resguardo de la acuciante lucha por la supervivencia a toda la población, que no tendrá que rebajarse a la indignidad de la mendicidad o de los pequeños hurtos para asegurarse su sustento.

Se puede entregar algo de dinero de bolsillo, pero la parte fundamental de esta prestación será provista directamente por el Estado: vivienda social, comedores públicos, y la sanidad y la educación pública. Esto es algo MUY distinto a soltar un cheque de X euros a todo españolito, que no deja de ser la aplicación hipertrofiada de políticas zapateriles como el cheque-bebé o la renta básica de emancipación: aquí tienes el dinero, y el mercado te proveerá de lo que necesites. Lo hemos discutido muchas veces con la renta de emancipación: es dinero que se entrega a los jóvenes y acaba en el bolsillo de los caseros, una medida más para calentar aún más el mercado del alquiler (inflación). Lo mismo vale, magnificado, para la renta básica.

¿Qué es preferible, dar un cheque de 400€ en una ciudad donde el alquiler de una habitación no baja de esa cantidad, y ahí te las apañes…o dar 100€ y proveer gratis de alojamiento y comida? El Estado puede ofrecer esas prestaciones de forma más eficiente que el mercado, especialmente en el caso de la vivienda. De esta forma, retirando parte de la demanda, se desinflaría un poco el mercado del ladrillo (de alquiler, y por vasos comunicantes el de venta), dándonos un alivio a todos (excepto a los que quieran especular con la vivienda, que no son una parte despreciable del electorado). Nunca podremos ser una economía competitiva si seguimos consintiendo en sobrerremunerar así a la propiedad inmobiliaria.

Este mínimo universal, alimento y comida, sería ofrecido a aquellos que se nieguen a participar en el mercado laboral (y puede haber muchas razones, ninguna de ellas merece la condena a la muerte lenta que supone el desamparo de la vida en la calle).

Pero, por supuesto, se puede aspirar a más. Toda persona que acceda a integrarse en el mercado laboral, tendrá acceso a otro nivel de remuneración, correspondiendo la sociedad a lo aportado. Esta sería la situación más común de la mayoría de la población, pues está en la naturaleza humana aspirar a una vida mejor, y a la consideración social que conlleva. Pero aquí diverge del planteamiento del «trabajo garantizado»: no hay remuneración por el desempeño de un trabajo, sino por la disponibilidad de desempeñarlo. Sólo por mostrarte dispuesto a trabajar, ya percibes una renta superior, con mayor proporción en metálico para decidir uno mismo en qué gastarlo. Si una empresa privada te contrata, cobrarás el salario ofrecido (que podrá ser complementado con ciertas prestaciones como vivienda social con alquileres reducidos) y, si no, estarás disponible para ser contratado por el Estado, en la medida de lo posible de acuerdo a la capacitación y aptitudes de cada cual (aquí habrá que casar las necesidades de mano de obra con la disponinilidad).

Sea en empresa pública o privada, el que realice un trabajo tendrá un escalón superior de remuneración al que sólo muestre su disponibilidad, y éste por encima del que no se preste a trabajar (para desincentivar la holganza). Igualmente, se podrán establecer escalones de remuneración según el grado de especialización, competencia y responsabilidad del trabajo desempeñado. Esto es muy importante, para incentivar la formación y, con ella, la productividad del factor trabajo. No salimos de la miseria con un país de camareros. Toda persona que alcance una determinada cualificación profesional, tiene un extra en la remuneración, incluso aunque esté a la espera de que el Estado le asigne un trabajo, o si ese trabajo es de una capacitación inferior. Si está desempeñando ese trabajo, ese extra se multiplica para resarcir a ese trabajador que está aportando más riqueza. De esta forma, los trabajadores tienen afán de progresar (y el Estado debe proveer la vías, en toda la vida laboral, para superarse) y el Estado necesidad de crear trabajos de mayor capacitación, pues estará pagando licenciados aunque trabajen de cajeros (más no tanto, insisto, como cuando trabajen de licenciados).

Esta escala de remuneraciones tendrá un techo, que será la excelencia profesional (pongamos un cirujano, un ingeniero jefe de proyecto, un investigador senior). Al menos en la empresa pública, en la empresa privada se puede dejar libertad salarial. Hay otra forma, que he explicado varias veces, mucho más efectiva para controlar esos salarios en los que dejan de ser rentas del trabajo para ser rentas del capital encubierto (cuando los gestores se ponen a sí mismo el sueldo). La idea, aunque suene raro, me la dio el emperador Vespasiano: dejémosles que se enriquezcan, luego los estrujaremos como una esponja. Una fiscalidad bien diseñada, con una curva calculada para que, por mucho que ganes, el salario neto no pase de una cota. Si ganas un millón, te quedas en 60.000 leros; si ganas diez millones, te quedarán 65.000, si ganas cien millones, podrás disfrutar de 66.000€…y así. Hay toda una familia de funciones exponenciales que pueden usarse, afinando los parámetros a conveniencia. Es bonito, aunar la historia y las matemáticas para resolver problemas de hoy. 🙂

Los más perspicaces ya se habrán percatado: de esta forma también podemos omitir el fijar un salario mínimo. El mínimo que la empresa privada debería ofrecer sería la renta ofrecida por el Estado: nadie aceptaría trabajar por menos dinero que lo que el Estado le ofrece por estar disponible para trabajar. Con la ventaja, además, de que este mínimo es también modulable según las categorías profesionales (tantas veces violentadas con la contratación fraudulenta según una categoría inferior a la corresponde el trabajo a desempeñar).

Ahora bien, y este punto es absolutamente crucial. Para el éxito de este programa el Estado debe abandonar los complejos que le mantienen alejado de enormes parcelas de la actividad económica. Debemos superar ese trauma, ese tabú que restringe el empleo público a empleos ligados con servicios de tipo asistencial (educación, sanidad, cuidado de ancianos, niños, discapacitados) y a las infraestructuras públicas (mantenimiento de carreteras, de calles y jardines, de montes…). Como anexo: siento pavor por el desastre ecológico que supone la «limpieza» de montes, maldita manía de palurdo de considerar el sotobosque como «basura» y no una parte inherente del bioma forestal.

Es decir, el Estado debe entrar en el núcleo duro de la economía, los sectores primario y secundario (así como en sectores estratégicos como la energía, la banca o la distribución, sin nacionalizar nada, sino sumando competencia pública a esos sectores). En el primero, con una Reforma Agraria que llevamos siglos esperando, que ponga la tierra en manos de quien está en disposición de trabajarla (no veo a los niñatos de Alba subiéndose a un tractor). Y en el segundo, con la tan cacareada reindustrialización de España, la creación de un nuevo tejido industrial integrado, planificado, de empresas públicas eficientes y rentables (porque si no son rentables, no perdudarán). Y luego, dejar buena parte del sector terciario, de facilitación a la producción, en manos de la iniciativa privada (o no). Pero sin unos sectores productivos potentes, es imposible reactivar ese sector terciario que les da servicio y en el que se encuadra buena parte de la masa laboral.

Y es que no se puede dar trabajo a técnicos e ingenieros, si el Estado se limita a crear puestos en la atención a la tercera edad y el mantenimiento de parques y jardines. Así no se frena la emigración de profesionales, no se crea riqueza (sólo se redistribuye) ni se reactiva la economía.

Generar empleo de calidad, sostenible (porque insisto, si la empresa no es rentable ese empleo tiene una fecha de caducidad más temprana que un brick de leche). Y si la iniciativa privada no es capaz, deberá ser el mismo Estado (con diversas figuras de propiedad, que ya hemos comentado).

También podemos fiarlo todo al turismo, y ser un país de putas y camareros (o viceversa). O a la burguesía española, tan señoritinga como zote, acostumbrada a medrar al amparo del poder, incapaz de navegar en mar abierto. O quizá esperar a la inversión extranjera, que exprima nuestra fuerza laboral y repatríe los beneficios.

Lo que me falta de modestia lo tengo de sinceridad: creo que mi alternativa es la más inteligente. 🙂

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27 comentarios »

  1. Buenas mendi.

    Leyendo la entrada se me ha ocurrido una pega a la propuesta. La pega iba asociada a lo propuesto en este párrafo: «Toda persona que alcance una determinada cualificación profesional, tiene un extra en la remuneración, incluso aunque esté a la espera de que el Estado le asigne un trabajo, o si ese trabajo es de una capacitación inferior. Si está desempeñando ese trabajo, ese extra se multiplica para resarcir a ese trabajador que está aportando más riqueza. De esta forma, los trabajadores tienen afán de progresar (y el Estado debe proveer la vías, en toda la vida laboral, para superarse) y el Estado necesidad de crear trabajos de mayor capacitación, pues estará pagando licenciados aunque trabajen de cajeros (más no tanto, insisto, como cuando trabajen de licenciados).» Lo que me ha venido a la cabeza es que en España ya hay más licenciados de los necesarios mientras que, sin embargo, el porcentaje de graduados en FP es realmente irrisorio. Esta propuesta lo que haría sería incentivar que esa brecha se haga todavía más grande. Pero, (lo aclaro antes de que te enfades conmigo por ser tan cazurro), inmediatamente después, profundizando un poco en el asunto, me he dado cuenta de mi error. Primero; se pueden establecer cortes de acceso a la universidad, (por méritos académicos, no económicos, claro está), y segundo, e incluso más importante; el problema no viene del gran número de graduados universitarios que existen en España, si no de su sistema productivo que no parece ser capaz de absorberlos. Este segundo problema, podría ser incluso parcialmente resuelto por tu propuesta, pues al aumentar el tejido industrial, aumentaría también la capacidad de absorción de estos graduados. Además, se incentivaría también que aquellos estudiantes con méritos académicos insuficientes para acceder a la universidad, se decidieran a acceder a otro tipo de graduaciones, que en esta España del postureo parecen estar desprestigiadas, al tener como premio una mayor remuneración de base en el futuro acceso al mercado laboral.

    Todas estas propuestas son interesantes. Evidentemente habría que empezar a caminar y ver que problemas van surgiendo. Vamos, que habría que hacer camino al andar. El gran problema que veo, y este sí de difícil solución, es empezar a andar. No hay interés en que ninguna de estas propuestas avancen. Los que se dicen liberales, que copan los puestos de poder económico,político o informativo, (resumiendo; los que copan los puestos de poder económico), quieren a los individuos asustados y postrados, muy a pesar de toda su jerigonza pedante de exaltación de la libertad individual.

    Resumiendo, que veo difícil que a corto plazo no sea este párrafo el que defina la realidad española: «También podemos fiarlo todo al turismo, y ser un país de putas y camareros (o viceversa). O a la burguesía española, tan señoritinga como zote, acostumbrada a medrar al amparo del poder, incapaz de navegar en mar abierto. O quizá esperar a la inversión extranjera, que exprima nuestra fuerza laboral y repatríe los beneficios.» Ahora bien, si las cosas no se mueven y se empiezan a hacer propuestas, no sólo será difícil cambiar las cosas, sino que será imposible; tanto a corto, como a largo plazo.

    Comentarios por Arnotegi — 4 junio 2015 @ 18:51 | Responder

    • Nas, tronk!

      Esta es sólo una exposición superficial de la propuesta, luego seguro que al desarrollarla surgirían los inconvenientes y habría que ir puliéndola. Lo que señalas tú mismo, por ejemplo: puede haber un exceso de tal titulación para la demanda. La mejor respuesta también las das tú mismo: aumentar la demanda de profesiones de alto nivel de capacitación. Cuando más desarrollada es una economía, mayor proporción de trabajadores cualificados precisa (y mayor diversidad, en una sociedad rural, todos a cavar o con las cabras, porque no hay demanda de un monitor de pilates, por ejemplo).

      Pero aún así, puede que naturalmente haya menos demanda de unas profesiones respecto a otras. Por ejemplo, puede haber más demanda de FPs de electrónica que de, yo qué sé, licenciados en historia. Bueno, el Estado puede ir jugando con las escalas salariales, retribuyendo más aquellas profesiones más demandadas para, de esta forma, ir racionalizando la oferta laboral. Prefiero este tipo de planificación «blanda» a establecer cupos en determinados estudios. Más bien los cupos los debe establecer el propio nivel (vamos, que cualquiera puede intentarlo, pero si está más allá de sus capacidades simplemente acabará suspendiendo). Y podría darse el caso de un FP que cobre más que un licenciado, por qué no. Bueno, de hecho, no es algo tan raro ahora. De todas formas, serían fenómenos transitorios, porque al elevar la remuneración de una profesión, se incrementaría el interés por estudiarla, y al cabo de un tiempo habría más oferta, relajando la demanda y, con ello, la remuneración.

      Lo de empezar a andar…tampoco lo que propongo es tan raro. Vivienda social, por ejemplo, debemos ser uno de los pocos países europeos que no apenas cuenta con programas de este tipo (la VPO es un puto FRAUDE, un chollete para los constructores que consiguen terrenos gratis y luego venden con sobreprecio y la administración haciendo la vista gorda). Lo del trabajo garantizado, es algo común desde los programas de reactivación de la economía de la administración Roosevelt, e incluso ya lo tenemos entre nosotros, con los «talleres de empleo». La base es la misma, sólo hay que desarrollarla, haciéndola más ambiciosa.

      Incluso con la renta básica, tampoco es un concepto tan extemporáneo; todas las comunidades tienen rentas de inserción. Se trata de sistematizar esas ayudas y hacerlas universales, para sacar de la miseria a TODO el mundo. Con estas rentas seguirán siendo pobres, pero al menos que tengan un mínimo vital cubierto.

      Incluso las empresas públicas, tampoco es algo taaaaan raro. Al contrario, aún queda empresas de capital público o mixto, desde Red Eléctrica, Ence, Hunosa… Si nos vamos a Europa, hay infinidad de ejemplos de empresas, también industriales, con capital parcial o totalmente público. EdF, ENI, Vattenfall…

      Mira, te voy a decir lo que es insostenible: un país con un veintitantos por ciento de paro. Esto no se sostiene. Si no trabaja más gente, y trabaja cotizando, no hay sistema de pensiones que aguante, no hay forma de equilibrar un presupuesto, no habrá salida a la espiral de deuda. Hay que trabajar y generar riqueza, y llevamos esperando años por una iniciativa privada que no puede o no sabe, con el sector público atado de pies y manos por un tabú neoliberal de que no puede entrar en ciertos sectores.

      Comentarios por Mendigo — 4 junio 2015 @ 19:52 | Responder

  2. Bona nit

    Pues poco más se puede añadir.

    El mercado laboral español es el reflejo de un tejido productivo anémico fruto de décadas de- ¡gracias González, gracias Aznar!- descapitalizar el país con el desmantelamiento -mal llamada reconversión- de la industria nacional y las privatizaciones- que no liberalizaciones- de los años 90 de las joyitas de la corona publicas (Repsol, Telefónica, Argentaria etc.). Imposible pues que se pueda absorber un, cada vez mayor, número de egresados universitarios. Para colmo tenemos un esquema en forma de carrete en lo que se refiere al nivel formativo de la masa laboral patria (exceso de universitarios, exceso de no cualificados y un centro estrecho con, relativamente, pocos graduados de FP y formaciones técnicas equivalentes.

    Un desastre en resumidas cuentas.

    Que la situación es de emergencia nacional no lo pone en duda nadie que no sea el pasmón de Mariano y su sequito.

    Mirad yo estoy convencido de que esta crisis no se trata de una crisis al uso, por lo tanto aplicando el caduco ideario liberal no solo no saldremos del hoyo sino que nos hundiremos más en el. Nos hemos adentrado en «terra incognita» y, consecuentemente, las soluciones tendrán que ser audaces y heterodoxas. Cuando Roosevelt llego a la Casablanca tuvo que enfrentarse a una ideología dominante que en su «laissez faire, laissez passer» amenazaba con dejar a su país en la más extrema mendicidad. Entonces, como ahora, lo fiaban todo al sacrosanto mercado y al tirón de la iniciativa privada pero dicho milagro nunca se produjo como era de esperar en un país inmerso en una espiral retroalimentada de destrucción de la demanda. Como dijo el presidente americano tuvieron que dejar aun lado los dogmas y probar de todo y ,si aquello no funcionaba , probar lo siguiente. A raíz de esto llego el «New Deal» ,inspirado por las teorías Keynesianas, dando un papel central al estado como estimulante y organizador de la economía.

    Mucho de sus contemporáneos lo llamaron rojo y traidor a su patria (a que suena actual esto) pero su legado marco lo mejor de una época.

    Por eso propuestas como las vuestras me parecen atinadas y muy interesantes. De hecho todo lo que he ido leyendo estos años por, digamos, economistas y pensadores «outsiders» (acordémonos que las sociedades avanzan por los márgenes) van muy en la línea de lo que habéis escrito.

    Por poner un pero en cuanto lo que dices de Vespasiano (me gusta la anécdota, no la conocía) tengamos en cuenta que hoy en día gracias al rodillo liberal, que ha posibilitado el relajamiento de leyes y normas de control, y la implementación de nuevas tecnologías se pueden mover ingentes cantidades de dinero con un solo «clic» de ratón y en tiempo real. Ergo necesitamos mecanismos coordinados de control de capitales a nivel supranacional (en esta guerra se necesita combatir en varios frentes y ligas a la vez) si no seguiremos compitiendo, por atraer inversión, entre países por ver cual rebaja más los impuestos. Huelga que os diga la sangría que supone esto para la hacienda pública y el impacto directo que tiene sobre la deuda.

    Como aporte a nuestra idiosincrasia estoy con mendi en lo de meter mano al mercado inmobiliario que , tal como funciona en este país, además de ineficiente en cuanto no cumple su principal tarea social es, además, un extractor de rentas de primera magnitud.

    Insisto hay que recuperar la iniciativa en el terreno de las ideas y hacer pedagogía para arrancar a esta ideología del diablo (pues eso es y no ciencia) la careta y dejar su cara fea y descarnada a la vista de todos.

    We need to think off the beaten track.

    Adeu penya.

    Comentarios por fouche — 4 junio 2015 @ 23:14 | Responder

    • Vespasiano era un general romano, con lo que eso conllevaba de gestor experimentado. Era muy pragmático, y no tenía las ínfulas de niño pijo que, por ejemplo, recriminó a su hijo recordándole que el dinero que recibía no huele mal (creo que por el cobro del uso de las letrinas o algo así, no recuerdo bien la anécdota). Le define muy bien cuando, en su lecho de muerte, soltó «qué fastidio, creo que me estoy convirtiendo en un Dios». Se burlaba de sí mismo, y la estúpida idea de que ese cuerpo decrépito que estaba fallando tuvieran algo de divino, como pretendía la religión oficial.

      Me cae muy bien, este emperador. Lo de las esponja lo dijo a propósito de los ricos, que él dejaba que se inflaran bien, robando a diestro y siniestro, para luego acusarlos y despojarles de todo (a veces hasta de la cabeza), llenando las arcas públicas. Hacía que los ricos trabajasen como recaudadores de impuestos privados: ellos recogían el dinero de la sociedad, y luego Vespasiano los ordeñaba. 🙂
      A su llegada, el tesoro estaba vacío, y a su muerte dejó las finanzas de Roma en orden, algo que debería ser la mejor carta de despedida de cualquier gestor.

      Por lo demás, no mucho que añadir. Ambos coincidimos en darle importancia al sector inmobiliario, ya lo habíamos hablado. Cuánta gente preferiría ganar menos, pero tener una vivienda social que no se coma todo su salario! Por apuntalar los rentas inmobiliarias, estamos socavando nuestra competitividad.

      Y un apunte: la planificación de la economía usamericana que se instauró tras el Jueves Negro, más que inspiración Keynesiana tenía muchos puntos de inspiración claramente soviética. Claro, ahora decir esto es una locura, pero en aquellos tiempos la URSS aumentaba su producción de cereales o acero año tras año, mientras que USA tenía un 60% de capacidad fabril desocupada. La URSS era el modelo a seguir, por mucho que ahora lo borren de los libros de historia (como también lo era la Alemania de Hitler, cuando fascista era un elogio y no un insulto).

      Bona nit a tothom!

      Comentarios por Mendigo — 4 junio 2015 @ 23:50 | Responder

  3. Muy interesante este tema, yo siempre que leo sobre la polémica entre trabajo garantizado y renta básica me viene al recuerdo La Metamorfosis del Trabajo de Andre Gorz, aunque la verdad es que hace ya tiempo que lo leí y no lo recuerdo con precisión me permito recomendarlo para el que tenga tiempo.

    Me gusta la idea del “sustento básico garantizado” por así llamarlo. Por ser universal se trata de un derecho no de un subsidio-limosna y revierte la tendencia actual de destruir derechos ciudadanos para sustituirlos por subsidios y otras ayudas a pobres. El no ser monetario ya lo explica muy Mendigo lo que tiene de ventajoso.

    En tercer lugar y aunque parezca que comento una obviedad tal como yo lo entiendo tanto el trabajo garantizado como la renta básica intentan ser compatibles con el capitalismo, por revolucionarias que puedan parecer en el contexto del “sentido común neoliberal” actual son en realidad intentos reformistas del sistema (de hecho buscan conservarlo).
    Lo que Mendi propone es un cambio de sistema a una economía planificada, (¿porque hablamos de economía planificada solo cuando es el estado el que planifica y cuando lo hace el capital lo llamamos “libre” empresa?) además orientada a competir y derrotar si es posible a las economías capitalistas en los mercados globales (esto lo veo difícil pero ahora no lo discutiré).
    Se trataría de un proyecto revolucionario anticapitalista muy en serio, pero ¿cómo se pone esto en marcha? ¿votando?

    Y por último me llama la atención el concepto de remuneración correspondiendo a lo aportado (o a la disposición a aportar) a la sociedad, más remuneración al que crea más riqueza. Me recuerda la visión funcionalista clásica de la estratificación social de Davis y Moore. ¿Quienes deciden y cómo se define lo que es aportar riqueza a la sociedad? ¿cómo se valora el diferencial? ¿se puede hacer algo así sin que quienes ocupan puestos de poder en la sociedad escriban las “normas de utilidad social” a su conveniencia?

    Saludos

    Comentarios por Pauet — 5 junio 2015 @ 5:22 | Responder

    • Tomo nota del libro, no conocía al autor.

      Has pillado muy bien el concepto. Por ejemplo, los subsidios-limosna, que van concediendo, o no, tal o cual administración. Muchas veces de forma intermitente, y que son parches que sólo van cubriendo la situación, en vez de una respuesta integral a las necesidades de una persona. Hay que anclar en la Constitución que toda persona tiene derecho al sustento, al cobijo, al trabajo, y que el Estado deberá ser garante de ese derecho (todos sabemos q ahora figura en al Constitución, pero son papel mojado).

      Además, hay otra cuestión. Entre las personas excluidas, hay muchos casos de trastornos psicológicos y adiciones, no tratados, que fueron la causa para q esa persona acabara en la calle, y si llegó a la calle sano, en ella los desarrolló, porque es muy dura. Incluso entre gente que no es exactamente sin techo, sino en infravivienda, en los márgenes de la sociedad… ¿Qué hacemos con esas personas? ¿Darles un cheque y allá de las apañes? ¿Qué creemos q puede hacer un alcohólico con un cheque? Así no se saca a la gente de la calle. Se necesita darles una atención médica, un apoyo psicológico, traerlos de nuevo a la vida en sociedad, en la medida que sea posible y lo permitan. Sólo con soltar el cheque puede que le estemos haciendo más daño que bien, a según qué personas.

      Lo de ser compatible con el capitalismo…capitalismo es el sistema en el que vivimos. Todo lo que ideemos, debe ser compatible con el capitalismo, o no podrá ser aplicado. Ahora bien, no creo que ninguna de ellas sea una medida capitalista. Vayamos a lo básico: capitalismo es aquel sistema que mide a cada persona por su capital, o por la utilidad q puede tener para aportar trabajo y reproducir ese capital. La renta básica dice que toda persona tiene valor de forma intrínseca, independientemente de su desempeño en el trabajo. Esto es totalmente contracapitalista. Y el trabajo garantizado, sí que mide la utilidad de la gente; pero ese trabajo revierte sobre la sociedad, no sobre propietarios privados, así que en strictu sensu tampoco es capitalista.

      Yo añado a ellos la reindustrialización del país con capital público, que necesariamente tendría que jugar en una liga capitalista, con reglas capitalistas. Pero cambian muchas cosas; cuando una empresa es propiedad de sus trabajadores, o del Estado, los beneficios de ese capital revierten en quienes trabajan, como es justo. Además, en el caso del Estado, sería una forma de obtener recursos, lo cual liberaría la necesidad de otros impuestos, por ejemplo los indirectos, aumentando el poder de compra de la gente.

      Por cierto, lo de economía planificada…desde 1929 todas las economías desarrolladas están en mayor o menor medida planificadas. Al capitalismo le costó un crack bajarse de la burra, y adoptar algunas ideas del enemigo para no sucumbir en el caos. Una economía no planificada sólo se ve en algún impaís de África, donde el Estado no tiene el control más que titular de la situación. Claro, hay grados de planificación y, sobre todo, inteligencia al planificar. La competencia en los mercados también es, en muchos casos, una buena forma de distribuir recursos. La cuestión es jugar con ambos mecanismos inteligentemente, para lograr un sistema lo suficientemente flexible para que pueda autoregularse en las pequeñas variaciones, pero cuyas lineas generales sean planificadas de antemano para conducir a un objetivo de mayor bienestar.

      Lo de ponerlo en marcha…bueno, sí, si alguna fuerza política asumiera el reto de la reindustrialización… Es que tampoco es tan difícil lo que digo. Mira, por ejemplo, un ayuntamiento, ahora que han sido las municipales. En vez de dedicar el dinero a hacer rotondas o asfaltar pistas, usarlo para montar una fábrica en el pueblo. O prestarlo a un grupo de gente que quiera montar una cooperativa. Hala! Ahí tienes socialismo en movimiento. Sin necesidad de tocar ni un reglón de ninguna ley. Demostrar andando que no necesitamos amos, jefes o patrones, que nos podemos autoorganizar y producir, y competir, sin necesidad de que un patrón iluminao dirija el navío. Los trabajadores, en asambleas, pueden ser la mejor dirección. Y la gerencia, no es más que otro trabajador más, especializado como cualquier otro, y que se remunera y vota como cualquier otro. Pero la dirección, como la propiedad, es de todos. Y los beneficios, revierten en todos. Eso es socialismo, y no hay ninguna ley que prohíba hacerlo así. Si además, le damos un empujoncito desde las administraciones…Quién lo impide?
      O en el caso de la pública: un ayuntamiento es el propietario de una fábrica, por ejemplo, de muebles. De nuevo…Quién lo impide? En vez de gastar dinero en las fiestas del pueblo, prefiere invertirlo en crear actividad económica y fijar población en su municipio. Esa actividad traerá otras empresas, reactivará el comercio y el resto del terciario. ¿Por qué no se hace? Por qué pensamos que un ayuntamiento está sólo para adoquinar aceras, asfaltar calles, pagar novilladas y contratar a un triunfito que actúe en las fiestas del pueblo. Pero crear una empresa? No, eso no es cosa para ayuntamientos. Es como lo de conducir un camión, eso no es cosa para mujeres. Y por qué no, carallo!

      De hecho, como nota. Para mí, la mejor solución es una empresa mixta, parte de capital público, y parte de los trabajadores. Según el tamaño, variarían las proporciones, pero…bueno, eso es otro tema.

      Pues eso, que de lo que estoy diciendo, de utopía nada. Se puede hacer ya. Mañana.

      Claro, por supuestísimo, es muy difícil. Crear una empresa rentable es difícil y arriesgado, exige mucho estudio, mucho, e ir con pies de plomo. Y te puedes equivocar. Por eso, también, hay que valorar al empresario que se arriesga y asume el reto, organizar y llevar una empresa no es tarea fácil. Por eso, en una empresa pública, para la gerencia habrá que tener a gente muy competente y retribuirles con largueza.

      Por último, que has tocado tantos palos. Las retribuciones según escalas…sí, ciertamente es un problema. Quién entra en cada escala, el salto entre ellas. No hay leyes físicas, sino todo un campo para la discusión. Una cosa: no se trata tanto de devolver el valor aportado (determinarlo, en una cadena de producción es imposible), sino de remunerar con mayor generosidad al que aporte mayor valor. ¿Y como se determina entonces el valor? Pues probablemente por el mercado, la oferta y la demanda. Lo que sea escaso, y muy demandado, ése es el trabajo valioso. El mercado no fijaría así la cuantía, pero sí la categoría (la cuantía final la decide el poder político).

      Comentarios por Mendigo — 5 junio 2015 @ 9:45 | Responder

  4. A mí también me parece mejor propuesta esta que haces que la de la renta básica.

    Sólo cambiaría una cosa. No establecería un ranking salarial artificial para premiar los trabajos más cualificados, porque ello conllevaría las injusticias de siempre y es una puerta abierta al clasismo. ¿Qué trabajo merece más salario?

    Por mi parte dejaría eso al libre mercado, que, en las condiciones adecuadas, puede dar un buen servicio. Los trabajos más difíciles, peligrosos o penosos, que nadie querría, serían los mejor remunerados, sencillamente porque habría que pagar más para que la gente los aceptara. Los trabajos más sencillos, cómodos y seguros, se pagarían a algo más que la renta por estar disponible. Independientemente de la cualificación necesaria para ellos, porque hay factores más importantes que la cualificación a la hora de afrontar un trabajo (por ejemplo, el desgaste físico o psicológico).

    Además, en mi opinión, formarse es un trabajo (que aporta en sí mismo bien a la sociedad). Por tanto debe tener también un salario. El mismo que cualquier otro trabajo.
    Naturalmente, también sujeto al libre mercado. El que escoja la formación más útil para la sociedad (porque haya demanda laboral de esa cualificación), tendrá que tener una ventaja salarial sobre el que se forme en disciplinas sin demanda laboral posterior. Esto es, si hacen falta cirujanos, pues se prima salarialmente por estudiar medicina y más aún por especializarse en cirugía.
    Y naturalmente, el que no rinda, el que no valga, el que no se curre la formación, puerta y sin cobrar.

    Pero bueno, en cualquier caso, el problema fundamental de esta propuesta es el de siempre. Que hay que ganar unas elecciones para sacarla adelante. Y eso está fuera de nuestro alcance.

    Comentarios por Ocol — 5 junio 2015 @ 16:30 | Responder

    • ¿?¿?

      Pero si estamos hablando de que es el Estado el que remunera a quien se presta a ese programa ¿qué libre mercado? Si esa persona está obligada a trabajar.

      En cuanto a la remuneración de los estudiantes, sí que no veo qué libre mercado puede haber. ¿Quién querría remunerar a alguien improductivo? ¿Dónde está el mercado?

      Comentarios por Mendigo — 5 junio 2015 @ 17:54 | Responder

      • Nadie estará obligado a trabajar si todo el mundo tiene las necesidades básicas cubiertas. Y una vez garantizada una subsistencia aceptablemente digna, el aceptar trabajos de un tipo u otro entra ya dentro del terreno de la libertad de cada persona.
        No es necesario clasificar económicamente las profesiones desde el Estado, es mejor que sea el propio mercado el que asigne a cada empleo su salario justo, en función de un mecanismo de oferta y demanda que ahora sí funcionaría, porque habría un verdadero equilibrio de fuerzas entre empleador (público o privado, da igual) y empleado.
        Lo que hace que el mecanismo de la «mano negra» no funcione es el desequilibrio de fuerzas, el hecho de que una persona esté obligada a aceptar un trabajo por pura subsistencia, algo que en un mercado capitalista siempre va a existir. Pero si ese factor desaparece… y teniendo en cuenta las otras condiciones que describes… con todo ello, el libre mercado, en este caso, laboral, funcionaría.

        En lo de los estudiantes, lo del «mercado» es una forma de decir que si no hay demanda laboral de licenciados en, qué se yo, empresariales, pues el Estado no debe incentivar económicamente en demasía esos estudios en concreto. Pero si hay demanda de cirujanos, pues entonces sí, el Estado puede incentivar económicamente a los estudiantes que van a convertirse en futuros cirujanos para cubrir ese déficit. Ahí tienes la productividad, en forma de una mejora futura de calidad asistencial sanitaria.

        Ah, y estudiar no es nunca improductivo. Desde un punto de vista social, estudiar siempre genera un beneficio no sólo para el estudiante, también para la sociedad. Si lo miramos desde un punto de vista capitalista es otro cantar, pero entiendo que el capitalismo ya lo habíamos descartado, ¿no?

        Comentarios por Ocol — 7 junio 2015 @ 15:53 | Responder

  5. Bona vespra tothom!

    Algo de razón llevas mendi al decir que las líneas de actuación del gobierno norteamericano «poscrack» estuvieron de una manera más o menos soterrada influenciadas, en algunos de sus aspectos, por el modelo soviético. De locura nada, tengamos en cuenta que mientras el bloque capitalista andaba purgando su crisis la URSS fue bastante inmune a la misma con crecimientos asombrosos -planes quinquenales- y mejoras continuas en todos los indicadores. Del precio que se pago de pasar a una economía agraria y feudal a otra moderna industrializada en un tiempo record poco se sabia entonces lo cual todo sumado hacia que la potencia comunista se convirtiera en un foco de atracción y esperanza para millones de sus contemporáneos y durante mucho tiempo después. Y en cuanto al fascismo podemos decir algo parecido con otra parte de la humanidad, baste recordar la mutua admiración que se profesaban Henry Ford y Hitler o la amistad, salpicada de elogios, que unía a Churchill con Mussolini por no hablar de los lucrativos negocios que hicieron muchas grandes empresas con los nazis -la misma Ford, IBM, Coca-Cola, Nestle etc-. La verdad es que en aquella época era el liberalismo económico y su derivación política -el parlamentarismo- el que andaba de capa caída, absolutamente desprestigiado ante su inoperancia en solucionar los problemas que el mismo había generado. Le fue de un pelo el no desaparecer por el sumidero de la historia. Si no llega a ser por Roosevelt y Keynes…

    Por lo demás poco que añadir a vuestros amenos y didácticos planteamientos (pauet, arnotegui y mendigo). Lo único, me acorde esta mañana, es pediros la opinión en el tema del reparto de trabajo. Quiero decir que es otra de esas medidas heterodoxas que se plantean y que a mi no me parecen descabelladas. Si en este país, por ejemplo, tenemos alrededor de unos 16.000.000 de población activa trabajando, en general, un horario estándar de 40 horas semanales repartidas en 5 jornadas laborales de 8 horas cada una pongamos que las dejamos en 6. Si hacemos las cuentas esas 2 horas por 16.000.000 son 32.000.000 de horas liberadas que divididas entre una jornada de 6 horas dan un numero aproximado de 5.333.333 turnos de trabajo a desempeñar. Casi, casi el número de personas que sufren desempleo actualmente. Quizás para puestos de alta cualificación seria más peliagudo hacer esta maniobra pero no veo que en puestos intermedios -que son los que más abundan por razones obvias- no se pudiera -mediante efectivas políticas de reciclaje y formación profesional – readecuar a gran parte del personal a los nuevos puestos. Otro problema que veía a esto era, al quitar horas , la reducción proporcional del salario en un país que más de la mitad de la población va con lo justo (razón principal de que se echen horas extras muchas veces) pero si convenimos que el estado provea de una serie de servicios básicos como, por ejemplo, un parque de alquiler de viviendas publico este «handicap» estaría, me parece a mi, sobradamente compensado.

    Por ultimo comentaros que nada de lo que decís es utópico ni irrealizable salvo para aquellos que quieren que creamos que así lo sea. De hecho ejemplos ahí unos cuantos:

    -ciertas empresas publicas que se vendieron a amigos de pupitre por precios de risa y que generaban ingresos contantes y sonantes que evitaban tener que subir los impuestos indirectos.

    -la Corporación Mondragón.

    -universidades de primer nivel como Berkeley, Cambridge y Oxford son publicas.

    -el mejor sistema educativo del mundo, el fines, es publico y enteramente gratuito hasta en los niveles superiores.

    – la mayoría de la ciencia base de la que derivan los avances tecnológicos que mejoran nuestra vida se realizan -o han realizado- en instituciones o campus de carácter publico.

    etc,etc,etc.

    Todo esto era algo perfectamente normal hasta que el interesado y propagado tabú neoliberal nos convenció de lo contrario y nos transformamos en temerosos creyentes del Dios Mercado.

    P.D-> Hay un caso que me llama la atención y es el del pueblo de Marinaleda por el que pase una vez y en el que llevan años aplicando medidas muy heterodoxas que parecen irles funcionado bastante bien, en especial en el tema de cooperativas y vivienda. No estaría mal echarse un rule por allá.

    Bye buddies.

    Comentarios por fouche — 5 junio 2015 @ 17:00 | Responder

    • Si me permites el chiste, yo no quiero que repartan conmigo el trabajo. De hecho, por mi, de eso, como si te lo quedas todo. 😛

      Yo lo que quiero es que repartan conmigo la riqueza generada. Yo lo que quiero es LA PASSSSSSTA. XDDDDD

      Vale, suena a coña, pero creo que es importante recordarlo una y otra vez. El trabajo no es bueno (si fuera bueno, los ricos se lo quedarían todo, como se podía leer en el aseo de cualquier garito), es sólo un medio (del que no tiene capital para vivir del trabajo ajeno) para tener acceso a la riqueza (poca, por este medio, poca).

      Pero es muy interesante que menciones, lo de repartir el trabajo. Claro, con el trabajo garantizado cae por su propio peso: el Estado tiene unos requerimientos de mano de obra de X horas, y una capacidad ociosa de Y desempleados, en un sector y lugar concreto. Lo lógico es establecer X/Y horas por turno, y que trabajen todos, a tener unos trabajando a jornada completa y otros en su casa, pero cobrando. Es otra de las consecuencias benignas que cae por su propio peso: al Estado le interesa distribuir el trabajo. Que, por cierto, esto sería una forma de aumentar la productividad, como todo entrenador de baloncesto sabe (el que está cansado, al banquillo y que entre otro fresco, que rinde mejor).

      Como el que trabaje 0 horas ya estaría cobrando una cantidad, aunque menor que el que trabaje 8…el que trabaje 6 podría cobrar menos, pero no un 25% menos.

      Lo que es absurdo, es el modelo de empleo que tenemos ahora, la cuarta parte de la fuerta laboral desempleada o subempleada, y los que están trabajando, echando 9, 10 o más horas. Es ridículo! La puta manía que tenemos en España a las jornadas interminables, donde los errores se disparan porque es imposible mantener la concentración. No podemos competir en un mundo tecnológico con presupuestos en el campo laboral propios de segadores…lo importante es tenerlos trabajando de sol a sol. Pues como a un médico, a un arquitecto o a un ingeniero lo tengas trabajando de sol a sol…la puede liar parda. Vamos, o un camionero, o un palista, o un tornero… Por cierto, un dato: la mayoría de los accidentes ocurren al final de la jornada laboral.

      Aps! Y Marinaleda lleva dando ejemplo desde hace años en muchas cosas. Pero hay mucho hijo de puta que no se quiere dar por enterado…

      Ah! Que no se me olvide: te ha faltado mencionar General Motors, que producía camiones para la Wermach con su filial Opel, mientras maniobraba para que sus fábricas en Alemania no fueran bombardeadas. Vender material de guerra al enemigo, y en vez de fusilarlos, se les indemnizó porque un bombardero, ya al final de la guerra, les jodió una planta. ¿Te lo puedes creer? El pueblo usamericano indemnizó a GM por reventarle una planta que producía material de guerra para el enemigo. Es una anécdota genial, que te muestra hasta qué punto la burguesía controla el Estado.

      Comentarios por Mendigo — 5 junio 2015 @ 17:39 | Responder

      • Pues no es coña mendi y permiteme decir que sabia que me ibas a salir con esa.

        Te contare una anecdota que me paso hace unos años.

        En una cena en casa de unos amigos -seriamos aproximadamente unas 10 personas parejas incluidas- no se porque acabamos hablando del trabajo, de la falta de el, de las extenuantes jornadas laborales y del cornudo del jefe cuando en un momento determinado -probablemente achispado por el vino- dije algo como, no recuerdo exactamente las palabras, que probablemente la tecnologia en breve tiempo posibilitaria tener varios androides al servicio de uno que laboraran las tierras y realizaran esas rutinarias y penosas labores para, de esa manera, liberar el tiempo para nuestro disfrute. Subito silencio, me miran con cara bovina y noto cierta hostilidad para con mi persona hasta que mi propia novia soltó: ¿y a que nos dedicamos entonces?. Lo que les molestaba no era mi visión a lo Star Wars con varios R2-D2’s o C-3PO´s currando para uno sino el hecho de que se me consideraba, veladamente, un vago porque no me daba la gana trabajar deslomándome de sol a sol.

        Yo también quería la riqueza mendi y no el trabajo 😉

        Y entonces lo vi claro.

        Somos presos de nuestro paradigma y es difícil cambiar algo si antes no somos capaces de concebir las cosas «out of the box». Mis amigos no eran tontos -de hecho la mayoría tienen formación universitaria- pero su sistema de creencias -que es el de todos nosotros- les impedía simplemente concebir otra manera de organizar las vida aunque existieran los medios para ello. Yo suspirando por tener tiempo libre para cultivar aquellas cosas que me realizan personalmente y que, debido a las servidumbres del trabajo, no puedo hacer tanto como quisiera y otros, en cambio, no son ni capaces de darse la oportunidad de saber que es lo que realmente les gustaría ser o hacer.

        Era evidente que a sus ojos yo era un hereje.

        He estado en Alemania, he trabajado con alemanes y tengo una buena amiga alemana y puedo asegurar que su idea es trabajar mejor para tener más tiempo libre. Son eficientes en el trabajo no solo para ser más competitivos sino, sobre todo, para disfrutar de una mayor calidad de vida. Si paseas por el Tiergarten de Berlín a las 5 de la tarde lo ves lleno de parejas jóvenes disfrutando con sus hijos. Lo de España con esas jornadas demenciales fruto del horario partido no es otra cosa, al fin y al cabo, que un residuo de la posguerra en el que había que pluriemplearse para sobrevivir y que se mantiene, a día de hoy, por la pura inercia de una población abúlica y una clase empresarial, salvando excepciones, de lo más incompetente del orbe. Señores empresarios, si alguno me esta leyendo, la ley del mínimo esfuerzo no es un invento para haraganes sino la idea de hacer más con menos a través de la eficiencia. Es así como se gana competitividad y no manteniendo a los trabajadores al limite de la subsistencia.

        Y si tronk conocía el tema de GM y, evidentemente, es un ejemplo demoledor de como el gran capital no entiende de más patria que la de su propio bolsillo. Un caso parecido fue el de Juan March contrabandista reciclado a banquero y grandísimo, grandullón SOB que hacia negocio con la Republica Española mientras, al vez, sacaba buena tajada de sus tratos (financio, entre otros, el puente aéreo que permitió trasladar el ejercito africano a la península) con los sublevados.

        au revoir citoyens!

        Comentarios por fouche — 6 junio 2015 @ 9:14 | Responder

        • Pues ya trabajo yo. Vosotros repartiros la riqueza. ¡Explotadores!
          No. Ahora en serio. Lo de el reparto del trabajo me parece un elemento fundamental y necesario. No le veo el sentido a que las cosas sean de otra manera, y sin embargo, ahora mismo estamos en la situación inversa. Aumentando las jornadas laborales a la vez que se reducen los salarios. Y, mendi, no es que vea raras las propuestas (esto en respuesta a la respuesta del primer comentario), de hecho las veo lógicas, es sólo que no veo que se vayan a implementar a corto plazo. Por otra parte no quiero ser demasiado pesimista, sobre todo porque el pesimismo nos lleva a la inacción, y la inacción nos lleva a perder las oportunidades, aunque estas las tengamos al alcance de la mano. Y sobre lo de comenzar a andar, pues bien visto, pensar en alternativas, debatirlas y difundirlas ya es comenzar a andar. Unos primeros pasos un poco débiles, pero necesarios para alcanzar una marcha más vigorosa.
          Saludos compañeros.

          Comentarios por Arnotegi — 12 junio 2015 @ 19:56 | Responder

  6. Antes de marcharme solo quería decir que Mutlu Kaya me parece un mujer muy hermosa y que me apeno mucho lo que le sucedió. Ojala salga bien librada de este trance.

    Y gracias por ayudarme a identificar esa curiosa guitarra que me gustaba mucho cada vez que la oía pero cuyo nombre me era un misterio.

    O sea un saz turco.

    Ahora si.

    Bye

    Comentarios por fouche — 5 junio 2015 @ 17:13 | Responder

    • La verdad, con 19 tacos, hasta me cuesta llamarla mujer. Pero desde luego, un pivón. Por cierto, parece que ya le han retirado la ventilación asistida y parpadea.

      El palurdismo no tiene una religión concreta, es común a toda la humanidad (en Buenos Aires o en Ourense). Aunque, desde luego, encuentra en la religión cobijo.

      Si los petrodólares no lo impiden, poco a poco, iremos progresando…

      La cuestión es que la chavala era kurda, y podría haber sido un estandarte del que se dice que es la mayor nación sin Estado (una kurda ganando el Operación Truño turco, eso es un zasca en toda regla). Una estupenda forma de pegarse un tiro en el pie de todo un pueblo. Matar a una niña por cantar, la religión y cultura que sostenga eso debe ser relegada a las mazmorras de las aberraciones históricas de la Humanidad.

      Comentarios por Mendigo — 5 junio 2015 @ 17:43 | Responder

      • Y pq tenia yo a los kurdos por una nacion mas progresista? sera por la opresion a la que es sometido este pueblo?, si es para alimentar salvajadas de este tipo me quedo con los turcos¡¡¡ xD

        Comentarios por Emilio Fernandez — 5 junio 2015 @ 21:44 | Responder

        • Buenas Emilio.
          Tampoco metas a todos los kurdos en el mismo saco. Antes que quedarme con los kurdos o los turcos, prefiero quedarme con la gente decente independientemente de su procedencia. Sobre la opresión a la que es, y ha sido sometido este pueblo, pues no puedo hacer otra cosa que darte la razón. Y son precisamente los turcos los que han cometido las mayores salvajadas; no los iraquíes, ni los iraníes, ni los sirios, todos ellos grandes enemigos de la humanidad. (Es muy inexacto, en este contexto, hablar de los turcos, o los iraquíes, etc, pero por simplificar me permito la licencia). En todo caso, es una pena que sucedan salvajadas de este tipo, independientemente de que la víctima sea una jovencita muy hermosa, o una mujer gorda y fea.
          Por cierto, he dicho lo de quedarme con la gente decente muy alegremente. Veamos, ¿es Abdullah Öcalan una persona decente?

          Haz clic para acceder a revoluciocc81n_de_las_mujere-s.pdf

          Comentarios por Arnotegi — 5 junio 2015 @ 23:52 | Responder

          • Hombre, los turcos, los iraquíes, los sirios…son parte de la Humanidad. Si por salvajadas, a ver quién se libra.

            Los kurdos progresistas? A ver, el progreso viene como consecuencia de la civilización, del estudio, de la creación de una sociedad justa y abierta. El progreso está reñido con la opresión y la guerra. Los kurdos han sido empujados a las montañas por el ejército turco, obligados a vivir como fieras, sometidos a un proceso de aculturación…en esas circunstancias es difícil ser progresista. Si llevas una vida de fiera, te comportarás como una fiera. Esto reza para los kurdos o cualquier pueblo.

            Por lo demás, sí, es cierto, entre los kurdos «turcos» (que viven dentro de las fronteras del Estado de Turquía) es mayoritario el PKK, fundado por el señor del que Arnotegui te ofrece ese artículo (por cierto, me pica la curiosidad, pero me falta tiempooooo). Y sí, es un partido de izquierdas y progresista, progresista dentro de los cánones de lo que es el mundo musulmán. Y lo mismo pasa con los kurdos «sirios», donde es mayoritario el PYD. Por el contrario, en el kurdistán «iraquí» es predominante el KDP (sí, yo también me lío con las siglas, he tenido que ir a buscarlo), que es conservador. Y entre los kurdos «iraníes»?…pues ni idea.

            Pero vamos, eso como en todo. Si decimos que en Andalucía la izquierda es mayoritaria, no mentimos. Pero eso no quiere decir que no haya andaluces del PP, e incluso más fascistas que la corneta de la legión.

            Por eso mencionaba el feminicidio en Argentina, o el caso de un pueblo de aquí al lao, en Ourense, donde el marido septuagenario le metió un hachazo en la cabeza a su mujer. El enemigo es la barbarie fosilizada en tradición, el patriarcado y la religión que lo legitima y le da sustento. El enemigo es la ignorancia, no uno u otro pueblo que, expuestos a la luz de la civilización, todos son capaces de florecer y dar sus mejores frutos.

            Por cierto, Arnotegui. Lo que dices de que independientemente de que la mujer sea vieja, gorda y fea. Por supuesto, es un mismo crimen. Ahora, no me negarás que dispararle un tiro en la cabeza a una chavalita de 19 tacos…exige un extra de salvajismo.

            Comentarios por Mendigo — 6 junio 2015 @ 9:01 | Responder

            • Suscribo lo que dices.

              Digamos, por resumir, que lo que subyace en el fondo de todo esto es el patriarcalismo, ignorancia y atraso. Esos, y no otros, me parecen lo denominadores comunes -y casi universales- que por encima de culturas, ideologías y tendencias subyace en esta lacra. Personalmente yo a mis sobrinos los llevo derechos como una vela en este tema, en la idea que en la educación esta la clave, y no les permito desviación ninguna.

              Y me alegro que el estado de la chica vaya mejorando. Esperemos que no le queden secuelas.

              Y ahora os dejo que aunque el tema es muy interesante, como todos por estos lares, debo ir a comprar puerros.

              Agur

              Comentarios por fouche — 6 junio 2015 @ 9:28 | Responder

  7. Hombre al fin una opinion de mi estilo. Mi sentido comun me dice que es mas facil dar los servicios basicos, que dar un cheque y ala a cascarla que ya cumpli. Pq si empezamos por la renta basica, acabaran por darnos un cheque para la educacion, para la sanidad, etc. Y luego saltaran que para que dar cheques mejor no pagar impuestos¡¡¡ y nos quedaremos con cara gilipollas¡¡¡¡¡
    Actualmente en Asturias ya hay un salario social, bastante marginal, y claro que hay casos de gente que se lo merece, que estoy seguro seran mayoria, pero ya sabeis con las subvenciones siempre hay mucho listo. No me gustan las subvenciones ni los cheques yo quiero prestaciones «adinerarias», escuelas hospitales viviendas, guarderias, etc
    Y alguna vez habeis cometado esto con alguien, pq vamos cosas del tipo «eso era la URSS, la URRS fracaso», o «eres un estalinista», que me ponen de un humor de perros. No se, de todo hay en este mundo y de la URSS creo que se pueden sacar muchisimas experiencias tanto psoitivas como negativas.
    Me alegra un monton haber conocido este blog, mucho pensamiento constructivo, tanto del autor como de los comentarios.
    Un saludo

    Comentarios por Emilio Fernandez — 5 junio 2015 @ 21:42 | Responder

    • Bueno, no sé si más fácil. Más fácil es extender el cheque. Desde luego es más barato, algunas prestaciones, darlas directamente. Otras no, será más eficiente el mercado. Desde luego, ya sabemos experimentalmente que la sanidad y la educación son funciones que es más eficiente que las desarrolle el mismo Estado. Y aún mucho más que éstas, es la vivienda (creo que en lo tocante a este punto, la afirmación cae por su propio peso). Lo de los comedores sociales, sé que tienen muchas connotaciones peyorativas, pero yo creo que sería una buena idea, pero no sólo para indigentes, sino generalizarlos para trabajadores, pensionistas (los niños en las escuelas). Simplemente, es más eficiente hacerlo así. Es mejor que profesionales se encarguen de hacer mil comidas, a que mil personas se hagan su comida, perdiendo el tiempo en ello. Hasta energéticamente, es más eficiente.
      Por supuesto, quien quiera, cuando quiera, que se haga su comidita, pero tampoco pasaría nada por abrir comedores gratuitos para beneficiarios del sistema de trabajo y con precios populares para los demás.

      Más cosas. Estoy de acuerdo: en las subvenciones hay mucho listo, se las lleva el enteraíllo, y no quien más las necesita.

      ¿La URSS fracasó? Bueno, según y cuando. Si consideras fracaso coger a un pueblo de mujiks, mayoritariamente analfabeto, con unos índices de mortalidad altísimos y, en tiempo récord, convertirlo en una nación industrializada, pugnando en la carrera espacial, en la punta de lanza de la ciencia, capaz de frenar al III Reich… Te recomiendo que eches un vistazo al PIB de la URSS, comparándolo, por ejemplo, con el español. O los índices de analfabetismo, mortalidad infantil… Verás que historia de «fracaso».

      ¿Eso implica dar por buenos todos los métodos, todas las estructuras? Pues no, evidentemente que no. Yo no negocio con mi libertad, ni consiento vivir en un estado policial. Hemos de aprender de la historia, de los aciertos y de los errores, e incluso más de éstos que de aquéllos. Pero vamos, de la URSS, pero también estoy muy interesado en dos ejemplos antagónicos y muy parecidos: China y Corea del Sur. Pasar de dos países agrícolas a ser las fábricas del mundo, en un tiempo récord, se necesita hacer las cosas muy bien. Yo creo que se pueden aprender lecciones valiosas en cada recodo de la historia, desde la Roma de los Tarquinios a la Alemania de Hitler (ahora decir esto es blasfemia, pero lo que realmente hizo Hitler es un programa keynesiano de libro, por ejemplo con las autobahn, o Mussolini con la desecación de pantanos, o Franco con los embalses).

      Me alegra que hayas encontrado este tugurio, y aún más que te hayas decido a entrar y comentar. 😉

      Comentarios por Mendigo — 6 junio 2015 @ 8:30 | Responder

    • En la idea de que cuanto más seamos mas reiremos no puedo más que decir: bienvenido.

      Ahora si

      Adiosiño

      Comentarios por fouche — 6 junio 2015 @ 9:31 | Responder

  8. Pues ahora he encontrado un enlace al libro que comentaba más arriba La Metamorfosis del Trabajo, espero que os sirva.

    Haz clic para acceder a andre-gorz-metamorfosis-del-trabajo.pdf

    Saludos

    Comentarios por Pauet — 6 junio 2015 @ 4:03 | Responder

    • Muchas gracias Pauet, así da gusto!

      Bueno, es bastante cortito. Se le puede echar un vistazo, pero tengo tal pila de libros pendientes por leer…a ver si le hago hueco.

      Apertas!

      Comentarios por Mendigo — 6 junio 2015 @ 8:32 | Responder

    • Pues sí tiene buena pinta el libro Pauet. Seguro que encuentro tiempo para leerlo.

      Comentarios por Arnotegi — 12 junio 2015 @ 19:59 | Responder

  9. […] nuevas con vuestros comentarios. Y tanto se salen de madre a veces, que en una entrada sobre la renta básica, acaba saliendo un artículo de Abdullah Öcalan sobre feminismo, a propósito de la música con la […]

    Pingback por Apo | La mirada del mendigo — 6 junio 2015 @ 13:04 | Responder

  10. Estoy leyendo su blog de adelante a atrás, y esto me provoca sentimientos un tanto confusos; lo inmediato es satisfacción porque veo que, siendo usted una persona inteligente de los que antiguamente se denominaban «librepensador», coincidimos en muchos planteamientos. Pero también hay una pena más profunda de lo que quisiera confesar, no sólo porque es como esforzarte enormemente por abrir una senda entre la maleza, para luego que lo has conseguido descubrir que ya había un cómodo canino que conducía casi al mismo sitio. También es por no haber podido añadir mi punto vista que seguro que también les habría ayudado a ustedes.
    No se si lee comentarios sobre artículos muy pasados, tampoco importa, al menos ahora tendré oportunidad en sus futuros artículos. Sólo quería señalar que cada vez soy más consciente de todo lo que podríamos aportarnos, y que del mismo modo que usted ha hecho que cambie algunos de mis puntos de vista, estoy convencido que yo podría «devolverle el favor».

    Un saludo.

    Comentarios por capitalhumano130965713 — 25 diciembre 2018 @ 22:19 | Responder


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